Argentina: La eficiencia será la clave para superar tiempos complejos en la #lechería nacional

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Este es el análisis surgido de la jornada propuesta por FunPEL ayer en el INTA Rafaela. Perspectivas de mejora para 2015 son las que motivan a pensar en un negocio mejor en cuanto a la demanda internacional, que deberá tener su correlato en la diagramación de políticas argentinas.
En una jornada con una importante asistencia de profesionales, estudiantes, pero también dirigentes de la lechería nacional, se cumplió en la mañana de ayer en el INTA Rafaela la convocatoria de la FunPEL, para analizar las perspectivas de la lechería nacional, desde una mirada crítica, basada en datos concretos y a través de la cual se pudieron comprender las limitaciones y oportunidades que rigen a uno de los mercados más complejos.
Fue Juan Linari, ex titular del área en la entonces Secretaría de Agricultura de la Nación quien brindó una mirada de evaluación sobre los alcances de la competitividad nacional. Como secretario de la Fundación por el Plan Estratégico de la Lechería a 2020, explicó que el espacio “no pretende ser más que un ámbito jerarquizado en el que se puede debatir sanamente frente a las alternativas que suceden en este sector tan complejo, con el objetivo principal de seguir trabajando por el futuro de la lechería argentina”.
“Hay un mundo de desafíos y de oportunidades que se plantea ante todos los actores para poder ser aprovechado”.
Claro que como entendido en la materia y habiendo repasado que los países que hoy lideran el mercado debieron adaptarse a los nuevos requerimientos del mundo, debiendo mirar hacia ellos para comprender situaciones ligadas a las políticas de la Organización Mundial del Comercio por ejemplo, para no impedir intercambios, ni siquiera alteraciones entre sectores públicos y privados. La transparencia de la cadena es fundamental, para poder crecer y expandir mercados, con las garantías suficientes. En este sentido, Linari aportó que “en cada uno de los modelos lecheros del mundo, que funcionan eficientemente subyace una política de estado de alta calidad institucional que ha logrado legitimidad, funcionalidad y aplicación en la actividad social y productiva de cada país”.
El dirigente destacó que a diferencia de lo que sucedía en décadas anteriores, “es mucho más interesante, apasionante y entusiasma esta lechería, a pesar de la volatilidad del mercado, de las dificultades, pero donde se abre un abanico de nuevos productos, subproductos, aplicación de tecnología, haciendo de esto una tarea apasionante, repito, en la que seguro muy pronto vamos a estar mejor posicionados.
CUESTION DE TENDENCIA
Como analista de Rabobank, Paula Savanti disertó sobre «Tendencias de la oferta y demanda de lácteos en el mundo. Qué podemos esperar para el mediano y largo plazo». En diálogo con LA OPINION, la especialista destacó sobre un mercado internacional que hoy tiene precios devaluados respecto a otros momentos, e incluso a un futuro mediato. “Estamos viendo que la tendencia se puede revertir para el final de este año o principios del próximo, cuando China vuelva al mercado internacional, luego de consumir sus stocks y cuando el aumento de producción que sucediera el año pasado, probablemente de manera interna no se repita, entonces a menor producción local, se dará una apreciación de los productos.
Como parte de este grupo de asesorías en negocios y finanzas, Savanti explica que la Argentina “forma parte de la base de siete bloques que sustentan el mercado de exportación de lácteos, junto con Nueva Zelandia, Australia, la Unión Europea, Estados Unidos, Uruguay y Brasil”, por lo tanto, si de aconsejar se trata, entiende que “si cada uno de los productores trabaja de manera eficiente, tendrán oportunidades de participar de un movimiento en el marco de un mercado internacional que demandará más y más leche argentina”.
SER MAS EFICIENTES
Claro que el aliento debe estar bien sustentado y con datos concretos de la producción nacional el Ing. Miguel Taverna, como valor local del INTA más lechero del país, recorrió las alternativas de la producción nacional.
Inició la ponencia sosteniendo que la relación precio-costo desde marzo tiende a ser levemente positiva, con la caída de producción derivada de consecuencias climáticas tomadas por el calor intenso y las lluvias en exceso, por lo cual “la facturación en los tambos está muy resentida en los últimos años”, derivando de ciclos completos de escasa rentabilidad.
