Argentina: Así, bajará la cantidad de tambos

Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

Por Hugo Luis Biolcati  | Para LA NACION.Así como se festejó en el pasado el alto consumo de carne sin reconocer que nos estábamos comiendo la producción futura -las vacas- que luego se vio reflejado en la drástica reducción del stock bovino de la Argentina, el sector lechero vive hoy una situación similar.Con una producción que se considera récord pero cuyo volumen es similar al de 1999, el mercado interno está sobreofertado de leche, y no es posible exportar al mercado internacional a los precios que se conocieron, que no se pudieron aprovechar por las trabas impuestas a la comercialización.
De esa forma, se frenaron inversiones y hoy la industria no alcanza a procesar toda la leche que producen los tamberos, generando un cuello de botella que baja el precio que recibe el productor.
Además, tradicionalmente ante esa baja de precios, el tambero pequeño y mediano buscaba desesperadamente, aún a pérdida, aumentar el volumen de producción para mantener el valor de su cheque a costa de reservas forrajeras futuras.
Aguantarán quienes tengan más espalda, pero miles de tamberos quedan en el camino por falta de rentabilidad. De esta forma se concentrará la producción en menos manos. Podrá seguir creciendo la producción, pero bajará la cantidad de tambos en una actividad que no puede verse sólo desde el punto de vista económico, sino que debe entenderse en un contexto social más amplio por el arraigo que genera, porque crea una gran cantidad de empleo por hectárea, y porque todos los años invierte 15.604 millones de pesos.
De la misma forma que queremos una agricultura con agricultores, también queremos una lechería con tamberos. No un modelo que expulse a las familias a las grandes ciudades.
Por eso, se necesita diagramar en forma urgente un modelo de desarrollo que no genere trabas a la inversión, al crecimiento ni la comercialización de la lechería, y en el que todos ganemos.
En el que se pueda cumplir con el mentado cuidado de la mesa de los argentinos que hasta hoy no se cumplió, ya que el precio de la leche en las góndolas aumentó 24% desde marzo de 2011, con una baja para productor desde ese mismo mes, en una clara asignación de recursos a favor de los eslabones de comercialización de la cadena láctea. Mientras, vemos con preocupación que empresas lácteas en el mundo venden el litro de leche en las góndolas a menor precio que en la Argentina, pagan más a sus tamberos y tienen ganancias que les permiten reinvertir y crecer.
En una actividad cíclica como es la lechería, el productor debe tener flexibilidad para poder gerenciar la volatilidad de precios y para eso deben existir condiciones que permitan captar el precio cuando sube para poder sobrellevar las épocas de baja, permitiendo que la exportación compita con el mercado interno.
Los tamberos saben de las «primaveras» de precios así como los momentos de bajos valores de la leche son cíclicos. Por eso, la actividad no es viable si durante la «primavera» de precios, el Gobierno interviene eliminándolos, y se ausenta en momentos de bajos precios. El tambo no es viable en un invierno permanente, algo que viven los tamberos argentinos a diferencia de sus pares uruguayos o brasileños, que pudieron aprovechar los momentos de buenos precios.
No hay nada mas desesperanzador que un invierno permanente. En la actualidad, tenemos más producción con precios por debajo de los costos, que suben en forma estrepitosa. Necesitamos volver a un marco de competencia generando condiciones para la inversión.
Debemos llevar adelante medidas estructurales como: suprimir los Registros de Operaciones de Exportación de Lácteos (ROEL), desarticular las distorsiones que generan las autorizaciones de precios mayoristas de los lácteos, garantizar un comercio fluido de lácteos en el Mercosur, liderando las negociaciones comerciales con Brasil, optimización del sistema de compra de lácteos por parte del gobierno nacional. Y medidas de incentivos como: elevar los reintegros de exportación a los niveles máximos permitidos por los acuerdos internacionales, devolución automática del IVA de exportación, prefinanciación de exportaciones, financiación de stocks, crédito a la producción y para la ampliación de capacidad instalada. Esto es lo que la SRA viene proponiendo desde abril de 2011 desde la Mesa Nacional de Productores de Leche.
Se requiere ampliar la capacidad instalada para poder convertir en productos exportables la mayor oferta de leche. De no concretarse estas inversiones, el sistema lechero transitara por un sendero mas vulnerable, permanentemente sujeto a crisis recurrentes, que impidan su desarrollo.
http://www.lanacion.com.ar/1502053-asi-bajara-la-cantidad-de-tambos

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas