#Argentina: Cuando el tambo pone su propio techo

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En La Polvorilla, de Castelli, la producción viene creciendo de la mano de una fuerte intensificación.
Camiones, camionetas, tránsito intenso, de ida y vuelta. Eso es lo que hay en el establecimiento “La Polvorilla”, un campo de la localidad de Castelli, en el este de Buenos Aires. Allí, el ingeniero agrónomo Jorge Olmedo está al frente de “La Fayuca”, una sociedad anónima de negocios agropecuarios, que además de en Castelli opera en Ayacucho, Lezama y Sevigné, todas dentro de los límites bonaerenses.
Desde el sitio en el que dialoga con Clarín Rural, Olmedo señala el punto donde está el tambo, una actividad en la que decidieron incursionar en el 2001.
Esta decisión estratégica fue simultánea con el tendido de las redes eléctricas y el mejoramiento del camino de acceso con entoscado.
“Teníamos que aprovechar el hecho de estar cerca de la autovía 2 y asegurarnos el ingreso al campo, porque no solamente sale la carga de leche diariamente, sino que también ingresan camiones con alimento. Aquí teníamos una ventaja mayor, que es la de contar con una superficie anexa al tambo, de campos quebrados donde también recriamos”, recuerda Olmedo, que hace lechería intensiva en unos campos al que define como agrícolas.
El técnico pondera a su personal en el emprendimiento. “Hoy, que la actividad me toma más veterano, enfoco esta explotación como el manejo de una organización que tiene que brindar servicios múltiples. En el mismo sentido podría tener un hotel; la relación es la misma. Atendemos vacas que nos pagan con leche y con crías”, ironiza.
Olmedo argumenta que, en general, cuando se piensa en los tambos, solo se tiene en cuenta la calidad de leche y en realidad la ecuación pasa por el bienestar de todos los actores de esta cadena. Así es que la firma incorporó jóvenes profesionales para tener un buen diagnóstico de la problemática diaria y, en base a sus puntos de vista (más innovador por cuestiones generacionales), considerar qué cosas hay que ajustar.
“A diferencia de la agricultura, que tiene paquetes tecnológicos más sencillos y que por eso es tan eficiente, la ganadería es muy compleja y, más allá de las coyunturas económicas, veo una gran evolución. Tuve la oportunidad de viajar a otros países y puedo asegurar que comparativamente estamos a la altura de los mejores en cuanto al manejo y la productividad”, sostiene Olmedo.
Además, destaca que más allá de lo eficiente y prolijo que se pueda ser el manejo, el negocio del tambo pasa por un momento muy difícil. “Venimos, hace tres años, de una ecuación que era muy interesante, pero desde entonces hemos tenido una variación en el producto de solo el 7% cuando la inflación anual es del 25% y, en los últimos siete meses, con el aumento del gasoil de 3,80 a 7 pesos y la suba de los granos, hace que ya sea una actividad sin márgenes de ganancia”.
La Polvorilla tiene 1.200 hectáreas, conformadas por lomadas agrícolas y también suelos con pobre drenaje. De la superficie total, 350 están dedicadas a las vacas en ordeñe, otras 270 para la invernada y vacas de reposición de raza Holando Argentino y unas 420 hectáreas a la cría de vientres Angus. Si bien en la región llueven en promedio unos 900 milímetros anuales, los 1.200 milímetros que cayeron en 2012 hasta febrero de este año generaron que el maíz picado rindiera unos 60.000 kilos de materia verde por hectárea, contra los 36.000 del 2011, con una primavera muy seca.
El esquema forrajero surgió para un proyecto que contenía 500 vacas en ordeñe de 20 litros de leche de promedio, con una carga de 1,5 vacas por hectárea. La implantación de pasturas y el manejo hicieron que en 12 años las mismas superficies estén conteniendo una carga de 2,5 vacas, y de los 10.000 litros diarios iniciales alcanzaron actualmente una productividad cercana a los 20.000 litros diarios.
“Toda la hacienda pastorea pero recién este año estamos ensayando un confinamiento con un rodeo de alta producción (Ver Recuadro ). Lo importante respecto a la alimentación es que el 55%-60% de lo que consumen los animales lo producimos nosotros. Así, cuando las relaciones de precios son buenas, podemos especular con eso, pero cuando las relaciones son malas, como las actuales, nos da la posibilidad de desensillar hasta que aclare”, resume Olmedo.
La Polvorilla es un ejemplo de integración y manejo ajustado, aspectos -está claro- claves para crecer.
Por Horacio Ortiz
http://www.clarin.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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