Argentina: Protesta, baja internacional y anuncio de más compensaciones

Fue un día muy turbulento en la lechería, que se inició en Rafaela, tuvo añadidos desde Nueva Zelandia y al final del día, con la continuidad del sistema de subsidios trajo novedades, pero no soluciones desde Buenos Aires. La lechería no mejora y los productores son los que siguen sufriendo.
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Fue un día muy turbulento en la lechería, que se inició en Rafaela, tuvo añadidos desde Nueva Zelandia y al final del día, con la continuidad del sistema de subsidios trajo novedades, pero no soluciones desde Buenos Aires. La lechería no mejora y los productores son los que siguen sufriendo.
Por Elida Thiery – No hubo mucho tiempo para respirar profundo ayer. La lechería vivió un día particular, en todo sentido.
Desde las 10 de la mañana un grupo de productores, nucleados en la entidad nacida en el verano, la Asociación de Productores de Leche de Argentina llegaban al frente principal de la planta de Saputo en la avenida Ernesto Salva, para sumar luego a dos colectivos de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, que le dieron volumen al reclamo por una mejora de precios al tambero.
Sin mucho revuelo, mucho menos de lo que algunos dirigentes pretendían, la manifestación fue pacífica, incluyó una caravana hasta la planta de Williner en Bella Italia, donde se interrumpió durante unos minutos el tránsito sobre la Ruta 70, para simbolizar un reclamo sectorial, en medio de un cúmulo de datos que hace pensar que este momento difícil no va a ser corto, ni favorable para ninguna de las partes.
Con la presencia de Domingo Posetto, el secretario general de ATILRA en Rafaela, los directivos de la entidad tambera expresaron la necesidad de mejorar el diálogo con las industrias y fueron muy concretos en cuanto a la necesidad imperiosa de los productores de mejorar las cifras que les llegan, para no dejar en este camino complejo a decenas de tambos, tal como se viene dando en un proceso incesante.
Para Marcelo Garello, presidente de APLA, «ATILRA está demostrando que está a la par del productor, porque entiende que no podemos más solos, nos falta fuerza, estamos desunidos, nos falta tener un poquito más de humildad y entender que siempre necesitamos de otra persona». Descartando beneficios propios y tendiendo a cambiar la tendencia de algunos dirigentes que fallaron en gestiones tiempo atrás, el hombre del noreste santafesino dejó en claro que «es posible pensar en un futuro juntos, donde la renta quede para todos los actores que trabajan y para los que directa o indirectamente quedarán en nuestro país», lo que añadió fue «que la torta se reparta realmente entre la gente que trabaja, que deja su esfuerzo, que quede para la Argentina y no para algunos pocos, que en las buenas épocas de buenas divisas se las han llevado a otros países y ahora no responden», aseguró en clara alusión al sentimiento de rechazo que les representan los capitales canadienses de la firma intimada ayer, hecho en el que coinciden ambas entidades, siendo el ejemplo de ATILRA el que se vincula a un hecho ocurrido el año anterior cuando había trascendido que Saputo intentaba armar un sindicato paralelo para dejar de lado ciertas exigencias.
Pero el tema para la industria está cesado, porque algunas fuentes indican que la semana anterior en la negociación de la paritaria lechera, fue esta parte una de las que terminó tensando las opiniones lecheras para el acuerdo que se firmará hoy en Buenos Aires, para formalizarla, hecho que podría dar lugar mañana a un espacio de encuentro entre el CIL, Apymel y los productores. De todos modos no hay una convocatoria hecha de manera abierta.
El espíritu de los tamberos no está como para seguir reclamando activamente, la pelea la tienen que dar las entidades porque la gente de campo se muestra agotada. Esto lo entendió con claridad la gente de Meprolsafe, que renovó el pedido de una audiencia urgente ante el Ministro de la Producción provincial.
Las horas pasaron y llegó el tiempo de sumar un análisis más a los aconteceres de ayer.
Nuevas bajas
Como malas noticias se conocieron las nuevas cifras de la cotización internacional de Fonterra.
En el Global Dairy Trade, esta subasta electrónica del gigante cooperativo neocelandés que rige el ritmo mundial de los precios, aunque la Argentina logre cerrar algunos acuerdos por encima de esos valores, siguió el desplome de precios del mercado internacional, que en promedio se ubicó en 10,7 por ciento y un precio estándar de U$S 2.082, sin embargo y tal como anticipaba este diario, la caída de la leche en polvo estuvo en las dos cifras, con 13,1 por ciento, con 1.848 dólares por tonelada y una caída acumulada en el año para el producto de 25 por ciento y en relación al pico de las cotizaciones de abril de 2013, el descenso llega al 64 por ciento.
El resto de los productos se ubicaron en descenso también como el queso cheddar (-13,9%), la grasa butirosa (-10,6%), leche en polvo descremada (-10,1%), seguida por la caída de manteca (-9,5%), caseína (-8,0%), suero de manteca en polvo (-4,4%), mientras que aumentó el precio de la lac-tosa (+1,9%).
Con estos datos las perspectivas de recuperación pronta son nulas y de ésto se valen las industrias argentinas para marcar que los descensos a la producción y el corrimiento de plazos de pago tendrán continuidad, llegando incluso a pisos históricos entre la primavera y el verano. Recién un entrado 2016 podría modificar las perspectivas de mercado global.
