El Gobierno decidió poner un freno a las exportaciones de productos lácteos para evitar un crecimiento de los embarques implique aumentos de los precios en el mercado interno. Desde la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Augusto Costa, amenazaron a las empresas del sector con no otorgarles nuevos permisos de exportación (ROE Blanco) durante todo el mes de marzo.
Costa, bautizado irónicamente en el sector tambero como “el sobrino del Tío Guillermo”, tendría decidido no aprobar nuevas exportaciones hasta abril próximo según fuentes del sector.
El martes por la tarde, en una reunión, se transmitió al propio sector que sus ventas al extranjero (fundamentalmente de leche en polvo y quesos) no podría superar los volúmenes del año anterior. En 2013 se colocaron unas 417.000 toneladas de lácteos, por cerca de U$S 1.500 millones. Las empresas que conforman el Centro de la Industria Lechera (CIL) recopilan datos para demostrarle a Costa que la medida es innecesaria.
El desencadenante de la intervención oficial sobre las exportaciones lecheras fue que algunas empresas se habrían lanzado a pedir ROE Blanco de “modo exagerado” estas últimas semanas. Actualmente los precios internacionales de la leche en polvo son récord (alrededor de 5.000 dólares por tonelada) y, tras la devaluación, la opción de exportar resulta muy tentadora para las empresas con capacidad de secar leche fluida. Se trata de un grupo de media docena de firmas, como SanCor, La Sibila y Williner. “Estos muchachos no saben nada. Lo único que van a lograr con esta medida es desalentar al productor”, juzgó un conocedor del negocio.
Por MATÍAS LONGONI
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