Argentina: Se contendría la baja del precio de la leche a través de la presión oficial

Esta fue una de las definiciones de la reunión técnica desarrollada ayer en Buenos Aires, donde el Gobierno aportó un diagnóstico por demás optimista de un sector que sufre en todos sus eslabones.
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Esta fue una de las definiciones de la reunión técnica desarrollada ayer en Buenos Aires, donde el Gobierno aportó un diagnóstico por demás optimista de un sector que sufre en todos sus eslabones.
Por Elida Thiery – Una vez más Ariel Langer, el subsecretario de Comercio Interior recibió a productores, industriales, funcionarios y algunos otros invitados por el Gobierno, en el marco de la reunión técnica que se cita cada martes desde hace dos semanas y que tendrá en el próximo encuentro una cita aún más intensa, con las Paso cumplidas y con las necesidades de concretar medidas más a flor de piel.
Desde el Centro de la Industria Lechera y Apymel miraban ayer con asombro a los funcionarios de Cancillería cuando ofrecían un diagnóstico optimista de la lechería a nivel nacional, sobre el cual aseguraban que “no hay elementos para bajar los precios”, ya que las ventas internas y externas durante el mes de julio han sido “muy buenas” para todas las empresas, es más “se aumentaron los precios” de las transacciones, a pesar del contexto internacional de baja y crisis que tiene también en alerta a Europa, como somero ejemplo. Los representantes de las empresas lácteas iban con la idea de generar propuestas contundentes, pero ante semejante tratamiento decidieron postergar cualquier postura al próximo martes.
Fue así que con la presencia de un representante del Banco Nación, que atenderá hoy nuevamente a dirigentes de Apla, para ver la posibilidad de tomar créditos, que no se sabe con que disponibilidad de dinero se podrían pagar, además del Subsecretario de Lechería, le explicaron a los presentes que con bajas suspendidas, sobre todo por la prórroga de impresión de liquidaciones que se debe detener en caso de tener ajustes negativos en el precio, los tamberos deben comunicarse con sus entidades, o en su defecto con la dependencia del Ministerio de Economía para “informar” las bajas. El antiguo sistema del “buchoneo” es el que técnicamente aplicará el Gobierno para intentar controlar la baja para la leche. Una fórmula bien utilizada por el precursor Guillermo Moreno, sigue firme como definición política, en vez de intentar avanzar sobre concreto y en medidas positivas y propositivas para el sector.
Claro que se advirtió que “van a seguir monitoreando las ventas”, así que todo estará observado desde lo alto, para ver si son justas las decisiones de las empresas, mientras que serán los tamberos quienes deban tener atento el ojo para que no se le pase al Estado esta suerte de control que pretende. Claro que en un diagnóstico errado no recibieron, ni de los amigos del momento, el aval de esa mirada, pero como nadie se desdice en un poder que regirá hasta diciembre, la discusión al respecto no pudo prosperar demasiado.
Por su parte, el supermercadismo habló en el encuentro de “buenas ventas”, porque el mercado interno es fiel, a pesar de la inflación muta hacia productos de precios más acomodados, pero se intenta sostener en los hogares el hecho de beber leche, comer, como eje de un consumo que se mantiene en más de 200 litros per cápita. Desde este sector, que por primera vez enfrenta al resto de las partes de un mismo negocio, se sostuvo que no están recibiendo bonificaciones de precios por parte de las industrias, que habían argumentado importantes bajas en los precios al mayoreo para motivar la salida de productos, tema también controversial en el momento. Pero aludiendo a tener “la misma renta que hace un año”, el comercio no cedió en la negociación de precios o cuestiones aledañas, largamente solicitadas.
La leche derramada aún sigue tratando de calcularse para poder ser abonada, tal como se expresara en el acta de hace dos semanas, pero hasta que no haya números bien concretos, contrastados entre tamberos, transportistas e industrias, el tema no podrá tener avances.
Finalmente, se mencionó la posibilidad bajo análisis de ampliar los subsidios a los primeros 2.900 litros de todos los tambos. Se cae así esa postura firme de la semana anterior para un Gobierno que dijo haber puesto todo el dinero posible para el sector. De todos modos, no está confirmado que ese deseo se convierta en realidad.
Cabe mencionar que no fueron pocos los tamberos ilusionados con cargar sus liquidaciones para seguir cobrando los subsidios de 30 centavos por litro, de manera continua, luego del anuncio del seguimiento del sistema. Pero sin legislación al respecto, sin detalles, ni publicación en el Boletín Oficial, al momento el tema es sólo una promesa, alejada de la realidad de poder cobrar una compensación que no haga tan profunda la pérdida de tantos meses complejos acumulados.
Solo los tamberos
Sobre el final del encuentro y ya sumando unas cinco horas de duración, Jorge Videla pidió al resto de los presentes que se retiren del salón, quedándose con las entidades de productores nomás presentes, entre las que se destacaron Apla y Meprolsafe, momento en el que les pidió cautela al momento de encarar el reclamo por la problemática vigente, mientras debió escuchar el pedido de mayor seriedad a la hora de encarar esta crisis, a la que se está “subestimando”, porque son los tamberos los que no pueden seguir esperando el estiramiento de circunstancias por razones electoralistas.
Que las posturas logren mayor racionalidad, que los resultados lleguen y que la primavera no sea tan cruel como se la espera, así con más litros y menos precios.
Elida Thiery

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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