#Argentina: La meta de un programa de calidad de leche: la ordeñabilidad

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Los exigentes pagos por calidad de la industria lechera al productor, las pérdidas económicas derivadas de la mastitis y el elevado costo de los animales de reemplazo han hecho que el ganadero demande los servicios de asesoramiento en calidad de leche como parte determinante de la rentabilidad de su explotación.
La instalación de modernos sistemas de ordeño en explotaciones cada vezmás dimensionadas junto a la cada vez más común presencia de mano de obra no cualificada en los fosos de ordeño, nos lleva a que más allá de dar solución puntual a las mamitis y a altos recuentos celulares en tanque, intentemos transmitir el concepto de ordeñabilidad del rebaño como el estado de máxima excelencia en cuanto a ordeño y aptitud para el ordeño se refiere.
En nuestras visitas a las explotaciones el ganadero suele reclamar la atención sobre problemas que surgen en la actividad del ordeño o bien son consecuencia o causa de la mamitis, como son el ordeño de vacas duras, vacas que no bajan la leche, etc. Estos problemas tienen en la mayor parte de las casos un nexo común: el desconocimiento del ordeño de vacas de leche y la práctica reiterada de malos hábitos de ordeño.
Además, problemas graves y sostenidos de calidad de leche en no pocas ocasiones esconden tras de sí algunos de los siguientes aspectos:
Deficiencias en el equipo de ordeño.
Fallos en la alimentación.
Fallos en el manejo reproductivo.
Problemas podales.
Política de reposición inadecuada.
Manejo inadecuado de la recría y del periodo de transición.
Deficiencias en las instalaciones, en el confort.
Falta de definición de tareas y organización del trabajo en las explotaciones.
Que lo anormal se considere normal porque aquello siempre estuvo o se hizo así y nunca nadie había dicho lo contrario es constante en muchas explotaciones.
Las claves del buen manejo (Juaristi, 2006) pasan por:
El mantenimiento constante del confort e instalaciones adecuadas a las necesidades reales de las vacas.
Monitorización del consumo de materia seca, máxima calidad de los forrajes y relación constante con el nutrólogo.
Una adecuada rutina de ordeño.
El rol del asesor en calidad de leche es lograr que a través de una glándula mamaria sana la vacamanifieste todo su potencial genético, mientras la alimentación se lo permita y en forma rentable, y hacer comprender al productor y ordeñador qué es lo que se entiende por leche (Dupuy, 2003).
La Federación Internacional de Lechería y la Comisión del Códex Alimentarius definen la leche como el producto del ordeño higiénico, regular, completo e ininterrumpido de las vacas sanas y bien alimentadas. Se define así la leche desde una perspectiva zootécnica como el producto de una actividad, el ordeño, cómo ha de ser este ordeño y cómo han de estar las vacas que se ordeñan:
Higiénico. La higiene es el fundamento de todos los procesos y fases de la tecnología e inspección de los alimentos con destino al consumo humano. La rutina de preparación de las vacas para el ordeño es la consecución del ordeño higiénico de pezones. La higiene externa del equipo de ordeño y el confort de las vacas en las instalaciones determinan la calidad del proceso. La higiene interna del equipo determina junto con la cadena del frío la calidad bacteriológica.
Regular. Intervalos entre ordeños regulares para una producción rentable. La rutina de ordeño además de efectiva será siempre idéntica, regular, constante. La vaca es un animal social, de costumbres y hábitos regulares.
Completo. El volumen de leche residual en la ubre tras el ordeño será compatible con la inexistencia de daños en pezones derivados de sobreordeños.
Ininterrumpido. Mantener un nivel de vacío estable en punta de pezón para conseguir altos flujos de leche de manera continua.
Vacas sanas y bien alimentadas. Condiciones adecuadas de confort y manejo en la recría, transición y lactación para expresar el máximo potencial genético, y una transición adecuada que minimice las patologíasmetabólicas del periparto y que garantice altas y persistentes curvas de lactación.
