Afectado por la inundación de su campo y sin poder sostener los animales, el productor Ricardo Carrera se despide de esta actividad. “Llegué a vivir con esto y mantuve a mi familia, ahora ya no se puede”, dijo.
La Carlota.- Sin alimentos para sus animales y gran parte de sus tierras bajo agua, el productor lácteo Ricardo Carrera debió tomar la difícil decisión de rematar su tambo, ya que asegura que la actividad ya no es rentable y resulta imposible continuar.
Durante 42 años este vecino carlotense, cuya propiedad se encuentra a unos 10 kilómetros al noreste de La Carlota, se dedicó al tambo. Las lluvias extraordinarias ocurridas en los primeros meses del año y el bajo margen de ganancia que tiene la lechería lo llevaron a decidir rematar sus vacas.
En diálogo con PUNTAL, Carrera expresó su pesar ante la decisión que debió tomar.
“Hace 42 años comencé en esto, con dos o tres vacas, más otras cinco que me prestó un vecino. Llegué a vivir con esto y sostuve a mi familia. Ahora estaba trabajando con mi hijo (Santiago) y una familia de peones, pero ya no se sostiene más”, expresó.
Aún no siendo un gran productor siempre le alcanzó para vivir bien. “Pero ahora por las inclemencias del tiempo y algunas manos que han roto algunos terraplenes a propósito, quedó todo bajo agua”.
La propiedad de este productor terminó cubierta de agua luego de las precipitaciones ocurridas entre enero y febrero que provocaron, además, el desborde del río Cuarto.
Actualmente el tambo cuenta con 150 animales; de los cuales, unos 120 pasaban por el ordeñe, produciendo por día entre 1.200 a 1.300 litros de leche, cifras que se vieron reducidas en los últimos tiempos justamente por estar las vacas en medio del lodo y con escaso alimento.
Como consecuencia de ello, las tierras no pudieron ser cultivadas para hacer pastoreo de invierno y tampoco cuenta con alimento para sus animales. “No nos quedó otra que irnos a remate”, dijo acongojado este tambero y admitió que no fue fácil tomar tal determinación y que significó debates y algunas discusiones familiares.
Consultado sobre si vivió situaciones similares en otras ocasiones, Carrera recordó que años atrás también el agua les generó problemas, pero sostuvo que, a diferencia de ahora, transcurrieron algunos meses y se pudo recuperar. “Ahora no es la misma situación económica, sale muy caro sostener un tambo con los precios que hoy se pagan en lechería”, señaló.
Carrera dijo que aún hoy no puede trabajar su campo debido a que las napas están elevadas y no permiten el movimiento de máquinas. “No podemos entrar a laborear la tierra y, por lo tanto, no tendremos pasturas para el invierno”, indicó.
A modo de comparación, señaló que es inaudito que hoy un litro de leche en góndola salga 7 pesos, de lo que el productor recibe una mínima parte, mientras que un agua mineral supera los 10 pesos. “No se tiene en cuenta ni el riesgo ni el trabajo que lleva la crianza de las vacas, su mantenimiento, los impuestos que debemos pagar, el pastoreo, y todo lo que son los insumos”, detalló.
Sobre el futuro
Hoy en Villa María se procederá al remate de este tambo, mientras Carrera analiza cuál será su futuro, el de su familia y la de la familia que trabaja en su campo.
“Me dedicaré a criar algunos terneros y el resto alquilaré. El peón seguirá con nosotros y hasta tanto consiga algo mejor. Este tambo era muy familiar, lo llevábamos adelante con mi hijo y todos vivíamos bien”, dijo con pesar.
Por último, al preguntarle sobre el análisis que hace de la realidad actual de la lechería, indicó: “La verdad es que es un trabajo que requiere de mucho, desde maquinarias, atención de los animales, pero veo que no nos dan ninguna ventaja. Sería bueno que dieran algún beneficio para poder seguir produciendo”.
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