Combinado con caraotas, huevos o para rellenar una arepa, el queso era ideal para varias comidas, sin embargo su precio ha subido tanto que ya muchos han dejado de comprarlo para invertir en otros alimentos.
“Es mejor comprar medio cartón de huevos, rinde más, y tenemos que pensar así. Nos han obligado a tener que comer lo que con sacrificio nos alcanza; nos hicieron pobres a todos”, afirmó indignada Denis de Rojas.
Quesos como el requesón y el ricota figuran como los más baratos debido a su calidad y sobrepasan los Bs. 500 mil, es decir, el 50% de sueldo base; el churuguara o queso duro puede costar 2 millones 700 mil y el mozarella o tipo paisa tocan casi 4 millones.
El amarillo, otro que es ideal para acompañar una arepa, en las charcuterías del centro de Barquisimeto se consiguen en 5 millones 300 mil, mientras que en bodegones del este puede superar los 6 millones.
Para Yeritson Delgado es inaceptable que un trabajador no pueda comprar un kilo de queso con el sueldo de un mes. “Si compra un kilo de queso ¿entonces no come nada más ese mes? Es absurdo”, comenta molesto al decir que la hiperinflación tiene al venezolano con hambre.
Autor: Andreína Rodríguez
Fuente: LA PRENSA
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