La Argentina encontró en el dulce de leche, uno de sus sabores más típicos, otro producto de exportación que llega a 16 países y en el primer semestre de esta año alcanzó ventas por dos millones de dólares.
Al celebrarse mañana el Día Mundial del Dulce de Leche, diferentes países se atribuyen su invención, a través de diversas leyendas, y si bien no hay un origen definido, su sabor tiene una fuerte identificación con la producción nacional.
Desde 1995, el 11 de octubre se celebra el “Día Mundial del Dulce de Leche” una iniciativa que propone rendir tributo al manjar nacional que fue reconocido por la Secretaría de Cultura de la Nación como “Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina” junto con el asado y las empanadas.
La Cámara Argentina de Productores de Dulce de Leche y Afines (CAPDLYA) destacó que el exquisito producto reconoce en el país variedad de clases que abarcan el tipo tradicional, familiar, repostero, heladero y alfajorero.
Como producto de exportación, los productores argentinos llegaron en el primer semestre del año a 16 país con 1,03 millones de kilos a un valor FOB total de 1,99 millones de dólares, según cifras oficiales.
Las empresas exportadoras son la bonaerense Vacalin, Bakels Argentina, La Cumbre, San Ignacio, Manfrey y Windy.
Los principales países compradores durante el primer semestre del año fueron Chile con el 74,8 por ciento del volumen total, seguido por Estados Unidos (7,8), Paraguay (5,2), España (2,4) y Brasil (2,3), y ventas menores a Bolivia, Uruguay, República Dominicana, México, Perú, Canadá, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Reino Unido y Suecia.
Como producto lácteo por excelencia, el dulce de leche puede ser elaborado con leches de vacas Holando Argentino, vacas Jersey, ovejas, cabras y búfalas, y se puede encontrar en caramelos, bombones rellenos, chocolates, arrollados, con flanes, con budín de pan, con facturas, tortas, helados, panqueques y en los infaltables alfajores.
Si bien cada productor resguarda su fórmula, el dulce de leche argentino se elabora a base de leche de vaca, azúcar, esencia de vainilla y bicarbonato de sodio.
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