Tranquilidad, seguridad y estabilidad en el sistema, son los adjetivos utilizados por el Ing. Ángel Barrenechea para describir los beneficios del sistema de riego en el tambo. Lo hizo en el marco de la última jornada de riego realizada en Manfredi.
El ingeniero Angel Barrenechea, ex jefe del Inta Villa María, y el ingeniero Germán Coschica, ambos integrantes de la firma agropecuaria La Cenobia, y miembros del Estudio Agropecuario VM, fueron los responsables de ayudar a los participantes de la tercera Jornada Internacional de Riego realizada en el INTA Manfredi, respecto al impacto del riego en el tambo. “El riego nos ha dado tranquilidad, seguridad y estabilidad en el sistema”, señaló Barrenechea a modo de síntesis.
Al referirse a las estrategias que viene utilizando para generar alimentos para los tambos que posee la empresa, indicó: “En un comienzo trabajamos con un esquema de rotación en función de la superficie que regábamos, para hacer el máximo aprovechamiento del equipo de riego. Nos propusimos hacer 2 cultivos por año en toda la superficie del círculo. El cambio que hicimos fue el siguiente: El primer año habíamos hecho maíz-sorgo, pero a partir del segundo año hacemos maíz-maíz, y ahora estamos tratando de ajustar el cultivar y el ciclo de los maíces; y todo lo que se recolecta va a forraje conservado”.
De esta manera, de la mano del riego suplementario, La Cenobia comenzó a liberar superficie para agricultura. “No se trata de distribuir agua porque sí, sino de hacer un balance del agua en el suelo, monitoreando más el límite que pone el bolsillo porque tiene su costo, estimado en 1 litro de gasoil por milímetro de agua por hectárea”, añadió.
El impacto en la productividad de los suelos es otro de los nuevos desafíos del sistema, ya que maximizando rindes, también se maximiza fuga de nutrientes del suelo. “Esa es una de las grandes dudas, que comenzamos a trabajar en un proyecto en el invierno en conjunto con la Universidad de Villa María y la gente del área Riego y Suelos de Manfredi. El problema es que no hay información disponible al respecto en el país”, puntualizó Barrenechea.
Añadió que “el tema es saber qué es lo que pasa con el suelo, pero además con el tema físico del suelo, ya que estamos entrando 2 veces por año con camiones, picadoras, lo que trae problemas de compactación. Por ejemplo, una de las preguntas que estamos tratando de responder es ¿seguimos con la labranza cero y la siembra directa o hay volver a la siembra convencional?”.