#Argentina: Los avatares de vender a Venezuela

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Ambos países cubren sus carencias con un acuerdo basado más en la política que en los negocios. Córdoba encontró su lugar y multiplicó por cuatro sus exportaciones a ese destino. El problema es la cobranza de las operaciones.
Argentina y Venezuela sufren carencias y uno tiene lo que tanto necesita el otro. Las dos naciones son socias del Mercosur y sus dirigentes están políticamente alineados. Sin embargo, el comercio entre ambos países no es sencillo.
El intercambio comercial más importante se rige por convenios desde los tiempos del presidente argentino Néstor Kirchner y su par venezolano Hugo Chávez, rubricados ahora por sus continuadores Cristina Fernández y Nicolás Maduro.
En este marco, entre 2005 y 2008 Argentina obtuvo fondos por 5.600 millones de dólares mediante la venta de bonos y luego combustible.
A su vez, Venezuela recibe alimentos y equipos. Su capacidad agropecuaria no cubre sus necesidades de alimentación y su industria no alcanza a fabricar la cantidad requerida de tecnología básica para el campo y la obra pública.
Entre 2005 y 2012, Argentina elevó sus exportaciones a ese destino de 513 a 2.225 millones de dólares, período en el cual las importaciones oscilaron entre 32 y 15 millones de dólares.
En este marco, un grupo de empresas cordobesas encontró oportunidades de negocios y permitió que en ese lapso las ventas provinciales a Venezuela se multiplicaran por cuatro.
Tractores y lácteos. Los convenios bilaterales incluyeron desde un inicio la exportación de tractores argentinos. Estos equipos y las partes para cosecha y trilla están entre los 10 principales rubros de las exportaciones cordobesas.
El caso paradigmático es Pauny, que inició el envío de tractores en 2006 y luego ayudó a montar Ensambladora Pauny Venezuela, gerenciada por la firma venezolana Pedro Camejo, adonde envía en formato CKD (desarmados). En 2012, exportó 450 unidades, el 25 por ciento de su producción; 50 de estos tractores se exportaron a Cuba.
Según su vicepresidente, José María López, ahora sumaron motoniveladoras y equipos viales y para este año exportarán 600 o 700 unidades.
Los acuerdos incluyeron también lácteos, a punto tal que en 2012 Venezuela fue el principal destino de las exportaciones lácteas argentinas, con el 26,3 por ciento del total. El año pasado, Argentina vendió por 1,5 millones de dólares, sobre todo leche en polvo, leche modificada, quesos de pasta blanda y semidura y suero, según el Ministerio de Agricultura.
De los 10 principales rubros exportados por Córdoba a Venezuela, 36 por ciento son leche, crema, queso y requesón, según la agencia ProCórdoba.
Sancor fue otro caso referencial. A fines de 2006, Chávez aportó 80 millones de dólares que permitió a la empresa renegociar en 2008 la deuda con sus acreedores. Lo particular fue que este préstamo se paga al Gobierno venezolano hasta 2020 con leche en polvo al valor del momento de cada entrega.
Sergio Montiel, vocero de Sancor, advierte que lleva cancelados 20 de los 80 millones y, además, exporta por separado leche en polvo en bolsas de 25 kilos y leche UAT (larga vida) para planes alimentarios estatales, lo que suma entre 40 mil y 50 mil toneladas anuales.
A esto se agregan otros productos como el aceite de soja, hoy incorporado a la dieta de los venezolanos y que representa 14 por ciento de las exportaciones cordobesas a Venezuela, como también maíz, vehículos y autopartes, según indica Roberto Rossotto, director ejecutivo de la agencia ProCórdoba.
Cobro particular. Lo verdaderamente particular es cobrar las ventas que se hacen a Venezuela, una tarea para nada sencilla. Si las operaciones están incluidas en los acuerdos oficiales o si la venta se hace al Estado, la rendición puede tardar entre 60 y 90 días sin mayores inconvenientes.
Pauny cobra a través de un fideicomiso que administra el Banco Nación, en Buenos Aires, aunque a veces recibió pagos de PDVSA, la petrolera venezolana, en parte, por su operatividad internacional pero, además, porque es la punta de lanza de las inversiones venezolana en el extranjero.
Por su parte, las empresas lácteas, que hasta ahora vendían al Ministerio de Alimentación venezolano que se encargaba del pago, debieron cambiar ya que un ordenamiento encabezado por Maduro determinó que también pasaran a cobrar a través del fideicomiso.
El problema es serio para las empresas que exportan por fuera de estos convenios ya que Venezuela tiene restricciones más fuertes que Argentina para el envío de pagos en dólares al exterior.
Una exportadora cordobesa de sillones para odontólogos, que pidió reserva de su nombre, mantiene sus envíos aún cuando muchas veces no puede cobrarlos ya que el importador no recibe la autorización estatal para el pago al exterior.
Venezuela tiene diferentes tipos de cambios y, por ende, un mercado informal que suma varios problemas. “Esto genera prácticas poco transparentes, como sobrefacturación para sacar dólares a precios oficiales y ponerlos en el mercado paralelo”, dice un industrial cordobés que pidió reserva del nombre.
Estos problemas para cobrar frenaron el interés de Córdoba en Venezuela. Hace casi cuatro años que la provincia no realiza una misión comercial a ese país y el gobernador José Manuel de la Sota ya estableció que, por ahora, no se lo visite. La agencia ProCórdoba sólo asiste al empresario que ya trabaja en ese mercado y, por algún problema puntual, necesita viajar a la República Bolivariana.
10.000 automotores por año enviará Argentina a Venezuela, en el marco del reciente acuerdo firmado por Cristina Fernández y Nicolás Maduro, señala el despachante de Aduana, Francisco Constable.
El acuerdo también incluye maquinaria agrícola, lácteos, tecnología industrial y comercial, energía y productos avícolas, cárnicos, oleaginosas y cereales. Según versiones del mercado, Renault Argentina estaría preparándose para enviar sus unidades.
2.225 millones de dólares sumaron las exportaciones argentinas a Venezuela en 2012, mientras que las importaciones desde la República Bolivariana llegaron a 25 millones de dólares.
http://www.lavoz.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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