Argentina: Sigue la resistencia nacional ante el ordenamiento lechero santafesino

Algunos días atrás, Santa Fe volvió a intentar impulsar cambios en la resolución 189 de la Nación, que aún no está en marcha
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Algunos días atrás, Santa Fe volvió a intentar impulsar cambios en la resolución 189 de la Nación, que aún no está en marcha, que se debate, pero parece que no se toca. Entre tanto, las provincias de Córdoba y Buenos Aires acceden a las sugerencias para mejorar a este fuerte sector agroindustrial.
El 18F tuvo varios significados para la política. Más allá de lo estrictamente Ejecutivo, para el campo y en especial para la lechería ese miércoles posterior al carnaval y lejos de lo referente a la muerte del fiscal Nisman, Santa Fe convocaba a tamberos e industriales en el Ministerio de la Producción, del mismo modo, la mesa asesora por la Liquidación Única se reunía en la ciudad de Buenos Aires.Algo que viene sucediendo mes a mes es este encuentro en el Ministerio de Agricultura, donde un grupo con perfil técnico debate sobre las alternativas del pago por calidad para la leche, que la Nación no puede terminar de poner en marcha.Había sido a fines de 2014 que Santa Fe empezaba a envalentonarse y con el aval de la industria, el Plan Lechero Santafesino, a través de la resolución 439, mostraba su superioridad en cuanto al ordenamiento.Para mediados de enero, se dio una oportunidad ínfima medida en siete minutos para que un representante del Gobierno provincial hable en el encuentro de la avenida Paseo Colón, para empezar a esbozar las diferencias. El compromiso de continuar se cumplió el 18 de febrero, allí fue elegido por consenso santafesino Eduardo García Maritano para presentar más especificaciones, a sabiendas de la resistencia al cambio o la incorporación de modificaciones, por parte de una Nación inactiva en lo lechero, sin reacción alguna.El arrastre de temas en la reunión de seguimiento que mes a mes se hace por la Liquidación Unica, aunque sin avances aún que permitan poner en marcha el pago por calidad y no por litro, reúne a diferentes representantes que fueron los que la semana anterior volvieron a negarse a los cambios, incluyendo los más irrisorios motivos.Santa Fe tiene un desarrollo indiscutido, en cuanto a la definición de leche que no basta con la del código alimentario, sino que tiene que tener un detalle mayor para que así se logre un precio de referencia, para poder evaluar las diferencias que darán lugar a las bonificaciones comerciales o cualitativas.Este es uno de los puntos de conflicto, ya que el artículo 3 de la Resolución nacional 189 estipula que no existan estas bonificaciones, desajustándose de lo que la Constitución garantiza con el libre comercio, ya que aún en el país los privados pueden pagar un precio particular por el bien que quieran adquirir, lo cual también lleva a promover la competencia libre por la mercadería dispuesta para el intercambio.Se suma a la controversia el artículo 2 a nivel nacional, donde confusamente se habla de una «valorización que corresponda a los contenidos de sólidos (grasa y proteína) y calidad higiénico-sanitaria, deberá respetar la siguiente proporción: 65% como mínimo para grasa y proteína y 35% como máximo para la calidad higiénico-sanitario.Para que se cumpla la relación del referido 35% para bonificaciones por calidad higiénico- sanitario, se deberá considerar que el productor remitente acceda al máximo de las bonificaciones que por dichos conceptos otorgue la empresa.Al no alcanzar el porcentaje máximo de bonificaciones por la calidad higiénico-sanitario, la relación 65% establecida para la valorización de sólidos útiles, pasa a ser mínima». En fin, difícil de interpretar y como se consideran a este tipo de normativas como imperativas, la claridad se debe imponer para poder llevarlas a cabo.Aquí los cuerpos legales de Santa Fe encontraron problemas de aplicación a pesar que la Nación niegue estas situaciones.De tener una leche y un precio de referencia, la Provincia podría aplicar su derecho a explicitar la lealtad comercial, para pedir y publicar las cifras pagadas para un producto, ejerciendo su poder de policía.Lo que se expuso también es la superación de miradas que tiene la 