Nuestro país tiene un sistema de cuotas para el ingreso de leche en polvo a Brasil desde el año 2009, esta barrera no fue puesta por el país vecino, fue autoimpuesta por nuestros industriales ante un reclamo de los ganaderos brasileros.
La historia es larga y compleja de explicar, pero a modo de resumen podemos decir que todo nació en 2009, cuando nuestro país introdujo en un mes más de 10.000 T. de leche en polvo a un precio considerablemente menor que el que manejaba el mercado brasilero.
Esto provocó la explosión de la CNA (Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil) que inmediatamente reclamó a su gobierno una intervención. Las autoridades de ese momento manifestaron que no había ningún margen de acción por los acuerdos del Mercosur, pero los ganaderos continuaron operando para frenar nuestra leche en polvo.
Luego de reuniones con los empresarios argentinos, y ante la amenaza de una denuncia ante la OMC por Dumping, se llegó a un acuerdo entre privados estableciendo en ese momento una cuota de 3.600 T. al mes de leche en polvo.
El año pasado recién se pudo ampliar la cuota ya sí con una fuerte operación del gobierno argentino que presionó para que el acuerdo se flexibilizara. La cuota fue ampliada hasta las 5.000 Toneladas, y vence el 31 de mayo de este año.
El 1 de junio, técnicamente el mercado brasilero queda liberado, por lo que no hay mejor oportunidad que esta para lograr que no se vuelva cuotificar un destino importante para nuestros lácteos. Los industriales han manifestado cierta preocupación por las presiones que puedan recibir por parte de los ganaderos brasileros para renovar el acuerdo, pero difícilmente encuentren eco en el gobierno de Temer a una barrera dentro del Mercosur.
Llegó la hora de dejar correr su curso a los hechos y ampararse en las reglas generales vigentes.
Autor: Damián Morais
Fuente: EDairyNews