Las rutinas de preparación en los modernos sistemas de ordeño requieren y son más eficientes con altas producciones, ya que estas favorecen la implantación de rutinas secuenciales en sistemas de ordeño muy dimensionados. Manejar adecuadamente los forrajes en el proceso de ensilaje, el frente de silo en el momento de la extracción, la higiene diaria del pesebre y monitorizar la contaminación microbiológica de los silos adquieren importancia creciente en la tecnología unifeed. Asesorar en calidad de leche es educar para el ordeño.
El ordeñador altamente cualificado debe conocer los fundamentos del ordeño y aplicarlos constantemente para obtener un producto, la leche natural, con características de calidad definida e implícita. La rutina de ordeño es el conjunto de acciones que se realizan de manera repetida y secuencial sobre cada lote de vacas que se van a ordeñar. Se divide en tiempo de preparación y tiempo de ordeño.
La eficacia en el ordeño empieza a ser determinada en el momento en que las vacas son conducidas a la sala de espera. La adrenalina liberada por causa de factores estresantes previos al ordeño como son golpes y ruidos innecesarios, suelos y pendientes inadecuados,… interferirán con la acción de la oxitocina. La etología (ciencia que estudia el comportamiento animal) nos dice en sus principios fundamentales que para entender el comportamiento de un animal deberemos conocer su capacidad sensorial.
El amplia área de visión monocular de la vaca nos hará acercarnos a ella por el frontolateral y de manera cuidadosa, de manera que no nos perciba más allá que con cierto recelo o desconfianza natural. La facilitación social en las vacas determina que el comportamiento se rija en parte por el comportamiento y actitud del resto del grupo. La limpieza y manejo de los cubículos y patios guarda una relación directa con el tiempo de preparación de las vacas para el ordeño.
Las ubres sucias complican la preparación y en casos extremos el ordeñador no podrá dedicar el tiempo suficiente para una preparación visiblemente higiénica. Los fallos más comunes están en el dimensionamiento y confort del cubículo. El tiempo de preparación es el conjunto de pasos encaminados a preparar la vaca para el ordeño. Se necesita un tiempo de contacto físico efectivo con los pezones de unos diez a doce segundos, y un tiempo de apoyo o bajada de la leche de sesenta a noventa segundos.
El tiempo de ordeño o de extracción de leche se inicia con la colocación de la unidad de ordeño y termina con la retirada de la unidad. Será el más corto posible de acuerdo al volumen de leche, consiguiendo altos flujos de leche por minuto. Buscamos ordeñar altas producciones en nuestras vacas y debemos aprovechar el tiempo de acción de la oxitocina con flujos de hasta 5 litros por minuto.
En la rutina territorial, cada ordeñador tiene asignados un cierto número de unidades de ordeño o vacas, y él mismo realiza la preparación y la colocación de la unidad. Es la propia de los circuitos de ordeño, salas tipo tándem, y en ordeños traseros y espinas de pescado. En la rutina secuencial, el primer ordeñador realiza una tarea, seguido por otro que a cierta distancia realiza una segunda tarea.
Nunca dos ordeñadores realizarán la misma tarea en la misma línea de trabajo, pues los tiempos de bajada de la leche están supeditados a la calidad e intensidad de la estimulación de pezones. Es adecuada para ordeñadores que trabajan bien en equipo, con gran exactitud en tiempos y movimientos. Funciona mejor con medias de producción altas, ubres uniformes de buen ordeño y tiempos de apoyo muy igualados. Adecuada en grandes salas en espina y de ordeño trasero.
La sala rotativa representa la rutina secuencial por excelencia. Es la vaca la que se desplaza de un ordeñador a otro, y los procesos que realiza cada uno deben ser constantes y sostenidos para conseguir la máxima eficacia.
La rutina de ordeño deberá:
Tener en cuenta la capacidad de trabajo del ordeñador, maximizarla y educarla.
Facilitar el trabajo del ordeñador en la sala.