En este sentido, explicó que un tercio de los tamberos no tiene deudas, mientras que para el 13 por ciento de los relevados su pasivo es bajo, el 17 por ciento considera que tiene deuda media y el seis por ciento adeuda un alto monto, oscilando estos cálculos en un margen de 2,2 a 16 liquidaciones mensuales de materia prima en total.
A pesar de todo, el 70 por ciento de los productores de la región pampeana se ve creciendo en cinco años, siendo los de mayor porte y los más chicos quienes “quieren mantenerse en la actividad y crecer”.
Para ellos, los problemas más importantes en el tambo están para el 32 por ciento en el tamaño del campo y del tambo, de acuerdo a la competencia sufrida ante el uso de la tierra con la agricultura. Sin embargo, el 70 por ciento de la leche en la Argentina se produce en tambos alquilados de diferentes magnitudes.
Es así que los problemas se completan con los recursos humanos, con tamberos y operarios, pero también por los riesgos originados en el incremento de costos y reducción de ganancias, variabilidad de precio y los fenómenos climáticos.
Pero el tambero está muy acostumbrado a definir su decisión de inversión en cuanto a la utilidad que puedan conseguir de inmediato, sin pensar mucho más adelante, es por eso que se da este rechazo inmediato de los riesgos y una naturaleza de escape a las pérdidas. Claro que se entiende que si bien hay muchos que incorporan tecnología, a veces no tienen respuesta en consecuencia y al no traducirse en la facturación, no hay un reintento en este sentido.
Está demostrado que a partir del reparto de la dieta impactan los resultados productivos. Esto se puede analizar en cuanto a la producción de forraje y silo que en 20 años aumentó en 900 kilos por hectárea, pero por otra parte, con más de mil seiscientos en concentrados. Esta es una herramienta cortoplacista, para poder entrar y salir de los cambios productivos, sin tanta dependencia de la materia seca, pero limitando a las empresas.
Además, la adopción incompleta de tecnología por falta de planificación integral de los sistemas, presenta casos como el de la adquisición en un 72 por ciento de los mixer, pero en su mayoría no se aplican al uso debido, desperdiciando inversiones.
“A través de manejos, se puede modificar el piso productivo de cada campo. Con igual escala y superficie, la tecnología puede ampliar la productividad. En eso es fundamental la carga de animal por hectárea”, para esto Taverna recuerda que “los rendimientos altos se dan en los que usan mayor cantidad de forraje en las dietas, porque “hay que ser eficientes para seguir en carrera”.
Claro que ocurren cosas como las del verano pasado, con el 70 por ciento de los días de diciembre a febrero, en los que las vacas pasaron por diferentes grados de estrés calórico, además de la triplicación de la intensidades de las precipitaciones, espaciadas pero más copiosas para seguir sumando al promedio anual de 900 milímetros.
Es por eso que “se debe trabajar para limitar los riesgos”, sobre todo apuntando a la debilidad en cuando a los recursos humanos, donde el 83 por ciento remarca que las mayores complicaciones se dan en cuanto a las molestias por el barro, las lluvias, los horarios y la temperatura a la que se expone el tambero.
Actualmente, el 50 por ciento de los tambos tiene definida la sucesión empresarial, pero no existe una conciencia completa en cuanto al riesgo ambiental y es aquí donde la necesidad clara de trabajar sobre los efluentes pone en riesgo a los terrenos. En este sentido, “sólo el diez por ciento, en tres años, invirtió en el manejo de efluentes, porque no da más plata, aunque si mejora cuestiones invisibles para el bolsillo, como lo es de manera directa la calidad de la materia prima”.
En todo esto influye la dificultad para la toma de decisiones políticas, siendo claro ejemplo de esto la liquidación única, que en el país se espera hace unos cuatro años de manera concreta y llegaría recién en enero.
Taverna puso de manifiesto, “sabemos qué hay que hacer, se viene trabajando en crecimiento con la aplicación de tecnología, con capacidad técnica y profesional. La pregunta es cómo y quiénes pueden hacer al crecimiento lechero”.
El especialista entiende que “en la medida que podamos lograr una integración, superando enfrentamientos, vamos a tener muchísimas dificultades y no vamos a poder capitalizar las ventajas”. Por lo tanto, “los productores tiene que ser eficientes y sustentables, sabiendo que existe un futuro promisorio y un enorme valor a capturar en los próximos 20 años. El desafío es trasladarlo a la mayor cantidad de tambos del país”, concluyó.
http://www.diariolaopinion.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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