Reproducción animal. Dos centros de reproducción locales están habilitados para exportar. Podrían vincularse para ganar escala.
Quienes están en el negocio ganadero aseguran que los extranjeros nos siguen envidiando por nuestra genética bovina, a tal punto que pretenden obtenerla y están dispuestos a pagar por ella.
Si bien en este caso no es una cuestión de celo, sino de necesidad, los chinos están interesados en llevarse las vacas argentinas. Comenzó a principio de año con el envío de cortes vacunos, luego de varios años de exilio por cuestiones sanitarias. Y y podría completarse en los próximos meses con embarques de semen y embriones bovinos. Unos de los pasos finales para concretar este negocio se produjo en marzo, cuando representantes del organismos sanitario chino (AQSIQ) recorrieron los centros de genética inscriptos en el país para proveer al gigante asiático. Luego de las auditorías, un total de 11 establecimientos (entre productores de embriones y de semen) quedaron habilitados para concretar futuras exportaciones.
En la lista para enviar embriones figuran dos establecimientos cordobeses: Irac-Biogen, ubicado en Estación General Paz (departamento Colón), y Genética Mediterránea, situado en Pajas Blancas. Se suman las empresas Genético Chivilcoy (Buenos Aires), Centro Genético Curacó (La Pampa), Centro Genético Bovino Eolia (Buenos Aires), Centro de Transferencias Embrionarias Munar y Asociados (Buenos Aires).
“China ha manifestado interés por la genética lechera, pero no de alta calidad ni de pedigrí. Lo que pretenden son animales que les aporten entre 30 y 35 litros de leche diarios, una genética que en el país tenemos en buena cantidad como para ofrecerles”, comentó a La Voz del Campo Humberto Tríbulo, director de Irac-Biogen. Este requerimiento de los importadores permitiría a los abastecedores trabajar con vacas de rodeo comercial que tengan el control lechero de la Asociación Criadores Holando Argentino.
Biogen acumula una dilatada trayectoria en la producción y exportación de embriones a países de la región. Dentro de los destinos actuales se destacan Colombia y Ecuador, donde la ganadería está buscando mejorar sus producciones de carne a partir de la incorporación de las razas Angus, Brangus, Braford y Bonsmara.
Escala y “know how”. Las dimensiones del mercado chino hacen que el volumen de las exportaciones de embriones desde Argentina sea difícil de proyectar. Hasta este momento, Canadá y Australia eran los principales proveedores de genética lechera, pero las necesidades de acelerar la expansión productiva obligaron a las autoridades chinas a mirar con atención a otros proveedores. Tríbulo adelantó que comenzarán a trabajar con algunos otros centros habilitados en la formación de un cluster o asociación que les permita ganar escala.
Si se llega a concretar el negocio, en el centro ubicado próximo a la localidad de Estación General Paz está todo listo para armar los corrales con capacidad para 200 vacas donantes. Con ese plantel, la producción podría rondar los mil embriones mensuales.
Pero el negocio puede ir más allá del envió del embrión. Representantes de las empresas chinas –todas asociadas con el Estado, ya sea provincial o municipal– manifestaron también la necesidad de contar con infraestructura y capacitación en ese país para multiplicar la genética.
“Por lo que nos han manifestado, se podrían dar operaciones integrales, que no sólo incluyan genética sino también el armado de sistemas sustentables en el tiempo, como la realización de centros de producción llave en mano. Nosotros tenemos el know how para hacerlo”, indicó Tríbulo.
Desde hace más de 20 años, a través del Instituto de Reproducción Animal Córdoba (Irac), la empresa ofrece una amplia oferta de investigación, capacitación y difusión de las técnicas de reproducción animal.
Evaluación y control. China y Argentina venían trabajando desde hace más de 10 años en el desarrollo de un protocolo sanitario para la exportación de embriones. La tarea se vio interrumpida en 2006, con la aparición de la aftosa en el país. Recién el año pasado, el Ministerio de Agricultura logró cerrar los términos de la documentación, a partir de lo cual se inició el proceso de auditoria y aprobación de los centros.
En su visita a Biogen, los técnicos del AQSIQ fueron meticulosos a la hora de evaluar la documentación de proceso y el cumplimiento del protocolo de exportación, recordó Tríbulo.
“Aprobaron las condiciones sanitarias y de bioseguridad y el control de las enfermedades, con los procesos limpios y estandarizados como los que requiere la Sociedad Internacional de Transferencias de Embriones, que ya los venimos haciendo desde que comenzamos a exportar embriones a otros destinos”, sostuvo el director.
La única observación fue la necesidad de incorporar, un día antes a la extracción de los embriones de las hembras, la realización de un examen clínico y semiológico que certifique que el animal está sano. Esa evaluación deberá quedar registrada por escrito.
Ficha del negocio
Precio. El valor de un embrión de rodeo lechero, en función de su capacidad productiva o pedigrí, puede rondar entre mil y 1.500 dólares.
“In vivo”. A diferencia de los embriones “in vitro” (el ovocito se fecunda con semen en el exterior), los que se exportan se fecundan dentro del animal.
Forma del envío. Los embriones se exportan en termos, en un ambiente de nitrógeno líquido. Los envases pueden transportar hasta 1.200 embriones, con un peso total de 40 kilos.
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