Ayer por la mañana, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, junto con la Mesa Nacional de Productores de Leche, que agrupa a 15 entidades de todo el país, plantearon una novedosa protesta frente a la sede del Ministerio de Agricultura de la Nación, en la novena cuadra de la avenida porteña Paseo Colón.
La intención fue clara, mostrar la situación de los tamberos, la falta de precios al productor, los escapes de costos, la suba de precios para el consumo. La demostración de 14 años de estancamiento, con el agravante de que hay seis mil tambos menos en el país en toda esta etapa y una producción clavada en algo más de diez mil millones de litros anuales, se añade a la caída constante de producción desde agosto de 2012.
Aunque ya hay empresas que salen a querer asegurarse la provisión fijando pautas de suba mensuales hasta fin de año, los números quedan lejos de la necesidad real de los productores.
Fue en estos últimos años, sobre todo desde 2007 a esta parte, que los tamberos pasaron de cobrar 0,86 pesos por litro a los actuales 2,05, mientras que en el consumo la brecha se amplió de 1,78 a 7,5 pesos por litro, en promedio.
En tanto, el primer semestre de 2013 tuvo una caída del 26 por ciento en las exportaciones de leche en polvo, con el agregado de la ampliación de criterios para el otorgamiento de los Registro de Operaciones de Exportaciones de Lácteos (ROEL), lo que demora el avance comercial posible.
Es según la última encuesta que AACREA realizó que en el último trimestre, el 27 por ciento de las empresas tamberas registró menores producciones individuales que lo presupuestado, debido a la mala campaña anterior y por el menor uso de alimento balanceado, en tanto el 50 por ciento de los tambos aumentaron su nivel de deuda.
“Esta protesta tuvo alguna diferencia respecto a las que se venían haciendo anteriormente”, señaló a LA OPINION Julio Aimar, titular de la MNPL, respecto a la manifestación integrada por dirigentes y productores de varias cuencas del país, que estuvieron acompañados por “Esperanza” la vaca Holando que fue ordeñada en la puerta de la dependencia de Gobierno, con ese nombre de fantasía que remarca la expectativa en el cambio de políticas.
“Le mostramos al público en general qué es lo que se les paga a los productores por cada producto, a través de un panfleto en el que invitamos a la gente a pensar cuánto paga cada uno de ellos en las góndolas”, remarcó sobre la expresión gráfica donde se inscribieron precios como 0,35 pesos por 200 gramos de yogurt, 3,55 por kilo de dulce de leche, o 12,60 por queso cuartirolo. “Con esto los consumidores pueden verificar la clara diferencia de la distorsión perversa de los productos a la salida de la fábrica y el consumo, mucho más entre los tambos y los puntos de venta”.
“No se sale a hacer frente a esto”, dijo Aimar cuestionando los últimos anuncios para el sector, desde los restrictivos, hasta la adjudicación de créditos a productores por 200 millones de pesos, que no se comunicó a todas las entidades, discriminando a quienes piden discutir propuestas o a quienes cuestionan la inacción visible.
Del Ministerio sólo salió una cámara para filmar a los presentes en la manifestación, una práctica que se aplicó reiteradas veces en asambleas, con la grabación de audios sobre las expresiones vertidas en cada encuentro.
“No hay interés en esto”, en referencia a la lechería según Julio Aimar, quien concluye no tan erróneamente que “estas autoridades están esperando que les pase el tiempo y nada más”, con lo cual serán dos años largos de espera para que el campo pueda ver cambios en la aplicación de políticas.
POBRE RESPUESTA
El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, señaló que «lo que llamaron protesta tambera fue claramente un hecho político, eran 25 dirigentes y una vaca».
De ese modo definió el funcionario lo que consideró «escasa» convocatoria en la puerta de la cartera agropecuaria. Sin animarse a ver de cerca una vaca, remarcó que «sólo eran dirigentes dejando en claro que son opositores y que buscan un minuto más en los medios», y destacó que «desde el Ministerio se viene trabajando fuertemente junto a los productores lecheros». «Por eso que semanas atrás se anunció una línea de crédito por
200 millones de pesos en financiamiento, se entregaron fondos rotatorios y hay una articulación directa con el sector», señaló.
Yauhar destacó el trabajo que se lleva a cabo con la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, CAFER y FECOFE, que nuclea a pequeños productores de FAA, la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL), la Asociación Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), entre otras entidades. Lástima que no se de cuenta que las decisiones deberían tomarse con mayor amplitud, ya que para eso es funcionario nacional y no sectorial o “amigo” de unos pocos. Precisamente en la tarde de ayer, se hizo circular una foto con directivos de la JIPL desde el Minagri, para exhibir movimientos en el sector.
El ministro de Agricultura afirmó que «mientras nosotros recorremos todas las provincias y trabajamos junto a los productores, acercando herramientas y acompañado su crecimiento o sosteniéndolos en momentos complicados como la sequía, ellos están más preocupados en averiguar las direcciones de los canales de televisión». Se ve que el Ministro se olvida que no declaró jamás la emergencia por la sequía de 2011/2, que no atendió a los inundados de fines del año pasado y que jamás pisó un campo de nuestra zona, por ejemplo para ver la realidad concreta de la producción. Es más, debe haber olvidado la promesa de la presentación del estudio de competitividad de la cadena láctea, que su súbdito, Jorge Videla había prometido en agosto de 2012, presentarlo para inicios de octubre del año ya concluido.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION)