El sector lácteo se encuentra atravesando un momento demasiado delicado y la falta de respuestas por parte del Estado contribuye a este escenario, en el que el precio de litro de leche viene subiendo de forman alarmante ya que roza los $10.De acuerdo a un relevamiento que llevó a cabo nuestro diario, en la mayoría de los comercios de la ciudad un sachet de leche entera de un litro cuesta entre $ 8 y $ 8,50. Y lo mismo ocurre con la leche larga vida ya que el precio de este producto llega hoy por hoy a los $9,50.
Los porcentajes de aumento en el período que va desde abril de 2012 hasta la actualidad son más que preocupantes: para la leche en sachet de un litro, el incremento fue de aproximadamente el 37,9% y, para la larga vida, del 39,7%.
Sin embargo, detrás de estos valores que golpean el bolsillo de los consumidores -más aún a sabiendas de que la leche un producto de consumo básico en las familias argentinas- se esconde un denso entramado en donde los tamberos, el primer eslabón productivo, reciben apenas migajas de las grandes ganancias que obtienen las principales compañías lácteas del país. Curiosamente, estas últimas están en sintonía con el Gobierno Nacional y representan un conglomerado empresarial profundamente concentrado.
Ante esta crisis, son cada vez más los tambos que no tienen otra alternativa que cerrar sus puertas por las dificultades económicas que atraviesan a la hora de cubrir los costos de producción. El resultado, en el mediano plazo, puede ser muy preocupante. Así como la Argentina es un país que se esta quedando sin carne (Uruguay prácticamente produce más que nuestro país, teniendo el tamaño de una provincia argentina), dado que los ganaderos no pueden cubrir los costos de producción por las políticas intervencionistas de Guillermo Moreno, algo similar puede ocurrir con el sector lácteo.
En otras palabras, la Argentina, que supo ser el granero del mundo, también podría quedarse sin leche. Y habría que importarla, lo que también incrementaría los precios a los consumidores.
“En la parte que va de la transformación de la leche cruda, como la entregamos nosotros, hasta llegar al precio de las góndolas, se origina una distorsión terrible en la cadena que va en perjuicio del productor, y que se torna cada vez más grande”, dijo a Hoy el coordinador de la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL), Julio Aimar.
Agregó: “a nosotros se nos está pagando el precio de la leche por debajo del costo de producción. Y a esto lo vemos muy mal, porque las cadenas tienen la plata. Pero se distribuyen entre la industria procesadora, el comercio y la distribución en perjuicio del productor. Ésa es la realidad”.
“La situación es muy crítica”
Por su parte, el vicepresidente segundo de la Federación Agraria Argentina (FAA), Guillermo Giannasi, dejó en claro a este medio que “la situación es muy complicada, muy crítica”.
“Los productores no pueden seguir adelante con los tambos, porque así como hacen estragos también en la población, en los trabajadores, también a nosotros la inflación y el aumento de los costos nos está golpeando duramente. Hoy los tamberos argentinos estamos cobrando alrededor de $ 1,80 el litro de leche, con costos de producción que están en $ 2,30 por litro”, explicó Giannasi.
Y continuó: “las grandes industrias, no las chicas, están pasando un momento con buenos márgenes de ganancia. Hoy en día la Argentina tiene más o menos mil empresas lácteas. Y entre diez o doce de ellas procesan casi el 70% de la leche, mientras que las otras 990 hacen el 30% restante. Entonces hay un proceso de mucha concentración, se manejan los precios, tienen acuerdos entre ellas y no hay puja por el precio de la leche”.
Cuestionan la falta de “voluntad política”
Frente a la seguidilla de inconvenientes que pone en jaque a la producción lechera del país, las autoridades del sector coincidieron en que existe una falta de “voluntad política” de parte del Gobierno K para encontrar soluciones.
“Si hubieran mecanismos de diálogo, de consenso, de entendimiento con el Gobierno, podríamos encontrarle solución a estos problemas. Pero no nos convocan, no nos llaman y se han olvidado de todos los productores tamberos y el sector agropecuario”, dijo Guillermo Giannasi a Hoy.
Según el vicepresidente segundo de la FAA, “si hubiera voluntad política, los problemas se resuelven. Brasil, Uruguay, países vecinos han aumentado la cantidad de productores y la cantidad de leche, están bien los productores y están bien los consumidores. Y nosotros vamos un poco a contramano de lo que es un marco de crecimiento para el país”.
En consonancia con lo expresado por Giannasi, Julio Aimar, de la Mesa Nacional de Productores de Leche, indicó que “el problema tiene solución, es una decisión política. Acá están las propuestas, analicemos cada una y busquemos para la lechería y el fenómeno productivo una política de Estado que vaya a hacer sustentable la cadena en su conjunto y no que cada uno trate de salvarse como pueda perjudicando al de abajo”.
“Como yo veo que actúa este gobierno -que dice defender a los más necesitados y son a los que más perjudican- y con la política errónea que está aplicando, no lo va a poder solucionar”, puntualizó.
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