El director de la SRA y productor lácteo se refirió a la baja en la exportación producto de una caída de la producción.Los tambos enfrentan un -largo- momento difícil. Ahora, se difundió, según datos del SENASA, que la exportación de lácteos cayó en el primer trimestre del 2013 un 24%, en relación al mismo período del año anterior. Esto es consecuencia, se cree, de una mala situación climática y la caída de la producción de los tambos. Máximo Russ, director de SRA, responsabilizó de esta situación a las intervenciones de la secretaría de Comercio.
Para Russ, la caída de la producción de leche «es visible», y «se debe a varios factores». «En parte, es cierto el tema climático, que fue adverso en la primavera y las vacas sufrieron mucho. Pero además tenemos el cierre de tambos, muchos productores en problemas financieros que no pueden alimentar a sus vacas como es debido».
Si bien desconfía de las estadísticas oficiales (el ministerio de Agricultura habla de 11,6 mil millones de litros de producción anuales, de los cuales 2,8 mil millones van a exportación), y asegura que no hay «datos confiables en el país», luego se arriesga en asegurar que «la baja en la producción de año a año ronda entre el 10 y 20%».
«Para llegar a ese 24% menos de exportación, hay que sumarle que, al bajar la producción, el secretario de Comercio dificultó la exportación», recordó.
«La teoría de Moreno es que, si libera las exportaciones, teme que salga más leche hacia el exterior y falte en mercado interno. Lo cual es ridículo, porque en Argentina hace años somos exportadores netos. Siempre exportamos entre 10 y 35% de la producción», añadió.
«Lo que el secretario de Comercio no quiere es que haya una competencia entre mercado interno y exportación. Piensa que puede regular mejor los precios si regula las ventas al exterior, con lo cual arma un zafarrancho y los que podrían recibir parte de esa renta no lo están recibiendo», aseveró.
Russ advirtió que en la actualidad los costos de producción están por encima de lo que perciben, por lo que «esto se traduce en endeudamiento y productores que desaparecen». Además, «queda mucha gente en la calle. El tambo es una labor mano de obra intensiva».
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