La empresa de productos lácteos Puleva cierra su factoría de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y deja en la calle a sus 70 trabajadores. La decisión la ha comunicado esta mañana la dirección de la compañía a los representantes de los trabajadores y organizaciones sindicales.
El cierre de Puleva se enmarca en un grave proceso de desmantelamiento industrial que afecta a toda la provincia de Sevilla, pero muy especialmente al municipio de Alcalá de Guadaíra, donde se encontraban también las factorías de Roca y Flex, ambas cerradas, y donde está Santa Bárbara, afectada por un ERE.
Los sindicatos CCOO y UGT anuncian ya movilizaciones contra el cierre de Puleva y en exigencia de «iniciativas de los poderes públicos para frenar y abordar eficazmente el problema del desmantelamiento industrial, que son escasas o simplemente nulas».
Puleva tiene su origen en la compañía Unión Vinícola Industrial, fundada en 1910 en Granada. Hasta ahora, tenía cuatro centros de producción ubicados en: Granada, Nadela (Lugo), Mollerussa (Lérida) y Alcalá de Guadaira. En el año 2000, se fusionó con Azucarera Ebro Agrícolas, lo que dio lugar a la constitución de Puleva Food, su actual denominación. Desde 2010, forma parte del grupo francés Lactalís, el tercero más grande en el sector lácteo a nivel mundial y con presencia en más de 140 países.
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