Tener en cuenta el dimensionamiento del equipo de ordeño para sacarle el mayor rendimiento posible.
Ser efectiva y acortar el tiempo de ordeño.
Una rutina de ordeño es efectiva cuando se ordeñan pezones limpios, secos y bien estimulados. (A. Johnson). Muchas rutinas de ordeño están instauradas sin que el ordeñador conozca la fisiología del ordeño, destinadas a prevenir contagios y a perseguir bacterias. El fracaso en estas circunstancias está garantizado. El ordeñador debe conocer las bases fisiológicas del ordeño.
Es la vaca quien está en posesión de la leche, y ésta nos la dará si la limpieza y despunte de pezones son efectivos, si se realizan durante el tiempo suficiente para desencadenar el reflejo de bajada de la leche. Si la vaca no esta estimulada, el ordeño se hará de manera traumática mediante la aspiración con una bomba de vacío.
La vaca toma nota y aprende de las sensaciones negativas que le pueda aportar el ordeño, integrándolas como parte de la rutina. El ordeñador deberá lograr que la vaca identifique el ordeño como un momento agradable, y que el tiempo de permanencia en la sala sea el menor posible. Las vacas nos indican que no están cómodas si no entran a la sala de ordeño, si bostean en la sala de espera o durante el ordeño, si no rumian y si patean o tiran la unidad de ordeño.
Colocar la unidad de ordeño de manera oportuna en pezones bien estimulados, teniendo un vacío en colector de entre 39 y 42 kilopascales en máximo flujo y un buen mantenimiento del equipo de ordeño significa conseguir altos flujos de leche de manera continua e ininterrumpida desde el inicio del ordeño. Una adecuada programación de los retiradores automáticos significa disminuir la duración del periodo de bajo flujo de leche por minuto, evitando el sobreordeño final. El trabajo de los retiradores automáticos es consistente (P. Ruegg), no se lo piensa al momento de retirar la unidad de ordeño.
La ordeñabilidad será la extracción de la leche disponible en la ubre en elmenor tiempo posible, ordeñando de manera uniforme y continua los cuatro cuartos y de forma suave y agradable para el animal. El análisis de los tiempos de ordeño que nos brinda la informatización de las salas de ordeño es la manera más eficaz de evaluar la constancia de la rutina de ordeño.
La disminución de los valores de flujo de leche por minuto junto al aumento de los tiempos de ordeño son consecuencia de sobreordeños al inicio del ordeño por falta de preparación y apoyos bimodales. Esto lleva a no conseguir una fase demeseta o pico-flujo sostenida que se traduce en un aumento del tiempo de bajo flujo de leche por minuto al final del ordeño, o sobreordeño final.
La manifestación física del sobreor-deño es la sobrepresión ó aumento de la fuerza de compresión aplicada a la punta del pezónpor lapezonera cuando esta se cierra alrededor del pezón en cada ciclo de pulsación. (G. Mein. 2004). Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado pequeñas para sentirlas hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlas (A. Johnson).
Esta demoledora sentencia refleja el cóctel formado en muchas salas de ordeño por una ineficaz o inexistente rutina de ordeño, la programación inadecuada de los retiradores automáticos, un vacío de trabajo inadecuado y el desconocimiento de los fundamentos del ordeño, coronado por la idea de que la vaca debe ser ordeñada al límite. Si el análisis de los tiempos de ordeño refleja constancia, disminución del tiempo de ordeño y altos flujos de leche, estamos en el camino de lograr la ordeñabilidad del rebaño.
El despunte de los primeros chorros debe ser suficiente en tiempo y superficie de contacto con el pezón para desencadenar el estímulo de bajada de la leche. Se debe abrazar el pezón con la mano en la medida de lo posible y expulsar la leche de la cisterna. Tirar del pezón entre los dos dedos o eliminar lechemientras se limpian los pezones evidencia una preparación incorrecta.
