Técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Rafaela empezarán a probar un sistema de ordeñe voluntario en el marco de un convenio de vinculación tecnológica con la filial local de la empresa DeLaval.
El componente central de esta metodología de trabajo es un robot que realiza las prácticas de rutina de un tambo (tales como lavado, secado y desinfección de los pezones; detección de mastitis), se dijo en un informe.
Además de ordeñar las vacas con brazos mecánicos, lavar las pezoneras y suministrar el concentrado según los requerimientos dictados por nivel de producción y estado de lactancia, el sistema recopila los datos productivos de cada animal que integra el rodeo lechero.
«El Voluntary Milking System exige que las vacas se muevan dentro del tambo por propia voluntad; por esta razón, hay que generar las condiciones necesarias para que ingresen a la unidad de ordeño robotizado con una frecuencia aceptable. El sistema debe proveer incentivos para que los animales circulen por el recorrido previsto», explica Santiago Fariña, coordinador de la Comisión de Lechería del Movimiento CREA.
Aclaró que «la experiencia internacional en el tema indica que la robotización no elimina el personal, porque los tambos robotizados requieren trabajadores que observen el comportamiento de las vacas, realicen un manejo correcto de los recursos forrajeros y analicen los datos generados por el sistema».
La ventaja de la robotización consiste en la eliminación de los horarios extremos y de las tareas sucias para emparejar las características del trabajo lechero con las de cualquier otro realizado en ámbitos urbanos y así se puede captar una mayor oferta de trabajadores potenciales.
Por ejemplo, con esta metodología, los trabajadores pueden levantarse a las ocho de la mañana para comenzar su jornada laboral; no siempre es necesario madrugar.
«Por lo general, los tambos que dan este paso son los que vienen siendo bien manejados en sistemas tradicionales. En las naciones nórdicas no se abren tambos nuevos que no sean robotizados», expresó Fariña.
En el mercado internacional existen cuatro compañías que comercializan equipamiento robótico para tambos: Lely fabrica equipos de box unitario, es decir, que emplean un brazo robótico por brete; DeLaval, además de sistemas de box unitario, comercializa una rotativa automática con cuatro brazos robóticos para 24 bajadas.
En tanto, las empresas GEA e Insentec diseñan robots «multi-box», que cuentan con un brazo robótico que funciona en múltiples bretes (cuando termina de colocar las unidades en un brete, se traslada al siguiente).
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