Fuerte reclamo del campo para la solución de la crisis del sector
EL PRESIDENTE DE CARSFE PIDIO UNA DEVALUACION ANTES DE LAS ELECCIONES
El acto central de la Expo Rural 2015 fue el escenario para que el campo lance furibundas críticas al Gobierno nacional y para reclamar soluciones para lo que entienden como una crisis terminal.
En el palco oficial estaban el Gobernador y vice electos (Miguel Lifschitz y Carlos Fascendini, también actual Ministro de la Producción), el diputado nacional Omar Perotti, el intendente Luis Castellano, el senador departamental Alcides Calvo, dirigentes ruralistas y concejales.
Darío Maina fue el primero en hacer uso de la palabra. «somos gente de trabajo, acostumbrados a las malas rachas. A ver cómo un día nuestro esfuerzo se desvanece por cuestiones climáticas, por decisiones políticas sin fundamento, por oportunismo del mercado, por desidia. Sin embargo, nos hemos levantado y seguimos defendiendo lo que sabemos hacer, lo que mantiene la economía de nuestra querida Argentina: producir alimentos».
«Si logramos un adecuado marco institucional, entre el sector agropecuario y el agroindustrial podríamos producir alimentos para más de 600 millones de personas y esto traería aparejado más de 3,2 millones de puestos de trabajo en forma directa e indirecta, doblaría la actual oferta de divisas y lograría una mayor estabilidad de precios en un mediano plazo», agregó. Hoy se producen alimentos para 400 millones de personas.
Maina hizo referencia a la necesidad de reducir la presión impositiva sobre el sector y tomar medidas para generar mercados transparentes y competitivos, así como también mejorar la infraestructura para el sector. También marcó la gran cantidad de participaciones de la Sociedad Rural en diferentes mesas de diálogo, con diferentes propuestas. «El compromiso es participar y consensuar para lograr acuerdos superadores», sentenció.
El discurso más fuerte estuvo a cargo del titular de CARSFE, Gustavo Vionnet, el cual fue interrumpido por aplausos en al menos 3 veces. En todas, siempre fue por una dura crítica (directa o indirectamente) al Gobierno Nacional.
«Lamentablemente es necesario no olvidar el contexto país, que es imprescindible superar, para transitar definitivamente el camino del desarrollo, interrumpido por acciones y política que nos regresan a tiempos que creíamos olvidados. Reclamamos un cambio en la política, en la forma de gobernar», dijo y aparecieron los primeros aplausos. Y siguió: «estos doce años de desperdicio de capital económico y social no ha hecho más que desunir al campo y la ciudad, fracturar a la sociedad y sumergir a la nación en el unitarismo más descarnado, aquel que le da a las provincias ‘del palo’ y somete o ignora a quienes no lo son», y aparecieron más aplausos.
«Estamos realmente complicados. Y no hay dónde hacer reclamos para advertir que el interior se funde en una innecesaria crisis de desencuentros y hostilidad. Se están destruyendo los mercados y nadie reacciona», indicó.
«Cobrar impuestos a la exportación con empresas que se funden es realmente obsceno. No se puede agrandar el gasto a costa de arruinar a los privados. No es posible que la inflación se quede con la renta de los argentinos y nos vendan la ilusión de una gran fiesta económica en 12 cuotas, mientras que la producción y el trabajo se cae a pedazos. Como si fuera poco, anclamos el tipo de cambio: el combo perfecto para fundir a quienes hacen con su trabajo alimentos de exportación. La producción de 40 millones de argentinos a 400 millones de personas se hace con el negocio de exportar. Con un dólar no competitivo, de los 400 a los 40 se funden. Nuestros principales competidores en este mundo complicado, adaptaron el tipo de cambio para dar competitividad a sus empresas. Nosotros nos estamos arruinando solos», dijo y anticipó el cese de comercialización que el campo comienza hoy (ver página 2).
«Hay que ser muy porfiado para seguir siendo productor de leche, luego de 20 años donde los períodos de renta fueron tan pocos y tan cortos. Habría que hacerle un monumento por seguir apostando a una actividad que no le da resultado y que nadie hace nada para cambiarlo», dijo con respecto a la lechería.
También marcó que si no se saca el exceso de producción lácteo en la primavera «nos vamos a ahogar en leche». «Esperamos una fuerte caída de precios, muchos tambos sin que se le busque la leche y el cierre de tambos y de industrias PyME», agregó.
A la gestión de Arturo Videla, Subsecretario de Lechería de la Nación la calificó como «pobre y decepcionante». También indicó que «las propuestas que hoy circulan en la Nación no darán respuesta mientras no aseguren la salida de leche y no vemos ninguna posibilidad de ello», dijo en referencia a la propuesta de un fondo compensador para el sector.
También, sin mencionarlos, apuntó contra APLA: «los productores vivimos una pérdida de institucionalidad y representatividad como consecuencia de una estrategia deliberada del Gobierno Nacional. Es un plan que les ha salido a la perfección». Y nombró una serie de medidas llevadas a cabo, las cuales fueron acompañadas por un aplauso. «La política metió la cola y nos dividió», dijo y agregó: «ahora apareció un grupo envalentonado por el Gobierno para nuevamente dividir, pretendiendo formar nuevas instituciones. Vienen, de golpe, a representar a todos los lecheros. Bienvenidos al club, señores».
«Este fue el único sector económico que manifestó disconformidad con la política implementada por el Gobierno Nacional desde 2005. Sabíamos adónde nos llevaban. Ahora, todos se suman», indicó y completó con un pedido a los gobiernos provinciales, para que no ajusten los presupuestos con ajustes por inflación para el sector: «no será fácil que los productores puedan pagar los impuestos el año que viene».
«Siempre nos van a encontrar en el camino del diálogo. Pero, por favor, no maten al campo», concluyó.
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