Todos recordamos un programa especial del gran Tato Bores cuando interpretando a Helmut Von Strasse, un Argentinologo, trataba de explicar la desaparición de un país que alguna vez se llamó Argentina.
Para distraídos ver: https://www.youtube.com/watch?v=zg68WDK2YsA
Ese país todavía existe, pero como la realidad suele parecerse o superar a la ficción algunas de sus características históricas van camino a desaparecer.
Un informe de la Comisión Europea hecho por la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Común de Investigación de Instituto de Prospectiva Tecnológica, vaticina que de continuar este camino Argentina desaparecerá del ranking de países exportadores de lácteos en los próximos 10 años.
Este informe presenta las perspectivas a medio plazo para los principales mercados de materias primas agrícolas, agrícolas para 2024, basado en un conjunto de supuestos macroeconómicos coherentes que considera más plausible en el momento del análisis. Estas proyecciones suponen también una continuación de las políticas agrícolas y comerciales actuales, y ahí está el punto de mayor preocupación.
Hoy Argentina está entre los cuatro mayores exportadores que más incidieron en los últimos 10 años junto con Nueva Zelanda, Estados Unidos y la Unión Europea. La proyección para los próximos 10 años directamente lo eyecta del gráfico.
Lo más doloroso es que las proyecciones se enmarcan en un panorama internacional favorable para el crecimiento del sector, con un aumento del consumo de lácteos estimado por encima del 2% anual para el próximo decenio.
Se espera un crecimiento significativo en el consumo de productos lácteos en la India, China, Oriente Medio, otros países de Asia y África. Este aumento se debe sólo en parte al crecimiento de la población, con tasas de crecimiento de la población ahora en desaceleración en estos países. El conductor principal es un cambio en los patrones de consumo hacia una dieta con una mayor ingesta de proteínas lácteas, un desarrollo que está directamente relacionado con el aumento en el número de hogares de clase media urbana.
Estos números significan una evolución de crecimiento del mercado mundial de lácteos similar al observado en la última década, con China como el principal motor de ese incremento, pero reduciendo su participación porcentual.
Pero lo más triste de estas proyecciones, es que salvo Nueva Zelanda, donde cualquier aumento en la producción de leche se destina al mercado mundial, los otros grandes exportadores UE y los Estados Unidos con un mayor consumo interno absorberán parte del crecimiento. Argentina tiene la posibilidad de vivir un futuro similar al de Nueva Zelanda destinando cualquier incremento productivo al mercado mundial, por sus políticas productivas dejaría pasar esa oportunidad.
Se espera que Nueva Zelanda siga siendo el mayor exportador de leche, lo que representa alrededor de un tercio de las exportaciones mundiales, pero la UE será un seguidor muy cercano, y fortalecerá su posición en el mercado mundial. Mientras que el lugar ocupado por Argentina en la última década será ocupado por EEUU.
La gran duda que surge de este informe es saber si todavía hay tiempo para cambiar el rumbo o vamos indefectiblemente a una nueva década perdida.
Por Damián Morais, para www.edairynews.com/es