La alimentación con leche no pasteurizada es uno de los factores de riesgo.
La tuberculosis bovina (TB) es una enfermedad bacteriana zoonótica del ganado bovino, producida por Mycobacterium bovis . Debido al carácter crónico adjudicado a la enfermedad, se la asocia frecuentemente con una infección de bovinos adultos.
Sin embargo, investigaciones locales recientes reportan la ocurrencia de casos de TB en terneros. En el Inta hemos colaborado con asesores veterinarios que manifiestan la presencia de resultados positivos a la prueba de la tuberculina (PT) en terneros.
En todos los casos hemos identificado por bacteriología a M. bovis y caracterizado la patología para evaluar la potencial vía de ingreso del agente patógeno. Es conocido el rol que podría tener el calostro y la leche de bovinos con TB en la transmisión intra-rodeo de la enfermedad.
Sin embargo, un relevamiento reciente del Inta en las cuencas lecheras de las provincias de Córdoba y Santa Fe reveló que el 83 por ciento de los rodeos lecheros en proceso de saneamiento de TB alimentaban a sus terneras con leche no pasteurizada.
Esto es un factor de riesgo para la trasmisión de TB ya que bovinos infectados pueden excretar la bacteria por leche, incluso en ausencia de alteraciones de la glándula mamaria.
El propósito de esta comunicación es describir algunos factores de manejo que limitarían la transmisión de TB a bovinos jóvenes en rodeos lecheros en proceso de saneamiento.
Posparto
En vacas con TB, el nacimiento de una ternera infectada con M. bovis es infrecuente, ya que ocurriría sólo en el uno por ciento de los casos.
La transmisión de TB podría ocurrir en los corrales de maternidad durante las horas subsiguientes al parto, al ser los terneros expuestos a aerosoles, calostro o leche de transición de bovinos con TB.
Por ello, es importante separar al ternero neonato de un potencial contacto infeccioso. Es recomendable almacenar y suministrar a las terneras el calostro de bovinos sanos negativos a la prueba de la tuberculina.
Alimentación
Mientras progresa el saneamiento de TB en el rodeo lechero, es importante considerar la implementación de dos alternativas principales: la pasteurización de la leche o el uso de sustitutos lácteos.
La pasteurización es efectiva para eliminar el riesgo de transmisión de TB a través de la leche. Adquirir un equipo de pasteurización tendrá sus retribuciones en la sanidad de las terneras. El uso de sustitutos lácteos también permite limitar la transmisión de TB adjudicada a la leche cruda. La preparación correcta de los sustitutos requerirá prolijidad y es importante considerar su calidad nutricional.
Prueba de tuberculina
La prueba de tuberculina (PT) es un método confiable y satisfactorio para el diagnóstico de TB en terneros. El plan nacional de control y erradicación de TB (Resolución Senasa 128/2012) indica aplicar la PT a todos los bovinos mayores de tres meses de edad.
Por otro lado, los estudios describen que a partir de los 1,5 a dos meses de edad los bovinos pueden ser sometidos a la PT. En base a esto, es recomendable que todos los terneros tengan aplicada una PT previo a finalizar la etapa de crianza artificial.
Separación
Se debe evitar el contacto entre terneros y mantener una separación prudencial de al menos 2,5 metros. De ser necesario, se debe establecer un doble alambrado o cerco eléctrico perimetral que separe los terneros de callejones o corrales de recría por una distancia similar. La crianza colectiva no es recomendable en rodeos lecheros con TB endémica. Evitar el ingreso de otros animales al área de crianza artificial.
Higiene
Realizar la limpieza y desinfección diaria de los baldes que al menos incluya el cepillado y lavado con agua caliente y detergente. Luego enjuagar y sumergir en agua con hipoclorito de sodio al cinco por ciento.
Luego de finalizar la crianza, las jaulas y estacas también deberían ser lavadas con agua caliente y detergente al 0,5 por ciento, desinfectando luego con las soluciones recomendadas por Senasa (formaldehído cuatro por ciento; ácido cresílico tres por ciento; ortofenilfenol cinco por ciento). Rotar el área de crianza artificial.
Una crianza controlada, en el marco del programa de control de TB, permitiría avanzar progresivamente en la erradicación de esta compleja enfermedad infectocontagiosa.
Por Carlos Garro y Sergio Garbaccio
Los autores son médicos veterinarios del Centro de Investigaciones en Ciencias Veterinarias y Agronómicas, Inta Castelar; garro.carlos@inta.gob.ar; garbaccio.sergio@inta.gob.ar.
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