#Argentina: Ayer tambo, hoy estación experimental privada

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Timothy Maloney se las ingenió para juntar las dos actividades que mas le gustan en la vida: la ciencia y vivir en el campo. Timothy estudió agronomía y efectuó estudios de posgrado hasta graduarse como un PhD, especializándose en el manejo de los ensayos experimentales. Lejos de encerrarse en un laboratorio o en la universidad montó una verdadera estación experimental privada en las 280 hectáreas donde su suegro tenía un tambo. Todo ocurrió en 1996, año que cambió radicalmente la actividad de este establecimiento. Por un lado, se dejaron de ordeñar las 30 vacas del rodeo lechero, que como el resto de los tambos del estado de Wisconsin permanecían gran parte del año estabuladas. No pudieron ser la excepción frente a una tendencia muy marcada que concentró y aumentó la escala de los tambos en busca de una mayor eficiencia. Sirve tener en cuenta que en 1997 sólo el 10% de los establecimientos lecheros tenían más de 100 vacas y producían el 32% de la leche de este tradicional estado lechero. Diez años mas tarde, la búsqueda de una mayor escala los llevó a que el 20% de los rodeos tuvieran más de 100 vacas y produjeran el 60% de la leche.
Así que en aquel año bisagra de 1996, cualquier actividad lechera que girara alrededor de 30 vacas era económicamente inviable. También era inviable para Maloney que como muchos de su generación, entre los 30 y 40 años, no pretendía emular la vida de sus mayores, que se la pasaron abajo de una fosa de ordeñe, alimentando diariamente a sus vacas y limpiando el establo cerrado.
A pesar de los largos inviernos con 70 centímetros de nieve que se sufren en esta región de tierras quebradas y muy forestadas, Maloney disfruta de vivir en el campo y de su actividad mitad científica y mitad productiva. Efectúa evaluaciones para cuarenta empresas de sus productos comerciales y experimentales. Se genera información técnica respecto de la performance tanto de los productos comerciales como en el caso de los experimentales. Se firman acuerdos o contratos de máxima confidencialidad sobre la información generada.
Entre las empresas que evalúan a sus insecticidas, herbicidas o semillas se encuentra la empresa argentina Rizobacter, que ya lleva diez años de comercialización de sus productos inoculantes en Estados Unidos. Aquí tiene establecido un plan de ensayos con una inversión, que asumen con su distribuidor, Precision Lab, de 75.000 dólares al año. Están evaluando diferentes formulaciones comerciales de sus productos Signum (Trident en EE.UU.), Rizoliq (Launcher en EE.UU.) y el protector bacteriano Premax (PBX en EE.UU.). Los ensayan a diferentes dosis y en combinación con diferentes curasemillas y comparan a su vez con testigos sin inocular y testigos fertilizados con nitrógeno.
Llama la atención el muy completo parque de maquinaria de esta estación experimental, compuesto por cosechadoras, tractores, picadoras, sembradoras, pulverizadoras, necesarias para cumplir con todas las tareas de evaluación. El resultado de toda la operación de ensayos que brinda Maloney es en definitiva información que utilizan las empresas para hacer difusión a técnicos y la cadena de técnicos y distribuidores. En cuanto a los ensayos con productos experimentales, la información generada ayuda a las empresas en la toma de decisiones sobre nuevos lanzamientos de productos y conceptos técnicos al mercado.
«Cuando comenzamos con la introducción de los productos en Estados Unidos fue fundamental para nosotros la realización de experimentos durante un período de tres años con diferentes universidades del corazón maicero-sojero, como las universidades de North Dakota, Minnesota, Wisconsin, South Dakota, Purdue o Nebraska. Posteriormente continuamos con experimentos para evaluar la potencialidad de nuestros productos bajo las condiciones de manejo promedio de este pais y comenzamos a trabajar con Timothy», afirma Gustavo González Anta, director ejecutivo de desarrollo y servicio técnico de Rizobacter.
Por Félix Sammartino | LA NACION

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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