¿Qué composición tiene la materia prima que producen los tambos argentinos? Las estadísticas son elocuentes y ahora provienen de un sistema transparente y auditado.
Información real por primera vez en nuestro país”, se leía en un slide de la presentación que la Subsecretaría de Lechería de la Nación llevó a cabo en Rafaela, a fines de octubre, para seguir pregonando las bondades del Sistema de Pago por Calidad (SPC) en virtud de imponer definitivamente una nueva y única forma de comercializar la leche cruda que se produce en el país. En efecto, uno de los beneficios que trae aparejado este sistema, más allá de la transparencia y el equilibrio en las relaciones de dominio entre las partes del negocio, es la información.
Según los funcionarios del Ministerio de Agricultura de la Nación (MINAGRI) que están a cargo de brindar estas charlas informativas en las localidades más importantes de la cuenca lechera argentina –y de cuyo contenido específico Nuestro Agro se ocupó en reiteradas ocasiones-, la implementación del SPC ya está arrojando datos confiables sobre la verdadera lechería argentina, entre ellos los que refieren a la calidad de la materia prima que se produce en los tambos.
Si bien todavía hay un porcentaje de empresas y tambos que operan comercialmente por fuera del SPC, el 80% del volumen de producción láctea argentina y el 40% de las usinas lácteas ya están incorporados a esta nueva modalidad, registrando valiosa información productiva que permite tener un claro panorama de cuál es la calidad real de la leche producida en el país. Esto implica la conformación de una importante base de datos informatizados que se pueden conocer y analizar en detalle, lo cual es algo novedoso para la cadena, por ejemplo, el porcentaje de adopción del SPC por provincias (ver Gráfico 1).
No es motivo de esta nota explicar la estructura operativa del SPC ni cómo se obtienen los datos al final del circuito de la leche, sino mostrar algunas de las informaciones que este sistema permite conocer, especialmente los que hacen a la calidad. Esto es posible gracias a la existencia de un soporte informático y un servidor central (a cargo del MINAGRI) que registra todas las remisiones de leche y los resultados analíticos de las muestras remitidas a los laboratorios, según las disposiciones legales y técnicas que hacen al SPC.
Lo interesante de esta operatoria es que el productor puede consultar on line a través de su clave fiscal cuáles han sido los resultados del análisis de laboratorio en un plazo de 72 horas (cuatro días como máximo), accediendo a los informes que desee consultar del servidor central del MINAGRI.
Los números de la lechería real
El técnico de la Subsecretaría de Lechería, Eduardo Di Bártolo, abordó en un pasaje de su presentación en Rafaela, algunos datos relevantes que surgen del registro informático que el SPC recaba diariamente en su implementación, que al 30 de septiembre de este año, y desde el comienzo de su implementación (hace dos años aprox.), lleva cargados en el sistema 18.633 millones de litros.
Según el funcionario, se estima que en la actualidad el SPC registra datos globales del 76% de la producción total de leche del país, lo que representa un registro diario de más de 25 millones de litros sobre un total estimado de 32 millones en el sector.
Hasta el momento, se sabe que unos 221 operadores comerciales (usinas) con 345 plantas declaradas están trabajando a pleno con el SPC –se estima que el total de plantas en el país estaría en el orden de las 800-.
Además, unas 7.588 unidades productivas (tambos) se encuentran registradas en el SPC sobre un total país de 11.263 en actividad.
Yendo a los parámetros de calidad, un promedio de todos los registros diarios informados, permite establecer una referencia del tipo de leche que hoy se produce en Argentina: según informa el MINAGRI, un litro de leche promedia el 3,61% de grasa y el 3,35% de proteína, con un RCS de 381.000 p/mil y 105.000 de UFC (ver Gráficos 2 y 3).
“Estos datos, más allá de que parezcan sólo números, sirven para tomar decisiones”, apuntó Di Bártolo, quien elogió la generación de esta información a partir del SPC, “porque antes dependíamos de los informes del Centro de la Industria Lechera (CIL) que nos proveía sus registros, sobre un total de 22 industrias que manejan el 60% de la producción; hoy el Ministerio tiene información propia y eso es muy importante para un país lechero como Argentina”. Y agregó: “sin dudas que falta enriquecer esta información con ese 20% de leche que aún no está en el sistema y con las pymes y pequeñas industrias que aún no se acoplaron, pero estamos convencidos de que este sistema marcará un antes y un después en la lechería nacional”.
En síntesis, por varios motivos hay que celebrar que este SPC se vaya implementando en todo el país a buen ritmo; que permita acceder a información real y representativa de la lechería argentina, para el bien de la transparencia comercial de la cadena. Cuesta imaginar que a partir de 2015 todos los tambos e industrias del país estarán acoplados en plenitud a esta nueva normativa, capaz de informatizar los datos diarios de producción y posibilitar a la cadena y al Gobierno establecer objetivos y programas estructurales de desarrollo y crecimiento estratégicos. Ojalá que así sea.
Por Gustavo Gabriel Gigena
Secretario de Redacción de Nuestro Agro / ggigena@nuestroagro.com.ar
Fuente: Nuestro Agro