439, porque la solidez técnica permite apuntar a lo posible. Esto no sucede con la 189 por ejemplo, donde se sugiere el establecimiento de un precio mínimo para la leche, algo que no se puede aplicar, salvo que el propio Estado sea el comprador último del producto, hecho que no sucede, porque básicamente el precio sale de la tracción de productos y mercados, es por eso que pregonar una ley no resuelve el problema de la inestabilidad de precios a la que se enfrentan los tamberos de manera cíclica y constante. Por este cúmulo de cosas se entiende que la leche tiene que andar hacia el armado de su mercado, con una institucionalización, dejando de lado ese acto de confianza que el productor hace hacia la industria cada vez que entrega materia prima y espera hasta un mes para que la industria le cuente en números por litro cómo está el mercado, lo cual restringe el acceso a la realidad.La lechería hoy busca con el Plan Lechero Santafesino, que ha sido el más detallado y perfeccionado en el último tiempo llegar a una institucionalización que pueda acceder a una pizarra y sus consecuentes tendencias de precio, con el claro ejemplo de los granos que tan bien funciona, que no se discute y que tiene prueba desde el siglo pasado de absoluto éxito.Este es el parámetro tan sencillo, pero tan distinto que hace siempre más previsible a la agricultura, e incluso a la ganadería por sobre la lechería.La Nación no contempla cambios, parece no comprender que lo que se pueda definir lo antes posible hoy, pueda mejorar el futuro del sector en el mediano plazo. Ese estancamiento es el que hace que aún no se extienda a todos los tamaños de industria el pago por composición que con enero debería haber pasado a darse con el 85 por ciento del precio por parámetros cualitativos y el 15 por bonificaciones, para un supuesto progreso al 95/5 en un año, que pareciera hoy muy difícil de poder cumplir, ante el asedio judicial que pueden generar las mismas empresas por los múltiples errores legales que presenta la norma impulsada por el Minagri.Las provincias juntas Mientras la Nación se ensueña con el final de la gestión, a pesar de no haber podido encausar a la Liquidación Única, ese aire de ventaja no sólo lo toma Santa Fe.La semana anterior comentábamos sobre el encuentro que se cumplía en Rosario, encabezado por el ministro de la Producción santafesino, Carlos Fascendini, junto a su par de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Rodríguez; y de Agricultura de Córdoba, Julián María López, además de una decena de representantes de entidades ligadas a la producción e industria lechera.La reunión fue el punto de inicio de una estrategia de trabajo conjunto, o al menos así se lo enuncia, tomando al Plan Lechero Santafesino como modelo.Claro que Córdoba ya había tomado contacto con esto a comienzos del año anterior y es por eso que se presentaría en la vecina provincia un esquema similar el próximo lunes 16, mientras Buenos Aires recién comienza a indagar en el tema.Será entonces en Expoagro mañana, en la jornada inaugural que entre las tres presenten los primeros puntos de acuerdo de un Plan Estratégico conjunto, que concentrará al 85 por ciento de la producción de leche a nivel nacional, más allá de los avances en materia administrativa que pueda hacer cada territorio como por ejemplo eludir los Ingresos Brutos donde se cobran.Algunos hablan de libre mercado, otros de reglas más firmes, pero en conjunto apuntan a dos estructuras concretas, un «fondo lechero» para utilizar en tiempos de crisis con ayudas de la Nación a través de los presupuestos anuales, como los tienen otras economías regionales; y a eso sumar más adelante un «fondo anticíclico», que tienda a poder compensar los precios extremos que se suceden entre campañas.No es menor el dato de haber podido juntar a tres provincias, de diferentes signos políticos, pero todas tendientes a poder aunar ideas para sustentar a esta producción fundamental, que precisa y reclama hace años la tan reiterada «previsibilidad», que sólo puede llegar a través de reglas claras, concretas y posibles, dentro de los marcos legales establecidos.
Por Elida Thiery (Diario Castellanos)

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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