#España: Todo queda en casa

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Daniel, Alfonso y Maite Toyos, de La Llera, en Colunga, producen y comercializan queso y leche fresca a través de máquinas expendedoras creadas por ellos mismos
Maite, Alfonso y Daniel Toyos Noriega son tres hermanos que decidieron no sólo mantener la ganadería familiar, sino también producir leche, venderla fresca, elaborar queso e inclusive comercializarla a través de máquinas expendedoras que ellos mismos diseñan. Viven y trabajan en la Llera, un pueblo entre Villaviciosa y Colunga.
Todo queda en casa. Maite y Alfonso son los que más vocación ganadera tuvieron. «Yo estudié Formación Profesional en la rama de Administrativo y Alfonso hizo Electricidad. Pero lo nuestro ha sido siempre esto, siempre ayudamos a nuestros padres en la ganadería», señala Maite. Hoy cuentan con 43 vacas madres y 22 de recría, que suelen estar pastando al aire libre. Por su parte, Daniel, ingeniero, que estuvo diez años trabajando en diferentes lugares de España y también en Francia, se unió a sus hermanos hace tres años en la empresa familiar y, además del trabajo de comercialización, también ha creado sus propias máquinas expendedoras de leche fresca, un producto que se comercializa con el nombre El Campu La Llera. «Lo cierto es que al construir nuestros propios equipos ahorramos mucho. De todo este proceso lo más caro que nos resultaba era comprar las máquinas expendedoras. Ahora, al realizarlas nosotros, hemos conseguido un importante ahorro».
En 2009 ya colocaron dos máquinas expendedoras de leche fresca en la plaza de abastos de Gijón y ahora también tienen otra en el mercado de abastos avilesino. Esperan que, a mediados de este mes de septiembre, ya esté en funcionamiento otra en el mercado de El Fontán, en Oviedo, donde también venderán el queso fresco que elaboran. «La botella, que debe ser de vidrio, puede llevarse de casa o bien comprar una en la máquina y luego reutilizar. El litro de leche cuesta un euro. La máquinas tiene una capacidad entre 100 y 150 litros y, normalmente, las visitamos todos los días para reponer», señala Alfonso.
«Nosotros lo hacemos todo; producimos, comercializamos y hacemos los equipos, así trabajamos. Nuestras vacas pastan al aire libre y además las tenemos como si fueran joyas, las tratamos con cariño y con mucho mimo. No usamos ni herbicidas ni abonos químicos, y los piensos son piensos naturales. Es normal que luego la leche salga lo bien que sale», matiza Maite.
Daniel, por su parte, resume todo el proceso señalando que «la leche llega al tanque de frío y enfría cuatro grados. Luego se hace una pasteurización leve a 72 grados y de ahí se baja a cuatro grados y va directamente al tanque expendedor».
A día de hoy, estos ganaderos se muestran satisfechos de la marcha de su empresa: «Vemos que el producto está teniendo buen aceptación, cada día vamos un poco mejor. Cuesta, pero está dando sus frutos. No se pueden comparar los beneficios de una leche fresca a cualquiera otra, y eso la gente lo está valorando más. Es cierto que es mucho trabajo, pero estamos consiguiendo resultados», afirma Alfonso.
http://www.lne.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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