Todos los fiscos, el nacional, así como los provinciales y municipales están insólitamente “prendidos” de él. Cual insensibles garrapatas.
En esa lamentable presión tributaria a la leche aparecen entonces tanto el fisco nacional, responsable de una altísima presión impositiva del 34% del precio final, como los fiscos provinciales y municipales, que agregan a ello una igualmente insensible presión fiscal superpuesta,del 8% y del 2%, respectivamente.
Pocas dudas puede haber respecto de que la leche es, claramente, un alimento de primera necesidad. Tanto como también lo es el pan. Al mismo nivel. No obstante, la leche, queda visto, tiene una carga fiscal agobiante -e insensible, desde el punto de vista social- que naturalmente castiga muy fuertemente a las personas más vulnerables, esto es a las de menores ingresos. Para las que la leche es tan indispensable como insustituible.
Lo que ocurre con la leche es una muestra evidente de cómo, primero, el país ha realmente abusado -cínicamente y en todos y cada uno de los frentes- del campo, su sector más competitivo, hasta agobiarlo y debilitarlo muy notoriamente. Sin acordarse siquiera de aquello tan viejo como la “gallina de los huevos de oro”. Segundo, es un ejemplo absolutamente lamentable de cómo los discursos políticos engañan, desde que con enorme frecuencia no se compadecen con lo que, en la realidad, nos está sucediendo.
Aquello tan declamado de tratar de “proteger” a los más débiles es apenas un discurso vacío y cínico, que la realidad desnuda una y otra vez, como lo comprueba la absurda carga fiscal que sufre la leche. Nada, entonces.
Cabe ahora esperar que, desde todos los rincones del espectro político, surjan proyectos para corregir, sin demoras, la penosa realidad que supone el peso tributario con el que se ha cargado a la leche, que luce tan deplorable, como francamente decepcionante. Si para muestra basta un botón, aquí está. Una cosa es el discurso y otra, bien diferente, es la realidad.
Autor: Emilio J. Cárdenas
Fuente: El Diario Exterior
Link: https://www.eldiarioexterior.com/el-precio-de-la-leche-49872.htm