#Argentina: Intermediarios incrementan 1.368% el precio de alimentos desde el productor al consumidor

Productores sólo inciden en el 16% del precio final de los bienes en góndolasLa brecha de precios entre el origen y el final de la cadena de comercialización llega a 4.000%
Un trabajo elaborado por técnicos de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) muestra la asimétrica traslación de las variaciones de precios desde el productor al consumidor y las grandes ganancias de los intermediarios en la cadena de comercialización en los productos de la canasta básica familiar.
En octubre, y luego de un amplio relevamiento de precios de más de veinte alimentos hecho por De la Tierra a la Mesa, de CRA, se observó que los productores no son “formadores” de precios y poco inciden en el valor final de góndola y en la “elevada” inflación, manifestó la entidad en un comunicado.
El mismo destacó que en octubre la brecha de precios entre lo que reciben los productores agropecuarios por los alimentos que elaboran y lo que pagan finalmente los consumidores en las góndolas promedia un 1.368% para la gran mayoría de los productos que componen la canasta básica alimentaria.
“Los precios que se le pagan a los productores por la materia prima sólo inciden en un 16% en el precio final de los productos en las góndolas”, señala el paper de la CRA.
Dentro de los productos lácteos, por el litro de leche el tambero recibe en promedio $1,50, mientras que en los supermercados el precio del litro sube hasta $5,60, es decir 273% más.
La misma situación se ve en frutas y hortalizas. En el primer grupo es de más de 450% superior, llegando en el caso de la mandarina a 1.025 por ciento.
En el segundo grupo, el análisis destacó que en productos como la cebolla, el tomate y la lechuga, alimentos casi infaltables a la hora de compartir un asado, el alza trepa hasta 698 por ciento.
Unos de los productos que mas llama la atención es el de la lechuga. Según CRA, el productor obtiene por su trabajo apenas $0,88 por kilo, mientras que en los supermercados el mismo producto –sin agregado alguno– pasa a valer 10 pesos. El incremento es de 1.036 por ciento. El caso de la yerba mate es similar: el trabajo señala que por un kilo de yerba el consumidor paga en góndola $22 y el productor recibe 6,90 pesos. Esto es 190% más.
Carnes. El caso de la carne aviaria, también es significativo, ya que el productor recibe por un kilo vivo $0,71, mientras que por el kilo de pollo entero el consumidor paga en góndola 12 pesos. Esto significa un aumento de 1.590 por ciento.
Al observar las ventas de acuerdo a las partes del pollo, CRA señaló que el caso de la pechuga se paga en los supermercados $32 el kilo, con lo cual marca un alza de 4.407 por ciento. Lo mismo pasa para un kilo de pata y muslo, que tiene un costo de $16, un valor que llega al 2.154 por ciento.
Ya en su momento, y durante una de las presentaciones que hiciera la entidad agropecuaria, el productor avícola José Luis Correa apuntó contra los frigoríficos al manifestar que son los que tienen el “control” total de toda la cadena de integrados.
Con valor. En productos procesados, donde la materia prima precisa de instancias de elaboración más complejas, las brechas son aún más amplias.
Para este caso, CRA dio como ejemplo el trigo y su uso a la hora de hacer medialunas de manteca.
Vale recordar que por cada docena se necesitan 220 gramos de harina, lo que equivale a 293 gramos de trigo. Es decir, por cada doce facturas se utilizan 0,3 kg del cereal.
En este caso, el productor recibe $0,25, mientras el producto final en las panaderías tiene un costo de $21, es decir, 8.300% más.
Situación similar se da también con el tomate pelado en lata, donde el productor percibe por el tomate necesario para una lata de 400 gramos $0,18 y el consumidor paga 6,50 pesos. El golpe al bolsillo es del 3.511 por ciento.
Así las cosas, los dato de la CRA confirmaron las injustas asimetrías entre los distintos eslabones de la cadena de comercialización de los productos de la canasta básica, que explica en parte la negativa evolución del precio final para los consumidores y la limitada ganancias de los productores.
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