¿Alianza? Lo que fuera anunciado con bombos y platillos por una facción de productores y el poderoso gremio de Héctor Ponce la semana pasada, ya evidencia su primera paradoja. En plena crisis de la cadena, los trabajadores lácteos ostentan un suculento aumento salarial, mientras los productores sufren bajas en sus liquidaciones, sin miras de que se revierta la tendencia.
El gremio “lecheros” ya le comunicó a sus afiliados el nuevo esquema paritario abrochado con la industria láctea, que consta de un 31% de aumento y $26.199 como suma adicional. El suculento acuerdo, que se da en momentos críticos de la cadena láctea, se aplicará de la siguiente manera:
1) 1) El adicional de $26.199 será desglosado en una suma no remunerativa de $5.647 (divididos en 5 cuotas, retroactivo a mayo) y una suma remunerativa de $20.552 (divididos en 11 cuotas, retroactivo a mayo), que deberán computarse para el cálculo de horas extras, feriados, fines de semana y aguinaldo.
2) 2) Además de los adicionales remunerativos citados, el acuerdo salarial incluye un incremento de los básicos del 31% que ingresarán a los sueldos desde julio (15%), completándose en enero’16 el 31% total, que tiene vigencia hasta abril de 2016.
Resulta difícil no asociar el beneficio de unos al perjuicio de otros, teniendo en cuenta que tanto los trabajadores lácteos como los productores tamberos perciben sus ingresos de parte de la misma fuente: la industria láctea.
Lo cierto es que lo obtenido por el gremio ATILRA se da un convulsionado contexto que no termina de entenderse con certeza. Hasta resultan inverosímiles las explicaciones dadas por el CIL en su argumentación de una profunda crisis de endeudamiento que pone en riesgo la continuidad de muchas compañías. Curiosamente, los acuerdos paritarios obtenidos por ATILRA demuestran que la coyuntura no parece ser tan crítica.
Sin embargo, esto contrasta con el momento acuciante que vive la producción primaria, donde lejos de conseguir un mejoramiento en el valor de la materia prima, este mes recibieron la mala noticia de una baja de entre el 3 y el 5% en sus liquidaciones. La pregunta que cabe entonces es: ¿para cubrir los aumentos al gremio ATILRA, la industria se ve obligada a ajustar sus costos en el sector primario? Pues bien, esta respuesta no la aportan por el momento ninguno de los actores de esta parte de la cadena.
Pero cabe inferir que la supuesta “alianza” celebrada la semana pasada entre un sector de la representación de los tamberos (APLA) y ATILRA, ya está dando sus primeras señales de incongruencia. Incluso, cabe el mismo razonamiento respecto de otra “alianza” de APLA a principios de año con la asociación ATLARA (transportistas de leche cruda), donde se acordó una defensa solidaria de intereses ante eventuales bajas de precios en sus sectores, pero los únicos que lograron algún beneficio en su momento, fueron los camioneros.
Este martes, APLA se manifestará frente a Saputo en Rafaela. Según trascendió, estos productores contarán con el “apoyo” voluntario de ATILRA, que prometieron logística y numerosos manifestantes para que el acto sea más contundente, ya que APLA no cuentan con el apoyo de la Sociedad Rural de Rafaela (Mesa Nacional de Lechería) ni de la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe (MEPROLSAFE).
En conclusión, pase lo que pase en la cadena, ATILRA ya obtuvo lo suyo. Ahora resta ver hasta dónde llega la “alianza” y el compromiso del poderoso gremio (y también de los camioneros) para ayudar a los tamberos a lograr un beneficio similar.
Fuente: Nuestro Agro (Gustavo Gigena)
http://nuestroagro.com.ar