Los CEO de Danone, Tecpetrol, Telefónica, HSBC y Accenture contaron cuáles son las claves principales de sus planes a largo plazo y cómo trabajarán para hacerlos realidad
Sus agendas de largo plazo tienen impresos en tinta indeleble temas coincidentes, como recursos humanos, tecnología, conocimiento, sustentabilidad y contexto. Son éstas, justamente, las principales claves para un futuro optimista que enunciaron cinco CEO participantes en la cuarta y última jornada del ciclo «Management 2020. Hacia el liderazgo del futuro», que organiza la nacion y Accenture.
Moderados por Diego Cabot, editor de Economía & negocios, hicieron un paseo por lo que esperan que será fundamental en los años por venir Carlos Ormachea, de Tecpetrol; Eduardo Caride, de Telefónica; Gabriel Martino, de HSBC; Henri Bruxelles, de Danone, y Sergio Kaufman, de Accenture. Con énfasis en los temas comunes que surgieron de este encuentro, cerró el ciclo Guillermo Rivaben, CEO de la nacion.
Ormachea empezó por poner una sonrisa y apeló a una paradoja. «Nuestra mirada a largo plazo es a cuánto está cerrando el WTI [barril de petróleo] hoy», ironizó. La aparente contradicción, que el directivo señaló adrede, vino a cuento del derrumbe que tuvo en los últimos meses el precio del crudo, algo crucial para su compañía. Enseguida dijo que los temas de fondo para cualquier proyecto de largo plazo son los mismos que los de corto plazo, pero ajustados por la coyuntura.
¿Cuáles son esos temas para el ejecutivo? Los recursos humanos, fundamentales en cualquier proyecto; la tecnología, y el contexto. «Pongo primero a los recursos humanos. Creemos que el valor se crea con el conocimiento, que es lo que da una ventaja competitiva. Por eso, tenemos un plan de invertir en la gente, en investigación y desarrollo», comentó.
Tecpetrol tiene un sistema de educación continuo y cinco centros de investigación y desarrollo en el mundo, en los que la gente hace investigación aplicada para dar solución a las necesidades del cliente. Al final del día, esto se traduce en una cultura, basada en valores, como profesionalismo, meritocracia, transparencia y espíritu emprendedor.
La tecnología, dijo Ormachea, debe ser un factor común en todas las industrias, pero en la petrolera tienen ejemplos recientes de cómo ésta puede cambiar un proyecto. Rupturas tecnológicas pueden modificar el contexto. «Por ejemplo, los hidrocarburos no convencionales. Eso es producto de adelantos tecnológicos, como la perforación direccional y el sistema de fracking [fractura de la roca por presión de agua para generar porosidad y liberar el hidrocarburo]», subrayó el directivo.
En cuanto al contexto, Ormachea dijo que se debe ver hacia dónde va el mundo en tema de precios. «Yo miraría tres cosas en un plazo de 10 años -confió-. México y su reforma energética, que abre el sector a la inversión privada; Venezuela, que puede verse obligada a cambiar su política y abrirse también a la inversión privada, y la Argentina, con Vaca Muerta, donde hay una oportunidad enorme.»
En el mundo de la telefonía, Caride puso el foco del largo plazo en la tecnología. «Estamos ante una tercera Revolución Industrial, que es la digitalización, que permite la conectividad. Esto es de tal magnitud que creo que todavía no hemos visto el impacto que causó en las industrias», explicó.
Habló de tres olas. La primera fue la conectividad de los hogares (telefonía fija); la segunda, la conectividad de las personas (móvil), y la tercera es la conectividad de los elementos o las cosas. Esto sumado al almacenamiento de datos, que hoy se conoce como la Nube, modificará casi todos los procesos. «Es una transformación distinta a la que vivimos antes. Hablamos de disrupción en todos los procesos y tenemos una discusión interna para decidir si eso debe venir de adentro o de afuera», afirmó.
Telefónica piensa en un 2020 hiperconectado y vislumbra cuáles son las habilidades que deberá tener para prestar servicios por encima de la conectividad. «Hoy en día ya está lleno de prestadores de servicios por arriba de la Red, como WhatsApp, por ejemplo», dijo el ejecutivo.
En un mundo de cambios tan vertiginosos es difícil manejar el tema de dónde poner la inversión, ya que se puede invertir en una tecnología que en poco tiempo quede obsoleta o superada por otra. «Lo hacemos con mucha dificultad -contó Caride-. Hacemos una estimación de cuánto va a durar la tecnología y vemos que cada vez los ciclos son más cortos.»
¿Qué buscamos para HSBC Argentina?, se preguntó Martino. «Posicionarnos como el banco regional líder», se respondió. Para ello, dijo, prestan mucha atención a la gente, los recursos humanos. «En ese sentido, la Argentina es un semillero», remarcó.
La tecnología también cumple un rol importante, tanto que HSBC va a lanzar en junio en el mundo una aplicación para entrar en la cuenta bancaria e incluso interconectar las cuentas. «Sigue cierta demanda de presencia física del banco, pero hoy la mayor parte de las transacciones se hacen por teléfono o por computadora. Con el tiempo, la gente no debería tener que ir al banco, salvo para temas puntuales», subrayó el CEO.
HSBC quiere traer a la Argentina las tendencias que se aplican en el mundo. Por ejemplo, que el renminbi sea una moneda de intercambio. «Hay mucha infraestructura para financiar y como banco líder tenemos que ayudar a que las firmas locales se inserten en el mundo», dijo Martino.
Danone, en tanto, tiene una agenda a largo plazo que consiste en tres ideas base: evolución del alimento y su impacto en las personas; la sustentabilidad, y los modelos organizativos que permitan justamente lograr la evolución de la alimentación.
Desde Danone quieren llegar a la salud por medio de los alimentos y a la mayor cantidad de personas. «Hoy no comemos como nuestros abuelos y algo que cambió eso fue la hiperurbanización. Entonces, deberemos mejorar la nutrición en nuestros productos y cómo nos adaptamos a las diferentes comunidades con soluciones saludables», explicó Bruxelles.
También deberán hacer una planificación del uso de los recursos, porque hay algunos que son escasos, como el agua, la leche, el plástico. «Por eso tenemos un programa de reducción de la huella de carbono y del uso del agua», acotó el CEO.
En lo que hace a los modelos organizativos, en Danone ven que los consumidores querrán participar cada vez más en la elaboración del producto. «Otro desafío es ver cómo integramos a las generaciones más jóvenes para las que la sustentabilidad y trazabilidad es muy importante», remarcó Bruxelles.
Por último, Kaufman se mostró muy optimista respecto de lo que vendrá. «El futuro es como una flecha y tiene tres puntos fundamentales -explicó-. Uno es el conocimiento, porque cualquier estrategia que no lo incluya está destinada al fracaso; otro es lo digital, y por último está la diversidad, porque no imagino un mañana sin un boom de diversidad.»
Al responder por qué hay tanto optimismo en Accenture, donde continuamente se contrata gente, Kaufman respondió que eso se basa en que el pool de servicios y de conocimiento está creciendo. Y la Argentina se ha posicionado en los últimos años de un modo muy fuerte para prestar servicios al mundo. «Tenés la materia prima para crecer y tenés la necesidad del otro lado», concluyó el CEO.
Por Carlos Manzoni | LA NACION