Desde el mes de diciembre y con dos informes semanales, el INTA Rafaela comenzó a elaborar un boletín sobre estrés calórico, para concientizar a los productores sobre la importancia de darle confort a los animales para evitar la caída productiva y su consecuencia económica.
Los Ing. Jorge Ghiano y Laura Gastaldi, que junto a un equipo de profesionales desarrollaron el programa, detallaron a LA OPINION los alcances de esta tarea y su reflejo en los tambos, de todas las cuencas lecheras del país.
En una iniciativa surgida a nivel local este trabajo tiende a “anticipar de cierta manera los eventos de calor, sobre todo en procesos como el que cursamos de olas de calor, para que los productores puedan ajustar detalles de dieta, para poner más cuidado en la sombra que se dispone para los rodeos, el agua”.
Los informes que se emiten dos veces por semana muestran lo sucedido en días anteriores, pero así también enlaza la información con los pronósticos meteorológicos, que son los que permiten dotar de información plena a los tamberos y los profesionales sobre los riesgos de los animales en épocas de mayores temperaturas como los actuales. “Por lo general en los tambos hay pocas estrategias para el control del estrés calórico, simplemente con las sombras en los potreros y en los corrales de espera del ordeño, lo que se da porque seguramente los productores desconocen estos detalles, para evitar el estrés”, aseguró Gastaldi, que espera que esto sirva para que en los tambos se considere, al menos para el próximo verano, la disponibilidad de mejores condiciones que hacen al bienestar animal.
Se debe tener en cuenta que “medido en los ensayos, estamos hablando de medio litro de leche perdida por cada punto del Indice de Temperatura y Humedad que Monitorea este análisis, al pasar por encima de 72 unidades, ya que ahí comienza el estrés”. Ghiano remarca que la recuperación de estos picos de estrés por la ola de calor pueden demandar hasta cuatro días, siempre dependiendo de la perdurabilidad de la combinación de las altas temperaturas y porcentajes de humedad.
ESTACIONES
Estas son todas las estaciones meteorológicas monitoreadas por el sistema, 25 de Mayo, Balcarce, Bolívar, Aero Castelar, Coronel Suárez Aero, Fac Cs Agrarias Hilario Ascasubi, INTA Alfonso, INTA Rio Tala, INTA San Pedro, San Nicolás, Tandil Aero, Trenque Lauquen, Tres Arroyos, Villa Dolores Aero, INTA Gancedo, INTA Las Breñas, Roque Sáenz Peña, Córdoba Aero, INTA Hernando, Laboulaye Aero, Marcos Juárez Aero, Pilar Observatorio, Río Cuarto Aero, Villa María del Río Seco, Gral. Viamonte, INTA La Para, Manfredi, Concepción del Uruguay, Concordia Aero, Gral. Campos, Gualeguaychú Aero, INTA Gral Galarza, Tres Esquinas, Gral Ramirez Anguil, INTA Victorica, INTA Villa Regina, INTA Río Colorado, Villa Mercedes, Calchaqui, Ceres, Aero, Las Rosas, Rafaela, Reconquista Aero, Rosario Aero, Sauce Viejo / Santa Fe Aero, Villa Cañas, Añatuya; y La Abrita. Sin embargo, en los informes sólo aparecen las estaciones de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires.
Al tener una gran zona de cobertura, el informe permite relevar todas las áreas lecheras, a través de la combinación de datos meteorológicos de estaciones automáticas, que cada diez minutos emiten variables climáticas constantes, se toma el horario de las 15 como muestra para el promedio de temperatura y humedad, aunque haya días que el pico se marque más tarde. No se hace un promedio diario, sino que las 15 es el parámetro para seguir la variabilidad diaria, en más de 30 lugares del país.
Con un cambio climático que ofrece veranos más cálidos, aunque el actual sea más benévolo que el anterior, el monitoreo del estrés favorece a toda la cadena productiva.
“Las empresas lácteas en días como estos, de altas temperaturas reciben mucha menos leche, con una merma diaria que ronda el 10 o 15 por ciento, es por eso que algunas ya nos hicieron saber de la importancia de esta herramienta, para que llegue a los productores y no se comprometa todo el sistema industrial. Algunas empresas nos pidieron los datos que vamos recolectando, para poder cruzar la información climática con el ritmo de recepción de leche”, como ejemplo de la utilidad de este parámetro.
Este monitoreo se relaciona con la campaña surgida en 2011 sobre “menos estrés, más plata”, donde se evaluaron las mejores condiciones para los rodeos, planteando todas las opciones para las variables que afectan por calor, pudiendo elegir por capacidad de inversión, por ejemplo los tipos de sombra, las duchas con ventiladores.
Condiciones como estas se ven poco en los tambos de la región, sin embargo, las inversiones tienen una proyección de recupero que va entre un año y medio y dos años, con lo cual, en dos veranos se amortizan los elementos que perdurarán en el establecimiento y permitirán reducir riesgos, teniendo en cuenta que el rango de confort de la raza Holando puede llegar hasta los 25 grados, que en muchos casos pueden llegar a la muerte de algunas vacas, además de pérdidas reproductivas, que son más complejas que un menor ordeño.
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