China ha implementado estrictas medidas de control a la importación de fórmulas infantiles desde Nueva Zelanda a raíz de una amenaza de contaminación de los productos con monofluoroacetato sodio (1080). La Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena (AQSIQ) anunció ayer que en respuesta a la amenaza ha fortalecido la “inspección y vigilancia” en las exportaciones de leche en polvo de Nueva Zelanda.
Precisamente, ese país informó el pasado lunes que están investigando la amenaza detallada en cartas a Fonterra y federaciones de productores de contaminar los preparados para lactantes con 1080 en una “protesta aparente” de activistas sobre su uso como un veneno para el control de plagas, informó Dairy Trader. La amenaza se envío en noviembre y los activistas dieron plazo hasta marzo para que deje de usar ese pesticida.
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