“Con aumentar hoy el precio de la leche no se solucionarán las causas estructurales que han determinado el cierre de tantas esperanzas”
Cuando se aproximan las elecciones siempre es un tiempo de máxima tensión: Los que gobiernan quieren mostrar que hacen todo bien, la oposición quiere demostrar que los que gobiernan hacen todo mal. En el medio estamos los que todos los días trabajamos por hacer un país mejor y que tratamos de ver los errores para convertirlos en lo que hay que mejorar.
¿La leche derramada ya fue?
Un viejo dicho dice «de nada sirve llorar sobre la leche derramada». Puede que sea válido si no sirve para ver en qué fallamos y buscar soluciones nuevas que nos ayuden. En nuestro caso en particular la leche derramada fue mucha, si miramos lo que no hemos crecido (en comparación con el mundo y Latinoamérica) y nada, si vemos que seguimos produciendo casi lo mismo o un poco más que hace 15 años atrás. Pero en el camino han quedado muchos tambos (como siempre los más chicos), mucha gente y muchas ilusiones, tanto de los tamberos como de la gente del pueblo donde producían, porque la economía de muchos pueblos del interior se mueve (o se movía) con la leche.
No es menor el problema y mientras sigamos creyendo que se resuelve con el aumentar hoy el precio de la leche, no se solucionarán las causas estructurales que han determinado el cierre de tantas esperanzas.
Hay que evitar que la cosa siga igual
Como decíamos el problema no sólo no está resuelto: mientras sigan estas condiciones, el tema de la desaparición de los tambos seguirá. Las soluciones no son las que hasta ahora se han encarado o se han hablado mucho, sin resolver nada. Las soluciones se pueden encaminar y a nuestro juicio son sencillas:
•Hay que fortalecer el FunPel. La Fundación que se ha creado no es menor y en la medida en que mejoremos su representatividad y poder de decisión la convertiremos en el equivalente al Dairy Board Australiano. En esta Fundación (y como está previsto en las reuniones preliminares) deben tener representación legítima el Gobierno, las distintas instituciones estatales y privadas pertinentes y las organizaciones de productores e industriales específicas. La discusión y consenso permanente es fundamental para que podamos visualizar una política estable y con futuro.
•Hay que fortalecer la representatividad de los actores del FunPel. Para ello hacer falta seguramente un marco jurídico que les dé acción, representación y fondos suficientes para cumplir esa tarea y esto requiere que la famosa ley, de la que tanto se habla pero no se discute, se especifique y se concrete con estos objetivos.
•Hay que visualizar al sector como de interés nacional, proveedor de recursos sustanciales para el país posibilitando su desarrollo y evitando trabas al comercio interno y mundial, como se han venido poniendo no sólo en este gobierno y en distintos momentos, sino desde siempre.
Las soluciones no se dan sin acciones
No subestimamos temas como la concreción de una forma de contrato para asegurar la comercialización de nuestro producto en forma clara, ni ninguna de las medidas que se vienen tomando hacia una forma única de liquidación o hacia saber qué leche se está entregando a través de la conformación de los laboratorios de referencia. Pero hacen falta más: Estadísticas confiables y a corto plazo, desarrollo de formas y procedimientos de producción y procesamiento eficientes, capacidad instalada, créditos seguros, afianzamiento y ganancias de mercados externos, etc. y sobre todo diálogo confiado y fructífero, todos ellos elementos que conforman un panorama de largo plazo requerido por los actores lecheros para poder lanzarse e invertir.
La FunPEL creemos que es el espacio. Démosle forma definitiva. Confiemos en nosotros mismos.
Fuente: Editorial UGT