El principal factor es el mercado imperfecto donde la industria actúa unilateralmente en la fijación de precios.
Las fuertes declaraciones emitidas por el presidente de Aproleche Bío Bío, Juan Pablo Aruta, en el sentido que más de 40 lecherías cerraron en la Provincia de Bío Bío, en los últimos seis meses y que la asociación de productores advirtió que si no se mejoran las condiciones se estaría ante el fin de la industria lechera regional, llevaron a sondear la realidad en este rubro a nivel de la Provincia de Ñuble.
Si bien la tendencia es similar a la de Los Ángeles, en los últimos 25 años las lecherías han bajado a la mitad, pasando de 120 a 60, asegura el dirigente lechero, Alfredo Wahling, quien explica que hay factores múltiples que están atentando contra el rubro y que se suman al que denuncia Aruta, los que apuntan a la falta de transparencia con que la industria maneja el mercado, en una posición muy asimétrica frente a los productores.
El dirigente de la Provincia del Bío Bío, Juan Pablo Aruta, dijo que se está ante una histórica situación y agregó que si no se toman medidas urgentes, podría ser el fin de la producción de leche en la región.
La razón, según Aruta, es el mal precio que cancela la industria, considerando que actualmente pagan entre 225 a 230 pesos por litro de leche, lo que deja una brecha importante, ya que antes de la presente temporada de invierno el valor debió incrementarse a $270.
Informó a través de un comunicado que la situación se debe enfrentar como un tema social y económico, ya que de lo contrario podría ser el fin del rubro en la región y en otras zonas del país.
Agregó Aruta que con el tiempo se ha deteriorado la relación de los productores con la industria, debido a la tozudez de las empresas al no querer dialogar sobre el tema, lo que a su juicio ha sido un elemento primordial en la pérdida de productores en la zona.
Aproleche Bío Bío anunció que realizarán una asamblea informativa los próximos días, para determinar las medidas que ejecutarán para enfrentar la situación.
Cambio climático
Wahling compartiendo lo expresado por Aruta agrega que también hay otros elementos que están atentando contra el rubro, como el cambio climático que está abriendo la gama de producción y dando a regiones como la Octava opciones de cultivos más rentables.
Tambén consigna nuevas exigencias de la industria y que la lechería es un negocio complicado, en el que es difícil interesar a los jóvenes y encontrar mano de obra para lechería. Además, la normativa laboral los complica.
El dirigente de Ñuble estima que los que se mantienen en el rubro lo hacen porque tienen una inversión en infraestructura, pero que en realidad la industria debería reaccionar y cambiar el sistema poco transparente de precios que crea malestar en los productores. “Cuando bajan los precios internacionales reaccionan de inmediato, pero cuando suben, no lo reflejan”, afirma.
Agrega que mientras los productores han mostrado su disposición en las mesas público privadas de la leche para buscar una fórmula que permita establecer parámetros objetivos para fijar los precios o negociaciones, como lo hacen otras industrias similares, como la del arroz, trigo candeal, remolacha y achicoria, la industria no ha querido avanzar por esta vía.
Algunos productores de leche de la zona como Hugo Alamos, los Riesco de Bulnes, Juan Carlos Villagra, Margarita Letelier y otros, han optado por la actividad industrial de lácteos, lo que les ha dado más seguridad e independencia frente a la industria a la vez que se han convertido en competencia de esta como poderes compradores.
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