Escribir una nota editorial en momentos como éstos es realmente difícil. El precio al productor es prácticamente el mismo desde hace dos años y tanto la producción como la exportación se avizoran estancadas, mientras los precios al consumidor siguen subiendo. 
Los insumos acompañan a un dólar deprimido y los precios de la leche para exportar no son suficientes. Hay quienes ven en la recuperación del último mes, esperanzas para el futuro (¿será agarrarse de un fierro caliente?), otros dicen que la recuperación se verá en el segundo semestre cuando decae la oferta del hemisferio norte. La tendencia histórica muestra que los precios internacionales hoy se asemejan a los de hace más de siete años y las fluctuaciones de los últimos tiempos han provocado desaliento en los productores europeos como cuando pilas de leche en polvo se acumularon por los subsidios hace treinta años.
Lo cierto es que el nuestro es un negocio difícil y para pocos. Es más, cada vez somos menos y la producción, concentrada en menos manos, es prácticamente la misma que hace 15 años.
En este marco, la única posibilidad es subsistir teniendo una máxima eficiencia, tener más resto que los competidores y buscar la mejor relación peso invertido-precio final que permita tener un ingreso mínimo pero posible. Algunos hemos tenido que bajar expectativas de vida, otros las suplen con ingresos de otros rubros (soja o no agropecuarios). Lo cierto es que con la leche hoy se sobrevive y mal y tal como están las cosas, quedarán (y a lo mejor verán sus frutos) los que puedan aguantar.
Unidad
Más que nunca creemos que la solución es unirse en una sola entidad, tener fuerzas para equilibrar discusiones y continuidad económica para que esto sea posible, profesionalizando las opiniones y no teniendo que empezar de nuevo cada vez. Sabemos que no todo es precio y que éste es consecuencia de muchos factores. Pero que resolviendo problemas estructurales, sobre, por ejemplo, cómo vendemos la leche, pueden ayudar a que este negocio sea un poco más equitativo y posible para la producción.
Esta es nuestra bandera y esperamos sea la de todos los productores lecheros. Los que quedamos y para que quedamos.
Por Unión General Tamberos
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