Se desacelera la ola de aumentos de precios que autoriza Moreno

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En abril sólo veinte empresas fueron aprobadas para ajustar sus listas, contra las 61 del mes anterior
La maquinita de autorizar aumentos de precios de Guillermo Moreno se tomó un descanso en abril. Durante el mes que termina hoy apenas veinte empresas de consumo masivo obtuvieron la ansiada luz verde de la Secretaría de Comercio Interior para avanzar con una suba en los valores de venta al público de sus productos. El número está muy lejos de las 61 compañías que habían recibido la aprobación oficial para actualizar su lista de precios en marzo, cuando se desató la primera gran ola de aumentos en los supermercados.
En la mayoría de los casos, los aumentos de abril fueron concedidos a empresas medianas, como el frigorífico Calchaquí, la láctea Dánica, la golosinera Lheritier o Licores Argentinos (la dueña del fernet Imperio). Las únicas multinacionales que lograron la autorización de Moreno en abril fueron Bimbo, Pepsi y Reckitt Benckiser (Procenex, Vanish).
En este sentido, el panorama es completamente diferente de lo que sucedió en marzo. En la primera gran ola de aumentos autorizados, las grandes compañías nacionales y las multinacionales fueron las principales beneficiadas. La lista incluyó desde Coca-Cola hasta SC Johnson, pasando por Aceitera General Deheza, Nestlé, Quilmes, SanCor, Molinos Río de la Plata, Unilever, Procter & Gamble, Kraft Foods y Establecimiento Las Marías.
Lo que no cambió de un mes al otro es la modalidad de los aumentos que autoriza Moreno. Como ya resulta un clásico, el secretario de Comercio Interior clasifica a todas las marcas y productos en tres categorías: masivos, selectivos y premium. Para cada grupo, el Gobierno autoriza un aumento diferencial, con el objetivo de proteger a los consumidores de menor poder adquisitivo. Bajo esta premisa, para los artículos considerados masivos las subas rondan entre 3 y 4%, en el caso de los selectivos se ubican en el 7% y para los premium el incremento se puede estirar hasta el 9,5 por ciento.
Con muy pocas excepciones, los aumentos autorizados por Moreno están focalizados en los rubros de consumo masivo, como alimentos, bebidas, artículos de tocador y de limpieza. En la lista de casi cien empresas que pasaron por la Secretaría de Comercio Interior en lo que va del año, sin embargo, también figuran algunas firmas de otros rubros, como las fabricantes de neumáticos Bridgestone y Pirelli, el laboratorio Glaxo y la productora de electrodomésticos Whirlpool. En la lista de empresas menos tradicionales también figuran Argencos (dueño de las tinturas para pelo Roby), la fabricante de artículos de limpieza y tocador José Guma (jabones Kenia, lavavajillas Gigante) y la papelera Celupaper (que produce la línea de papel higiénico Vual).
Más allá de las listas de empresas autorizadas, está claro que los aumentos que llegan a los bolsillos de los consumidores superan ampliamente las subas aprobadas por la Secretaría de Comercio Interior.
En este sentido, se puede hablar de tres realidades paralelas en materia de precios. Por un lado, están los datos del Indec, que dan cuenta de una suba acumulada en los últimos doce meses del rubro alimentos y bebidas de apenas 10,5 por ciento, superando por apenas siete décimas la inflación oficial promedio.
Los datos del propio Guillermo Moreno desmienten a los números del Indec, ya que desde la Secretaría de Comercio Interior durante el último año se autorizaron para la mayoría de las empresas al menos dos tandas de aumentos, con lo cual las subas que cuentan con el visto bueno del Gobierno se ubicarían en muchos casos en torno al 20 por ciento.
Más caro en las góndolas
Y por encima de los aumentos de los que informa el Indec y de los autorizados por el Gobierno, se encuentran los precios de las góndolas, que muestran incrementos acumulados en un año que en los artículos de la canasta básica se acercan peligrosamente al 30 por ciento.
Igualmente, y más allá de las diferencias, está claro que los tres indicadores de la inflación en alimentos -el del Indec, el de Moreno y el de las góndolas- se mueven en forma más o menos pareja. Es decir que cuando desde la Secretaría de Comercio Interior autorizan una ola generalizada de aumentos de precios el impacto se siente directamente en los comercios y, al revés, cuando se desacelera el ritmo de las remarcaciones aprobadas por Moreno, también se frenan las subas en las góndolas..
http://www.lanacion.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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