Si al empezar un proyecto crees que uno de los puntos de tu tarea será tu fuerte y en un lapso muy corto se torna en la pesadilla del trabajo, la cosa cambia plazos y objetivos.
Esto es lo que está pasando en el Ministerio de Agroindustria con el tema lechero.
La crisis urgente ya es hoy un caos enfático y esto se deja ver en muchas manifestaciones. Desde los 200 productores reclamándole al Subsecretario de Lechería -el martes a la noche en la 9 de Julio- la resolución del conflicto, hasta la cancelación de la reunión que ayer iba a tener lugar en el Ministerio, son partes del planteo.
Sobre la hora, antes que los citados, entre industrias, comercio y provincias lecheras partieran al cónclave, se canceló el encuentro, que se había agendado hacía una semana en una decisión “sobre la hora”. Quizá sea consecuencia del duro encuentro con la Comisión de Enlace donde el tema lechero fue central y en tono álgido, por el cúmulo de promesas incumplidas.
Hasta en el agasajo al presidente francés, François Hollande, Ricardo Buryaile habló del tema. Fue el senador nacional por Santa Fe, Omar Perotti, el que se le acercó para remarcarle, con la confianza de haber compartido la Cámara de Diputados en el Congreso, la necesidad de generar una compensación para los tamberos, tal como se hizo con los petroleros. “Es algo estratégico y más económico que lo que se implementó para el petróleo, sin embargo es mucho más importante por la representación social y laboral, directa e indirecta, que tiene la lechería, porque cuando se pueda colocar el sobrestock la presión disminuirá y hay que conservar a los productores y a las industrias para tiempos mejores”, confió el legislador.
En concreto, son cinco mil millones de dólares los subsidios que llegarán al sector petrolero en 2016 y con relación a empresas. Por lo tanto la idea de generar un fondo de ayuda para la lechería, que se oriente a la producción, significaría que con mucho menos dinero se conserven muchos más puestos de trabajo genuino, entre tambos e industrias lácteas y todos sus subsidiarios.
Esta es una idea más que llegó a un agobiado Ministro, que intenta encontrar alternativas para la lechería, cuya crisis no se resolvió con el acuerdo-marco de Venado Tuerto.
Argentina tiene que salir hoy a vender su gran cantidad de producto disponible que abruma al mercado nacional y a las estrategias de las empresas, al precio que sea. Si bien se rumorea que podría resolverse esto en un mes, hay que generar más vínculos de comercio exterior, para liberar una de las mayores presiones.
Mientras se esperan las definiciones con respecto a la fase comercial y su renta extraordinaria, no se deja de mencionar desde la Nación que son las provincias lecheras las que deben aportar ideas, pero también, con el cobro mejorado de la coparticipación, deberían instrumentar una suerte de subsidio territorial, tema que debería debatirse, si se vuelve a organizar la reunión aplazada ayer. Allí también se debería escuchar la fecha estimativa de pago de las compensaciones pendientes, ya oficializadas en el Boletín de la Nación.
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