Se negocia en Santa Fe, pero siguen los bloqueos. por Elida Thiery
Comienza el tercer día con tamberos frente a las industrias lácteas. El cielo gris, la lluvia intensa y el frío pareciera haber convencido más a los productores en la causa de reclamar por la mejora en los precios.
De la asamblea del viernes en la Sociedad Rural de Rafaela, donde surgió la decisión de los productores de los bloqueos, se arrastró la expectativa negativa para la reunión que ayer confirmó las sospechas de no conseguir respuestas a la emergencia que vive este segmento productivo. Fue luego de las 13:30 que en el Ministerio de Economía, su titular, Hernán Lorenzino y el subsecretario de Mejora de la Competitividad, Augusto Costa, recibieron a los representantes de productores, avocados más a la fase técnica sectorial, tanto de la Mesa Nacional de Productores de Leche, como de las entidades más cercanas al Gobierno, al menos hasta antes de estos reclamos. En el encuentro donde la figura del Subsecretario de Lechería continuó desentendiéndose de la situación vigente; y negada por él hasta mayo, inclusive, tuvo alcances netamente técnicos, en los que intervino también la representación de la industria, para volver a plantear necesidades, costos, números y escapes económicos decenas de veces planteadas al Gobierno.
Lo único obtenido del encuentro fue la promesa de generar un análisis, supuestamente completo, de la renta dentro de la cadena láctea, donde se repasen las verdaderas ganancias de la fase comercial, la más beneficiada con los aumentos de al menos un 20 por ciento en lo que va del año, por parte del Secretario de Comercio Interior, por ejemplo.
De esta manera, sería en un mes que se vuelvan a juntar las partes para recién en ese momento empezar a hablar de nuevos repartos de la economía sectorial.
Sin lugar para el pedido de una compensación de 30 centavos para los primeros tres mil litros de los tamberos, el encuentro no dejó nada más que lo mínimo y con ese resultado, la convicción sobre los bloqueos a las industrias pareció reafirmarse, de manera tal que en la localidad bonaerense de Trenque Lauquen estuvo por algunas horas trabada la planta de La Serenísima, por más de cien productores.
El descontento con la reunión no fue sólo de los productores, ya que las industrias esperaban también alguna ayuda o solución para liberar las plantas después de tres días. De acuerdo a un comunicado breve emitido por la MNPL, se manifestó la “decepción por el incumplimiento de las promesas asumidas por las autoridades para atender las demandas del sector. Ello a pesar de ser el Gobierno el único que puede dar soluciones en la coyuntura”. En el mismo texto, “exhortamos a las autoridades que aporten las soluciones necesarias y eviten la escalada del conflicto”.
26 PLANTAS
Fue así que poco después del término de la reunión, las autoridades a nivel regional se reunieron en la sede de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, para analizar la continuidad de la protesta que llegó a 26 industrias, ya sin la planta de Manfrey en Freyre por la intervención de la Policía de la Provincia de Córdoba que por orden judicial intimó a levantar el bloqueo. Aunque también se sumó San Ignacio en Sauce Viejo, entre otras.
Hubo diálogo por la planta de SanCor en Sunchales, que sigue en la misma situación que las demás; y en medio de reuniones llegó la convocatoria del Gobierno de la provincia de Santa Fe, para hoy a las 11. Será en el Ministerio de la Producción que industriales y productores se encuentren para intentar una mediación, un acercamiento y concreción de una mejor ecuación económica, que quizá sea elevada a la Nación para que sea el Estado el que tome conciencia de la responsabilidad de reactivar a todo un sector.
PERDIDAS
Recorriendo los bloqueos, actualmente más que nunca, los productores conocen bien el tema, están empapados de datos, de costos, de cifras que hacen al sector y es con esas herramientas con las que se convencen de quedarse en el reclamo, que las mismas industrias reconocen.
En muchos casos son turnos de ocho horas los que cumplen frente a las industrias, con grupos más numerosos en horarios diurnos, con los más valientes por la noche, refugiados en casillas, pero en cada lugar con la angustia del derrame de leche.
Frente a Saputo son más de los 15 camiones del lunes los que esperan ser descargados y su materia prima es chequeada en estado y calidad periódicamente. Sin embargo en los tambos, la leche ya se empezó a tirar, sin posibilidad de donarla por no estar pasteurizada y sin opción de resolver el hambre de nadie, procesándose o no, ya que como la lechería muestra cada día más su crisis, el derrumbe social lo hace al mismo ritmo, lamentablemente.
El cálculo de la pérdida se hará quizá cuando esto concluya, pero es sabido que como la frase hecha de un juego de mesa, aquí todos pierden.
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