La intensificación de la producción no significa un solo modelo en producción de leche. Todavía queda mucho por hacer en los sistemas base alfalfa, y muchos van logrando mayor eficiencia, paso a paso. El Establecimiento El Sol SH, en Sanabria (Cba.) es uno de los ejemplos.
En este último tiempo, la zona central de Córdoba se comporta atendiendo las insistentes definiciones de decenas de especialistas, respecto a lo errático e irregular que son sus lluvias. Es que se trata de una zona semiárida, con tendencia a asumir momentos como Pampa Húmeda, pero se trata de una zona subhúmeda. “Sucede que a veces nos malacostumbramos cuando nos llueve bien, y perdemos de vista esa perspectiva; y se ha llegado a realizar hasta tres cultivos en un lote en un año y eso es un error”, apunta Sergio Dequino, jefe del Inta Villa María. Así por ejemplo en 2012 se cerró “un año excelente de lluvia con 100 milímetros por encima del promedio histórico, y resulta que enero de 2013 fue el segundo más seco de la historia del registro del Inta, que realiza estadísticas desde 1958, lo que muestra las divergencias del territorio”.
En cuanto a la evolución de los cultivos se pueden delimitar dos grandes zonas, si se toma como referencia a Villa María. Hacia el sureste, sur y suroeste de la ciudad (desde La Herradura hasta Etruria, Pasco, Ucacha y más allá), la mayoría de los cultivos se encuentran con un buen estado y sin restricciones aparentes de humedad edáfica. “La situación no es tan alentadora en los campos ubicados al noroeste, norte y noreste del punto de referencia (con especial énfasis hacia Arroyo Algodón y La Playosa, donde muchos lotes son de menor calidad), ya que la mayoría de los cultivos sufren un marcado estrés hídrico y golpes térmicos”.
La lechería amaga con recuperarse
La lechería en la zona ha sufrido varios avatares, y viene de un 2012 muy malo, aunque hoy se exhibe una leve recuperación en los precios.
El precio de la leche en enero de 2013 se ubicó alrededor de 15% por encima del mismo mes de 2012, tanto en pesos por proteína, como en términos de pesos por litro. Y subió 3,7% sobre el mes anterior, es decir sobre diciembre de 2012. “De esta manera, corriendo de atrás, la recuperación dio un nuevo pasito. Igualmente, la situación es complicada, porque las industrias necesitan más leche, pero no siempre pueden ir remontando el precio al ritmo que los tamberos necesitan, y así la producción va a tardar en poder crecer nuevamente”, dicen los tamberos de la Caprolecoba; y añaden: “Es muy importante hacia el futuro que este proceso actual de recuperación del precio de la leche se pueda mantener. Porque están en juego perspectivas productivas, económicas, y también sociales. Y la promesa de siempre, de alcanzar en este sector niveles de crecimiento y desarrollo mucho más trascendentes, estables, y acordes con su potencial competitividad.
Con esta mirada condice Juan Ezenga, la cara visible del establecimiento El Sol SH, en la zona de Sanabria. “En 2012 el balance fue tirando a negativo, sobre todo en los precios”. De cara al 2013, Ezenga dicen que en El Sol SH se va a seguir con la misma política que se viene aplicando en los últimos tiempos. “Cuando hay números negativos, uno hace la del oso, o sea Inverna, para no hacer grandes gastos. En la época con buenas perspectivas, que estimo tienen que venir, veremos como ajustamos para producir más”. Cabe señalar que en su explotación se promedió en 2012, una producción de 24 litros por vaca, una cifra muy superior a la media nacional.
El área de alfalfa no se negocia
“Desde hace mucho tiempo que nosotros definimos que en nuestros tambos, por lo menos el 50% del área sea sembrado con alfalfa. Es el sistema elegido, aunque hoy tenemos un sistema semi-intensivo, podemos ir a un intensivo pero sin descuidar lo que veníamos haciendo en nuestro establecimiento a nivel histórico. Siempre buscamos materiales que nos den persistencia, y que se adapten bien a nuestros suelos”, señala Ezenga.
Reflexionando sobre el campaña alfalfera 2013, y evaluando situaciones, previo a la gran lluvia en la zona de Villa María (fue superior a 100 milímetros), la ingeniera Mónica Moretto, miembro del Inta Vila María, indicó: “Hay que hacer buenos barbechos, buscar semillas de calidad, para lograr buscar una cobertura inicial de la semilla, del brote de la alfalfa. Esto creo que sería una receta elemental, acotada y sencilla para poder empezar y lograr una implantación correcta”.
Implantar una alfalfa pura tiene un costo entre 1700 y 2000 $/ha, resultando la siembra directa levemente más económica que la convencional.
Por otra parte, el ingeniero Mario Giovani, novel integrante de El Sol SH, y encargado de la producción de alimentos en los campos de la firma, que proveen comida a los cuatro tambos, subrayó: “Nos manejamos con una rotación, dependiendo del año, con un 50% pasturas en base a alfalfas. Durante el invierno, el rodeo pastorea verdeo de invierno, con avena y raigrás, y suplementamos con rollos de alfalfa (henolaje) producidos en el mismo campo. Durante el verano se siguen pastoreando las alfalfas, y a su vez, en una determinada superficie se pastorea maíz, generalmente en un estadio Vt (panojamiento), aunque este año fue algo atípico ya que la sequía apuró algunos lotes, y la realidad fue distinta”.
Lo central en el sistema que propone El Sol SH, en donde se pone por delante de otros factores la calidad de vida y un estilo de vida rural (la mayoría de sus miembros vive en el campo) es que de total de materia seca consumida a lo largo del año, entre el 80 al 85% debe ser recolectado por los animales a campo, mediante pastoreo.
En El Sol SH, la totalidad de las alfalfas se hacen en labranza convencional, con doble acción y sembradora convencional, en tanto que el resto de los cultivos se hacen en siembra directa. Se aplica la tecnología más adecuada y se le da mucha importancia a las reservas, en especial a la calidad de rollos de alfalfa.
Un aspecto que ha generado mucho debate en los últimos años es la densidad de siembra y sobre el particular, Giovani, puntualizó: “Es importante en primera medida conseguir semillas de excelente calidad para asegurarnos un buen stand de plantas en el nacimiento, tras eso, la densidad es una de las variables a manejar. Creemos que el incremento de la densidad ayuda en gran parte a mantener un stand de plantas mayor, pero siempre que sea acompañado del manejo agronómico correcto de la alfalfa, sobre todo control de malezas y plagas al inicio. Por supuesto que el aumento de la carga animal mete un desafío adicional sobre todo cuando el sistema está armado para que el animal pastoree, pero tratamos de comenzar bien y la densidad es una de las variables”.
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