Más de lo mismo
Pero mientras los pequeños tamberos, con producciones de hasta 2.900 litros por día, estaban esperando en la tarde de ayer el depósito de la última cuota de las compensaciones de 30 centavos por litro, algunos se enteraban que sería hasta mañana que se dé una demora en la asignación bancaria de los recursos. Casi como un rebote, aparecía Axel Kicillof haciendo un anuncio de la extensión de ciertos beneficios, en la que se incluyó la réplica de tres meses más en esta ayuda.
Según la comunicación oficial del Ministerio de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela, y su par de Economía, Axel Kicillof, se reunieron con representantes de la Federación Agraria Argentina, encabezados por su presidente Omar Príncipe, para analizar la situación de los pequeños productores y anunciar 13 medidas de apoyo y estímulo a la producción, que representa un costo fiscal de 1.000 millones de pesos y alcanza a 56.355 productores.
Las medidas, que fueron comunicadas primero a los representantes de los pequeños y medianos productores y luego en una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía, incluyeron la modificación del Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos. A partir de ahora, se amplían el pago de compensaciones a aquellos productores de girasol, trigo y maíz que produzcan hasta 1.600tn -antes en girasol y trigo era hasta 700tn y en el caso de maíz hasta 1400tn- mientras que para la soja y las plantaciones mixtas pasarán de 700 a 1.000tn.
«Estas medidas incluyen a 6.687 nuevos pequeños y medianos productores», afirmó Casamiquela, y sostuvo que «es una importante modificación para alcanzar a mayor cantidad de productores». Kicillof remarcó que «estamos trabajando para que no haya abusos del canal comercial y de los grandes exportadores que recaigan sobre los pequeños productores».
Como parte de las medidas, el Estado nacional decidió liberar la exportación para 4 millones de toneladas de maíz y 500 mil toneladas de trigo de «baja proteína», beneficiando al pequeño productor de trigo de la región sur de Buenos Aires y La Pampa, quien hasta el momento no está recibiendo buen precio por su producto.
Específicamente en cuanto a la lechería, parece que el beneficio de un subsidio se amplía en tiempo y para todos los productores.
Oficialmente se explicó, previo a la reglamentación de la medida que «se le dará continuidad por tres meses más al Régimen de Recomposición del Pequeño Productor Lechero, que contempla un subsidio de 30 centavos por litro de leche para los productores que entregan a la industria hasta 2.900 litros diarios. El Estado Nacional aportará en total 575 millones de pesos. De 4.000 productores incluidos se amplía el espectro a 9.200».
Además, Casamiquela remarcó que la prórroga de este «sistema de ayuda se complementa con la conformación de una Mesa de seguimiento sobre la producción lechera» y que trabajarán por el acceso a créditos por parte de las cooperativas agropecuarias.
Queda claro que las negativas que hiciera Omar Príncipe, el presidente de FAA, sobre reuniones de último momento con funcionarios del Gobierno Nacional hace unas semanas, dejan a la vista la voluntad de ocultar el lazo que lo une a la administración nacional y que lo alejó de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, así como de las propias bases de su entidad.
De aquella campaña que hiciera antes de acceder al cargo, en contra de esta administración kirchnerista nada ha quedado, porque desde el inicio de su gestión no cesó en negociaciones, en las que incluso se habla de algún tipo de beneficio personal, aún incomprobable. A horas de un nuevo paro nacional, tras el supuesto pedido del Ministro de Economía de evitar una foto de las cuatro entidades del campo juntas, el anuncio oficial y la confirmación que le obligan a hacer, dejan en claro que la ruptura es clara, pero que también dentro de su Directiva la cosa no va bien y nadie está del todo de acuerdo en estas gestiones que no terminan de resolver de ninguna manera los problemas productivos, sino que se presentan como un gesto perverso, que no hace más que extender la agonía de los sectores, porque ninguna política cambia, se dan ayudas complejas de cobrar, ínfimas y no se termina de colaborar con una mayor productividad o beneficio para el campo y a la vez, la caja nacional.
A última hora de ayer, Principe intentó explicar en la sede porteña de la entidad que «en los próximos días, FAA va a realizar 16 asambleas. Vamos a evaluar el impacto de las medidas y definiremos las próximas acciones. Los anuncios están lejos de resolver los problemas estructurales que padecemos, aunque debemos ser conscientes que para los productores de menos escala, que FAA representa, significan un alivio y fortalecen el camino de identificar y priorizar a pequeños y medianos chacareros».
Trató de aclarar de manera pública que «no somos ni oficialistas ni opositores sino una organización gremial, autónoma. Ésto se puede ver con claridad en lo que hemos hecho los últimos seis meses desde que asumimos al frente de la FAA. En marzo, habíamos tenido una audiencia similar a la de hoy y eso no significó bajar ninguna de nuestras banderas. Cabe recordar que el 2 de junio nuestro Consejo Directivo Central determinó alerta y movilización. Y que desde ese día, no hemos parado de hacer asambleas, solicitando políticas que tengan como prioridad al pequeño y mediano productor. De aquí en más, seguiremos insistiendo con la necesidad de revertir la concentración agropecuaria, tanto a este Gobierno como al que venga después del 10 de diciembre».
Es remarcable que muchas filiales de FAA, que tuvieron asambleas comarcales el pasado sábado y otras que las cumplirán el 25, adherirán a la protesta de mañana, sobre todo por las irregurlaridades admins-trativas que hay en la entidad y por estar en desacuerdo con estas negociaciones que suenan extrañas y a la vez que no logran resolver los conflictos basales del sector agropecuario nacional, sobre todo el de los productores más pequeños, que siguen desapareciendo.
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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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