El titular del Centro de la Industria Lechera; Miguel Paulón, expresó su mirada positiva para recuperar litros en este año, mientras los precios internacionales suben y aún no llegan a las operaciones.
El año comenzó con matices diversos para la lechería.
Menos producción, por cuestiones climáticas a causa de las importantes lluvias y la menor suplementación de la alimentación para cuidar los costos. Algunos tambos que van saliendo del sistema.
Un reclamo vigente pero poco consistente por el tema del precio que no termina de resolverse, en ninguna dirección, se enfrenta con una industria que procesó menos el año anterior, cayendo a unos 10.500 millones de litros, similares a los rangos de hace más de una década; y para lo cual el 71 por ciento de esa materia prima se queda entre las diez empresas más importantes del país como Mastellone, Sancor, Danone, Molfino y Williner.
Mientras el consumo interno es alto, con 218 litros por persona al año, los mercados dan señales de necesidad y apertura internacional, que aún no se conoce el aprovechamiento interno que podrán tener entre las restricciones circunstanciales del sector y las renovadas por parte del Gobierno.
Entró en vigencia el acuerdo de congelamiento de precios que impuso Guillermo Moreno; y para la fase productiva e incluso para la comercialización mayorista parece tener efecto, mientras que en las góndolas no se cumple. «Claramente los sistemas comerciales se han acogido al congelamiento, por lo tanto de esa vía estamos recibiendo los mismos ingresos». «Yo no observo que se haya frenado el ajuste de precios para los productores, con el acuerdo de congelamiento de precios impulsado por el Gobierno. Si se ven los precios de febrero, que tuvieron un promedio de 1,80 pesos por litro, comparados con los que se están pagando para marzo, se ve que sigue la recuperación», aseguró en diálogo con LA OPINION, Miguel Paulón. «Es bastante irresponsable decir cuál va a ser el precio final para este mes, pero la tendencia es esa, la del alza», se animó a expresar el titular del Centro de la Industria Lechera, en cuanto a la perspectiva de preciación, que es siempre el eje de las discusiones sectoriales.
“La verdad es que se está haciendo todo un esfuerzo de recomposición, por lo tanto, febrero ha sido un mes clave, en cuanto a la definición de las ecuaciones, permitiendo ver que va a ser un año que va a tender a hacer más tranquilo, en términos de las relaciones que pueden manejar los productores en cuanto a nivel de costos y precios. Por ese motivo, incluso, va a haber un incentivo para producir más”. Aunque no suficientes, esos precios generan otra sinergia en el sector para algunos. “Estamos viendo que la tendencia a una leve baja claramente para nosotros ha pegado la vuelta y está en el camino de una leve alza para la producción de 2013, con lo cual vamos a estar con altas chances de poder superar la producción total del año pasado”, lo cual no es aún una seguridad, por la baja de la que se viene y sin detalles de mayor avance anual.
En este sentido, Paulón considera que la mejora tiene una «causa fundamental”, la de una “menor oferta de leche que hay en todo el país, que de todos modos, ya esta situación ha comenzado a revertirse porque se observan mejores volúmenes, las vaquillonas están ingresando a producir, están bien las pasturas, así como las reservas de forraje, con lo cual estamos en el inicio de poder revertir esa menor oferta que veníamos teniendo». Es así que aseguró que «a nivel diario ya estamos observando una recuperación bastante interesante».
AMBIGUO
De muy bajos 3.500 dólares el año anterior, a los más de 4.800 de días atrás, ayer la leche entera en polvo llegó a los US$ 5.116/MT, esto estuvo acompañado en la subasta electrónica de Fonterra por una suba promedio para los lácteos que superó el 14 por ciento.
«Todavía la mejora de los precios internacionales no están reflejados en las operaciones, eso toma siempre un tiempo. Ahora se están entregando los productos por las operaciones que habían sido pactadas antes del primer aumento del producto, por lo que estuvimos trabajando con valores tomados de finales del año pasado y de inicios de este 2013. Esto demora en reflejarse en las compras». Paulón admitió, «para mi es una noticia complicada porque cuando aparecen estos saltos tan abruptos, los compradores tienden a retraerse a la hora de las compras, muy fuertemente, hasta que se tranquilice el avispero, como se dice comúnmente». Claro que de este tipo de datos se nutre el reclamo de los productores, sin embargo, el negocio lácteo tiene otras alternativas concordantes para resolver.
«Con Brasil estamos con negocios vigentes, aunque tenemos un trámite un poco más complejo en la extensión de las licencias, con lo cual se tiene algo ralentizado a los volúmenes que se van alcanzando mensualmente, sobre todo en leche en polvo. En cuanto a los quesos, se observa también un enlentecimiento en cuanto al otorgamiento de las licencias, aunque entendemos que se podría mejorar esta situación durante el año», continuando con una polémica iniciada a comienzos de 2012, cuando las restricciones en importaciones y exportaciones generales, fueron cobradas por el vecino país de manera directa en los lácteos, bajando las cifras a comprar en la argentina, tanto en leches, quesos como otros productos.
Mientras el año electoral afecta de lleno a la Subsecretaría de Lechería de la Nación, que sigue en el letargo de los acercamientos a ciertos referentes, a la prédica sobre ventajas nunca palpables, los tamberos siguen maniobrando para conseguir una mejora en el precio que sigue muy lejos de la aspiración de 2,10 pesos por litro para tener efectiva rentabilidad.
Precisamente ayer, un comunicado de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche se entendió de múltiples maneras, sin embargo la realidad se ciñe a un pedido de “pronto ordenamiento de la lechería basada en leyes que regulen al sector y a sus factores de la producción», más aún teniendo en cuenta que «entre el 40 % y el 50 % de la superficie dedicada a la lechería se realiza en tierra alquilada».
Con gran respaldo del Estado, los cooperativistas hablan de seguir apostando “a un crecimiento sustentable en el tiempo, especialmente, para el pequeño y mediano productor tambero y para todos aquellos que quieren hacer lechería en serio». Sin embargo, los buenos precios siguen sin llegar de manera concreta.
Por Elida Thiery
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