A lo largo de los años, esta empresa familiar ha ido creciendo de manera sostenida, incrementando su variedad de productos de acuerdo con las demandas del público, basando su industria en materias primas de la región y garantizando un proceso de fabricación muy profesionalizado y seguro.
La fábrica de lácteos Esperanza Blanca nació el 25 de mayo de 2002, fundada por Omar Paulini y siguiendo una fuerte tradición familiar en el rubro –su padre fue socio fundador de Cotapa–.
A lo largo de los años, esta empresa ha ido creciendo de manera sostenida, incrementando su variedad de productos de acuerdo con las demandas del público, basando su industria en materias primas de la región y garantizando un proceso de fabricación muy profesionalizado, que cumple con estrictas normas de higiene y seguridad.
Hoy, Esperanza Blanca llega a sus 10 años y celebra este aniversario renovando su compromiso con la calidad y apostando, como siempre, a la fuerza de una empresa familiar.
SABOR REGIONAL. “Estamos satisfechos de ser una empresa familiar, ser de la región y contar con clientes que confían en la calidad de nuestros productos. Nuestro personal calificado trabaja para que a su mesa llegue la calidad que usted merece”, se indica desde Esperanza Blanca; y se agrega que “todos los días elaboramos productos siguiendo estrictas normas de higiene y seguridad, sin dejar de lado el sabor característico de los productos regionales”.
Esperanza Blanca ofrece diferentes tipos de quesos, entre los que se pueden mencionar los duros, como provoleta, sardo, sardo con pimienta, sardito, sardito con pimienta, provolone, sbrinz, reggianito, reggianito con pimienta y sardo con finas hierbas secas; semiduros, como fontina, pategras sándwich, holanda, edam y criollo; y blandos como cremoso, por salut y muzzarella. Además, la planta fabrica crema de leche, ricota y dulce de leche.
Para elaborar sus productos lácteos, Esperanza Blanca prefiere adquirir la leche a pequeños y medianos productores; actualmente le proveen aproximadamente 40 tambos de Colonia Avellaneda, Villa Urquiza, Paso de las Piedras, Antonio Tomás, Cerrito y General Paz.
La fábrica se encuentra ubicada en Pueblo Moreno –localidad cercana a Cerrito– y sus bocas de venta están en Acceso Norte de Paraná y en el kilómetro 55 de la Ruta 12, a pocos metros de la planta. En ambos lugares se puede encontrar toda la variedad de lácteos de Esperanza Blanca, además de salames, aceitunas y todo tipo de ingredientes para la picada; diferentes vinos; artesanías y demás productos.
EMPRESA FAMILIAR. Esperanza Blanca es sinónimo de empresa familiar. Es que en este emprendimiento está involucrada toda la familia Paulini –esposos e hijos–; todos trabajan en Esperanza Blanca, responsabilizándose de un sector y coordinados por Omar Paulini y su esposa Graciela Galanti.
El equipo familiar está acompañado por profesionales de diversas disciplinas. Es que, tal como indica Omar, “si se tienen todos los recursos humanos y asesores profesionales… no es difícil llevar adelante una empresa familiar”.
Si bien en los comienzos la empresa era netamente familiar, el crecimiento los obligó a unir a su equipo a profesionales de diversas disciplinas.
Los Paulini, tal como se los conoce, realizaron diversos cursos de capacitación sobre “La Empresa Familiar”; y fueron una de las primeras empresas entrerrianas que se animó a suscribir un Protocolo Familiar, herramienta que ayuda a promover la unidad y la armonía del grupo y fomenta su compromiso por la continuidad de la misma.
En su décimo aniversario, Omar reflexiona que “desde nuestros inicios hasta hoy muchas cosas pasaron para que actualmente seamos una marca conocida en la zona por la calidad de los productos y la atención al cliente”.
DIEZ AÑOS DE TRABAJO. El logo que destaca el décimo aniversario se encuentra en toda la cartelería de Esperanza Blanca: locales de venta, camiones y fábrica.