La Asociación de Criadores Holando presentó en Tandil el Programa Argentino de Prueba de Reproductores Bovinos de Leche, que será financiado por el gobierno nacional.
Con el apoyo financiero del gobierno nacional, a través del Ministerio de Agricultura, el miércoles 2 de octubre se lanzó en Tandil el Programa Argentino de Prueba de Reproductores Bovinos de Leche (PROAR). El acto, organizado por la Asociación Argentina de Criadores Holando Argentino (ACHA), se desarrolló en el Campus Universitario de la Facultad de Ciencias Veterinarias tandilense, junto a productores y representantes de entidades agropecuarias.
El PROAR tiene el objetivo de verificar la calidad de la genética en los bovinos para mejorar la producción de leche. Datos oficiales indican que Argentina cuenta con 1.800.000 vientres para pruebas de progenie que serán comparados con sus contemporáneos nacionales e internacionales.
“ACHA hizo un convenio con Pfizer por el cual quien esté interesado podrá analizar, previo pago de un canon, el genoma de su animal”, dijo a Campolitoral el cabañero Guillermo Miretti, titular de Cabaña La Luisa de Ataliva, que este año obtuvo -entre otros galardones- la Gran Gampeona Hembra Holando Argentino en Palermo. “Con eso, después cuando paren las hijas de ese toro, se tendrán pruebas confiables de progenie”, sintetizó el cabañero.
Miretti, quien además integra la Comisión de Extensión y Difusión de ACHA, precisó que “el gobierno subsidia el programa hasta que crezca, durante 5 años”. El apoyo oficial será para informatizar los resultados que se generen en todos los controles lecheros del país, que serán administrados en la Universidad de Tandil. “Una vez que tengamos esas pruebas se va a generar confiabilidad, sumado a los datos genómicos que tengan los toros argentinos”, precisó el cabañero, quien estimó que “los resultados se van a ver en 2 o 3 años”. Se trata -agregó- de contar con las mismas herramientas que poseen los países líderes en genética, como EE.UU. o Canadá, y que es la razón por la cual desde Argentina se importa desde esos lugares. “Lo que tenemos que lograr es hacer confiable al país, con datos certeros, y tranquilamente podremos exportar al Mercosur toda la cantidad de semen y embriones que queramos porque contamos con mucho mejor genética”, anticipó.
Este trabajo es el resultado de la interacción entre entes actores públicos, privados y académicos para el desarrollo de actividades tecnológicas, de investigación y de capacitación, como ocurre en los países más desarrollados donde justamente los esquemas de selección y mejoramiento genético en bovinos de leche son un claro ejemplo de dichos logros.
Juan Manuel Fernández
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