Con una producción local estancada y control oficial sobre las exportaciones, se recortaron casi a la mitad las ventas al país trasandino en el primer cuatrimestre.
Nueva Zelanda se convirtió en el principal proveedor de lácteos a Chile, desplazando de ese puesto a la Argentina, según publicó el diario chileno Mercurio, basado en datos publicados por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) de ese país.
Los datos reflejan que, entre los meses de enero y abril de este año, los productos lácteos importados por Chile a Nueva Zelandia registraron un incremento de 209,5%, totalizando u$s 35,3 millones. Así, el país transoceánico pasó a representar el 45% del total de las importaciones chilenas, mientras que el año pasado esa participación era del 17,5 por ciento.
En contraste, los productos lácteos ingresados desde la Argentina tuvieron una caída del 48,7% en el cuatrimestre, contra igual período de 2013, llegando a u$s 13,4 millones. Esto implica que el país pasó de tener una participación del 40,2% el año pasado a representar este año sólo el 16,9% de las compras.
La leche en polvo es el principal producto de exportación de la Argentina, y sus principales destinos son Brasil y Venezuela. Chile, por su parte, fue históricamente un importante comprador de quesos argentinos.
El presidente de la Federación Nacional de Empresarios Lecheros (Fedeleche) de Chile, Horacio Carrasco, aseguró al medio chileno que el fuerte aumento de las compras desde Nueva Zelanda se debe, principalmente, al crecimiento en la importación de queso y manteca de la mayor láctea del país, Soprole, propiedad de la neozelandesa Fonterra. Esta firma entró en Soprole en 2001 y en 2008 se quedó con casi la totalidad de las acciones.
Desde el Centro de la Industria Lechera (CIL) de la Argentina, que agrupa a las principales empresas lácteas del país, indicaron a El Cronista que en el primer trimestre del año la producción argentina de leche creció 2,5%, pero los valores de abril y mayo son negativos. De esta forma, el sector concuerda en que en el primer cuatrimestre la producción no cayó, pero tampoco subió.
El año pasado la Argentina produjo alrededor de 11.300 millones de litros de leche.
Miguel Paulón, presidente de la entidad empresaria, aseguró que las exportaciones estuvieron firmes en el primer trimestre y que se anotaron destinos como Argelia que pagaron buenos precios por la mercadería Argentina. Sin embargo, fuentes cercanas al sector indicaron que existen fuertes complicaciones desde principios del año para conseguir los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que son los permisos de ventas externas que otorga el Gobierno y se lo atribuyen a la intención oficial de garantizar el abastecimiento interno de productos lácteos a precios accesibles a la población.
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