Además de la situación desfavorable del mercado en todo el país, hace 15 días que las usinas lácteas de la región pampeana no les compran a los 25 tamberos mendocinos.
La crisis lechera en la que está inmerso el país ahoga también a los productores mendocinos. Desde hace 15 días, las usinas lácteas de la región pampeana dejaron de comprarles a los tamberos de Mendoza y agudizaron así la situación provincial.
Aunque fueron implementadas a partir de 2012, las trabas a las importaciones asfixian hoy más que nunca a las economías regionales. Según Edgardo Santilli, productor lechero de Lavalle, “hace unos años, cuando comenzó el problema, por lo menos podíamos vender algo; tal vez salíamos derechos. Pero ahora no vendemos nada directamente. Estamos muy complicados”.
En Mendoza, existen 25 productores que se dedican a la lechería. A pesar de que 11 de ellos fueron asistidos tecnológicamente por la Dirección de Ganadería provincial con ordeñadoras eléctricas, la mayoría considera que la situación es crítica. Además, contaron que los alicientes como “Lácteos para todos” o el crecimiento de la fábrica vernácula Yogurlac no alcanzan.
“Antes producíamos por día 1.500 litros; hoy, la mitad. Desde fines de mayo que Milkaut no viene a comprarnos más porque explicaron que tiene mucho costo de flete”, señaló Leonardo Guercio, de Tambos Guercio.
Las restricciones para comercializar lácteos a otros países obligó a que las ventas se circunscribieran al mercado interno y, al ser más reducido, las grandes usinas fueron abortando los lazos con los tamberos.
“Pasa lo mismo que con la vitivinicultura. Las bodegas tienen el vino en las piletas y tanques, y por eso no les compran más a los cosechadores. Con la industria lechera, sucede igual: las grandes fábricas dejaron de comprarnos porque tienen menos demanda que antes”, explicó Santilli.
“Originalmente, ordeñábamos 2.000 litros diarios y hoy estamos alrededor de los 1.200, y para no tener más pérdidas, tuvimos que vender animales. Por más de que estemos en un momento muy malo, vamos a tratar de sostener el negocio porque es lo que nos enseñaron los viejos y los productores. Nunca fuimos ágiles a los cambios”, confesó Santilli.
Los precios siguen subiendo
La crisis que aqueja al sector y golpea a los productores regionales no da tregua e impacta fuerte en los bolsillos del cliente. Aunque la demanda se haya reducido, a contramano de la teoría económica, los precios de los lácteos aumentaron en algunos casos hasta 40% en 10 días.
Los motivos que señalan los productores son los costos de transporte, producción y personal.
Crisis lechera
►Aunque fueron implementadas a partir del 2012, las trabas a las importaciones asfixian hoy más que nunca a las economías regionales
►Existen 25 productores lecheros. Y a pesar de que 11 fueron asistidos por el Estado, la mayoría describe que la situación es crítica
►Aunque la demanda se haya reducido, a contramano de la teoría económica, los precios de los lácteos aumentaron hasta 40% en 10 días
La planta que se prometió y nunca se concretó
En noviembre de 2013, la Municipalidad de Las Heras junto con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Ministerio de Desarrollo Social de Mendoza anunciaron la creación de una planta lechera para reanimar la industria, que desde aquel entonces ya mostraba falencias.
La cuenca láctea sería administrada por una cooperativa y se instalaría en el parque industrial de la comuna. Sin embargo, la iniciativa se esfumó y el proyecto quedó en la nada.
La virtual posibilidad de que los propios productores adquirieran las herramientas para pasteurizar la leche y poder comercializarla directamente evitando algunos eslabones en la cadena de distribución hasta ahora no pudo ser.
Hoy, una de las pocas alternativas que tienen los tamberos es venderle a Yogurlac, una empresa mendocina que comercializa sus productos en el Mercado de la Terminal y la itinerante propuesta Lácteos para todos. La otra opción que queda es salir a vender puerta por puerta sin garantizar las condiciones bromatológicas.
►»La calidad de la leche Yogurlac es superior a la de La Serenísima: mismos estándares bromatológicos, pero es más fresca y no está diluida en agua” (Luciana Acevedo, ingeniera agrónoma).
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