La Mesa Nacional de Productores de Leche consideró la semana anterior, convocados por el legislador Jorge Chemes, durante una presentación realizada ante integrantes de la Honorable Cámara de Diputados que “todavía es muy importante la participación de los tambos chicos en el total de establecimientos tamberos”, lo cual requiere “políticas de atención y mejoras de la productividad diseñadas específicamente para este estrato”.
Coincidiendo con lo expresado en un comunicado que sintetiza la situación de la producción primaria y del abastecimiento de leche en la cadena láctea argentina, “el sector de la producción lo integramos aproximadamente 11.000 tambos que ocupan alrededor de 57.000 personas como mano de obra directa y otro tanto en personal indirecto que van desde nutricionistas, veterinarios, asesores agrónomos, subcontratistas, proveedores de insumos, alambradores, contralores de calidad”, entre otros, dijeron.
La producción obtenida de esos tambos se logra “ordeñando diariamente un plantel de aproximadamente 1.700.000 vacas y manteniendo otro tanto entre los distintos componentes que conforman el rodeo total de animales de tambo”, indicaron.
En tanto, la producción diaria de leche ronda los 31,5 millones de litros que posibilitan los 11.500 millones de litros anuales, que el pasado año se vieron sensiblemente superados.
Esta cantidad de leche se procesa en algo más de 1.000 usinas lácteas “donde cabe destacar la gran dispersión existente sobre la capacidad de procesamiento que componen las mismas”.
El 54,5 por ciento de la producción nacional lo industrializan 11 empresas. “Y si evaluamos en términos económicos cuánto representa el sector lechero argentino tenemos que a salida de fábrica y con un precio de 3,198 pesos el litro de leche procesada tenemos un total de 37.096.800.000 pesos equivalentes a 8.431 millones de dólares a razón de 4,40 pesos el dólar”, señaló la MNPL.
Considerando “a precios de góndola el monto del negocio de la lechería supera los 12.700 millones de dólares”.
“La producción mostrada fue lograda con una cantidad de tambos que fue disminuyendo significativamente desde 1992 al 2001 y un estrato de tambos desde el 2001 al 2011 que reúne a los aproximadamente 11.000 actuales”, señaló la entidad.
En el período 2001 a 2011 el tambo medio pasó de 1.600 a 2.700 litros por día, lo que implica un crecimiento anual acumulado del 5,7 por ciento, que se tradujo a su vez en una importante modificación en la estructura de abastecimiento de leche en la Argentina, “aumentando significativamente la participación de los tambos más grandes”.
Para destacar la importancia del mercado internacional en el desempeño de la lechería argentina, se ha simulado una proyección de la producción de leche (a una tasa del 3,5 % anual) y del consumo interno (con aumentos de 2 litros/año en el consumo per cápita), y por diferencia se obtiene la necesidad de exportación mayor. Es por eso que la cadena lechera tiene el desafío de mantener y mejorar su competitividad y para ello deberá avanzar decididamente en la agenda de trabajo para el desarrollo y la consolidación sectorial; en las inversiones tecnológicamente aptas y en escala adecuada para la competitividad Internacional; en el desarrollo del comercio exterior; en la revisión de las pautas de ajuste salariales; en la revisión del método de fijación de precios al productor; en la mejora de la transacción comercial producción –industria; en la reformulación de las pautas de incrementos de precios para el mercado interno; en la reinstalación de los reintegros a las exportaciones; en el financiamiento en términos especiales para las inversiones; y en profundizar la articulación público-privada para lograr la sustentabilidad del crecimiento.
http://www.diariolaopinion.com.ar/Sitio/VerNoticia.aspx?s=1&i=54766