Así lo comentó a este Diario el Secretario del Sistema Agropecuario, Agroalimentos y Biocombustibles, en un detalle de acciones llevadas a cabo en las últimas semanas que incluyeron a industrias y al Gobierno Nacional. Además, Luis Contigiani adelantó en exclusiva que se va a trabajar en una mejor comunicación del Plan Lechero Santafesino que pretende un ordenamiento único en el país que podría conseguir una protección inédita de los productores, sin perjudicar a ninguna de las partes.
Por Elida Thiery – Las desavenencias climáticas del final del verano, sumados a un inicio de año con amenazas de bajas de precio para la leche, provocaron en el ámbito de Santa Fe la creación de un espacio de diálogo conjunto donde tamberos, industriales y el Gobierno provincial pudieron poner en común algunos puntos clave para sostener a la actividad lechera, sobre todo tiempos políticos tan complejos.
Fue así que en el último encuentro que se tuvo en este espacio y en el marco del Ministerio de la Producción se definieron los objetivos principales, que derivaron en el financiamiento de cien millones de pesos con tasa subsidiada que no pudo tener continuidad en entidades privadas por falta de oferentes para extender una línea de crédito para emergencia. En este sentido, Luis Contigiani entiende que «esa es una mala señal, porque los bancos están reconociendo que hay un problema de rentabilidad, producto del desorden macroeconómico nacional que afecta a las cadenas, por lo tanto ésto nos va a volver a obligar a convocar a la Mesa de Política Lechera de Santa Fe, para ver qué estrategia vamos a tomar con respecto al crédito para emergencias». En este mismo sentido y en un diálogo exclusivo con CASTELLANOS, el Secretario del Sistema Agropecuario, Agroalimentos y Biocombustibles puso énfasis en el otro eje de debate que es el monitoreo de las industrias y el manejo de los precios al productor. «En estos días nos llegó un sondeo de parte del sector industrial sobre la intención de bajar entre 20 y 30 centavos el litro de leche y eso nos alertó, nos obligó a hacer reuniones por separado con entidades de la producción y el sector industrial, que al no ser multitudinarias, pudimos llegar a conocer que el rumor ya era una intención concreta de baja, lo que no podíamos convalidar como Gobierno provincial, porque eso significa, en este escenario, no sólo un conflicto sin límites del sector lácteo sino la explosión de toda la cuenca lechera santafesina».
Fue así que existieron contactos con el Gobierno nacional, con ministros sectoriales de provincias como Buenos Aires y Córdoba, lo que posibilitó un encuentro en el que se avanzó sobre un pedido de frenar las bajas a las industrias y sobre todo a SanCor, que es la que marca el ritmo en ese sentido y en nuestra cuenca, lo cual derivó en un alerta coyuntural del tema.
Será de todos modos que con las liquidaciones de la leche de junio lleguen algunas bajas, pero no tan pronunciadas como se tuvo la intención inicial, simplemente porque los costos no dan para pagar tanto, para recibir toda la leche y la crisis se incrementa, mientras los precios de esta materia prima y en el inicio de la cadena son los únicos que retroceden en un marco inflacionario.
De todos modos, el funcionario no descarta un encuentro conjunto próximo en el que se pueda volver a hacer una puesta en común de temas pendientes y exigentes, en un marco de emergencia que ya se tiñe de protestas desde varios sectores del campo.
Un adelanto
De todos modos, la tarea de la Provincia aprendió no hace mucho a poder abarcar varios aspectos, superando la coyuntura para poder arraigar cambios fundamentales en el sector, sin dejar el monitoreo de las cifras que siempre es el que tiene al humor de los productores controlado.
Con la intención de generar cambios estructurales en la lechería provincial, el Plan Lechero Santafesino, que fue una iniciativa de técnicos que a la vez son tamberos, pretende con simples medidas ordenar los factores de mayor influencia, al determinar una leche de referencia (con parámetros composicionales), un precio de referencia (sobre el cual se tenga una idea base para poder calcular costos y ganancias cada mes), laboratorios de referencia para análisis de muestras controversiales, contratos entre producción e industria pero también el estudio de factibilidad para la construcción de una planta de secado de leche, de uso compartido para tamberos y pymes lácteas.
«Se acaba de aprobar técnicamente en el Gabinete Provincial y el Ministerio de la Producción va a financiar la contratación de una consultora de comunicación, para poder hacer una instalación de este proyecto en el sector que abarcan las pequeñas empresas, los productores e incluso en la opinión pública que sea profesional e inteligente. A veces nosotros no lo podemos lograr a ésto, entonces como decisión política se va a apoyar a esta herramienta». Es remarcable que tanto la Provincia como entidades del estilo de Apymel no comprendieron desde el inicio la intención de tener un espacio al cual poder derivar materia prima para su conversión en polvo, sin depender siempre de las grandes industrias. Sin competencia, con la búsqueda de nuevos mercados, sobre todo en tiempos de grandes excedentes de leche este lugar servirá para mejorar las condiciones del negocio y a la vez promete reconsiderar los espacios de cada sector en este sistema productivo, en el que de paso la Provincia sólo hará aportes mínimos económicos para este tipo de análisis o difusión, ya que para su construcción, estimada en unos diez millones de dólares, quedará en manos privadas su costeo, con lo cual será un emprendimiento de pensamiento conjunto pero de concreción netamente privada por su costo y finalidad.
Tal como nos anticipó Contigiani, ya hubo conversaciones con el equipo de trabajo del gobernador entrante Miguel Lifschitz, para que cuando se llegue a fin de año el tema esté instalado, difundido y con ello se pueda salir a gestionar alguna línea de crédito y con plazos posibles para hacer realidad lo que el funcionario describe como «un proyecto que trabaja sobre un eje clave para resolver la crisis en la que estamos en la lechería que es la organización de los productores, la comercial y el agregado de valor. Esta es una herramienta estructural que va a ayudar a superar ciertas crisis».
Parece que así Santa Fe se tomó su tiempo para comprender su peso específico en el sector lechero, que supo andar por caminos de ordenamiento que claramente superan las voluntades de la Nación, sin superponer legislaciones y que puede encaminarse a ser el espacio de debate más serio que tenga el sector en el país, no sólo con demandas sino con propuestas que surgen netamente de los representantes de los tamberos. Ahora será tiempo de su difusión, de hacerle llegar incluso a los productores las bondades de estas estrategias que ya están reglamentadas y en marcha, sólo hace falta usarlas como corresponde y en el orden necesario.
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