Algunas vacas que llegan a la sala de ordeño soltando leche cisternal se deben preparar de igual modo que las demás vacas y con los mismos tiempos para provocar la bajada de la leche glandular. Una demora excesiva en colocar pezoneras puede provocar un aumento del periodo de bajo flujo de leche al final del ordeño, ya que la oxitocina se degrada y no se aprovecha su acción. Por la misma razón, los cuarterones mamíticos se deberán ordeñar con el uso de separadores al mismo tiempo que los demás.
Evaluar visualmente y al tacto el grado de llenado y turgencia del pezón en el momento de colocar pezoneras es la mejor manerade aprender a ceder la vez a la siguiente vaca y otorgar más tiempo de apoyo. Lograremos disminuir el tiempo de ordeño de la vaca, evitaremos lesiones en punta de pezón y ganaremos en ordeñabilidad.
Hay una buena ordeñabilidad en el rebaño cuando:
Las vacas están tranquilas y entran al ordeño.
Si apoyan la leche en el mismo orden de la preparación.
Si la leche irrumpe con fuerza en los medidores.
Cuando hay una corta duración del periodo de bajo flujo y vemos que la vaca acaba rápido. Nos ayuda a evaluar el trabajo de preparación de los ordeñadores:
La ausencia de leche de despunte.
La falta de uso de las copas de predip.
El grado de llenado de pezones en el momento de colocar las pezoneras.
El uso indiscriminado del ordeño en modo manual y de la oxitocina.
La puntuación de los esfínteres de los pezones.
Si se olvida o no se hace el despunte cuando el técnico realiza el test de California debe evaluarse como el rechazo a realizar esta labor.
El ordeño en modo manual termina en un sobreordeño al final del ordeño, con el consiguiente daño a los esfínteres. Esta práctica sobrevalora la cantidad de leche ordeñada a mayores debido al ordeño de la leche residual de los cuarterones.
Si exceptuamos los pezones de anatomía terminada en punta, las vacas puedenmarchar con leche, bien por una preparación inadecuada o porque las lesiones en extremo de pezón debidas al sobreordeño hacen a la vaca dura y lenta de ordeñar. Está muy arraigada la creencia de que la vaca “mal ordeñada” tendrá mamitis y se lleva el ordeño al límite. El empleo más o menos amplio de oxitocina en un rebaño refleja una falta de preparación para el ordeño.
Las vacas llegan a interpretar el pinchazo como parte de la rutina de ordeño, la vaca “espera el pinchazo”. La oxitocina nomejora el ordeño de la vaca dura, ya que esta no tiene acción sobre los pezones (R. M. Bruckmaier). La concepción del ordeño tiende a cambiar con el tamaño del rebaño.
En grandes rebaños se tiende a ganar tiempo, o bien vacas/hora restándole importancia a los procedimientos de preparación. En no pocas ocasiones se elimina o se cuestiona alguno de los procedimientos de la preparación (predip, despunte,…). En pequeños rebaños, el conocimiento del animal conlleva a un ordeño en particular de cada vaca.
Los malos hábitos del ordeñador acaban modelando particularidades anatómicas y funcionales en la vaca que dan lugar a un ordeño caótico de cuarterones en lugar de un ordeño continuo del rebaño. El ordeñador que no comprende su labor adoptará continuamente rutinas inefectivas contra la mamitis que no tienen nunca en cuenta la fisiología de la bajada de la leche ni los tiempos de ordeño.
Si no se comprende el ordeño y el asesor no lo hace comprender, los cambios y recomendaciones serán imperativos, con las connotaciones que ello conlleva y que van desde lo que recomienda el asesor a lo que se entiende y lo que realmente se llega a hacer. En muchas ocasiones, los ordeñadores desarrollan un comportamiento inquisitivo al final del ordeño, como el despunte de las vacas para comprobar si realmente quedan “bien ordeñadas”. En este sentido, lo que es percibido como una imposición (el trabajo de preparación) se desarrolla de manera voluntaria cuando no va a reportar ningún beneficio.
Invirtiendo más tiempo en la preparación se logra una mejor ordeñabilidad y un menor tiempo de extracción de leche. Nunca resulta exitosa la decisión de incrementar la eficiencia de la sala a través de un procedimiento de preparación pobre o ejecutado con demasiada prisa. Los grandes dogmas de la mamitis reflejan que cuando se habla de sus causas se habla de lo que a cada uno le parece y no de lo que realmente es.
Son de sobra variados y conocidos:
El recurrente tema de que la mamitis está en las camas.
La vaca que queda con leche coge mamitis.
Los selladores sonmejores cuanto más espesos.
El nivel de vacío de trabajo cuanto más bajo sea menos daño hace.
Las vacas deban permanecer en pie tras el ordeño.
A más frecuencia de ordeño habrá menos mamitis.
Las vacas de más edad tienen recuentos celulares más altos.
Los bajos recuentos celulares son debidos a falta de defensas.
Los agentes atmosféricos como causa de mamitis (el frío, el calor, el viento, la lluvia), • Las estaciones del año como causa de mamitis.
Organizar los establos por vacas mamíticas o grupos de gérmenes y no por producción,… Durante el tiempo de ordeño es muy importante vigilar que éste se desarrolle sin incidencias:
Se debe mantener el alineado de la unidad de ordeño con la ubre y de los tubos largos de leche y pulsación. La existencia de estrangulamientos, acodos y memorias pueden dar lugar a caídas de vacío y flujos turbulentos.
El deslizamiento de pezoneras y la colocación de pezoneras sobre cuarterones ciegos pueden originar una pérdida de vacío en colector.
Es frecuente la inundación de colectores por obstrucción del orificio de toma de aire del colector. En este sentido es importante mantener una correcta higiene exterior del juego de ordeño. En el caso de colectores opacos, estos se deberían de purgar diariamente.
Deficiencias en las válvulas de cierre de los colectores dan lugar a fluctuaciones de vacío acíclicas.
Se debe vigilar regularmente el alineado de las pezoneras y la tensión de montaje. Cambios en la tensión de montaje dan lugar a un aumento de la sobrepresión de la pezonera sobre el pezón en fase de masaje, a un masaje insuficiente en cada ciclo de pulsación y a fugas de vacío.
Se deben comprobar regularmente la existencia de fugas en los tubos largos y cortos de pulsación que den lugar a irregularidades en las fases del ciclo de pulsación.
Aún existiendo retiradores, dependiendo de su tecnología y de la velocidad de acabado de cada animal, en ocasiones podremos adelantarnos a la retirada automática y evitar sobreordeños.
El material de trabajo que se utiliza durante el ordeño es importante dejarlo preparado nuevamente para el siguiente ordeño una vez acabado este (bovinas de papel, trapos, vasos de predip y sellado). No dejar lugar a la improvisación, a las prisas, a ausentarse de la sala y más si la retirada es manual. Cabe recordar que en una hora extra de trabajo, cada pezonera y cada pulsador accionan 3.600 veces adicionales. El ordeñador debe encontrar motivación en su trabajo.
La eficiencia de un ordeñador determina la productividad y la calidad de la leche. El ordeño debe convertirse en una labor rutinaria, simple y especializada. La tarea del ordeñador se reconocerá como de máxima importancia ya que asume el fin último de la explotación que es producir leche de calidad.
El ordeñador debe sentirse responsable de los buenos resultados obtenidos y debe participar en la toma de decisiones. No funciona imponer un trabajo que no se entiende y en cuyo diseño no se ha tenido participación. Conociendo los buenos resultados de su tarea, se sentirá parte esencial y protagonista del funcionamiento interno de la granja (F. Cavazos).
José Luis Míguez Vázquez
Veterinario del Servicio de Calidad de Leche de SERAGRO, Sociedade Cooperativa Galega. Conferencia impartida en las V Jornadas de Ganado Vacuno de Leche de SERAGRO, Facultad Veterinaria Lugo.
http://www.cuencarural.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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