El comité se reunió el viernes para valorar la situación y este lunes se celebrará una asamblea con los trabajadores para decidir la convocatoria de nuevos paros.
Desde el sindicato instan a la dirección de la fábrica a cambiar de actitud para evitar la intensificación del conflicto.
En caso contrario, avisan, se verán en el acto de mediación previo a la convocatoria de nuevas huelgas, más amplias y prolongadas.
En la actualidad, la regulación laboral de los más de 500 trabajadores que integran la plantilla de Lactalis-Nestlé se rige por un Pacto caducado en 2016 y por el convenio estatal de Industrias Lácteas (que también está en negociación); pero la venta-transferencia de la titularidad de la empresa, en 2007, de Nestlé a la joint venture Lactalis-Nestlé, el crecimiento orgánico, las sucesivas reorganizaciones de la actividad y los cambios impuestos por la empresa con la excusa de la crisis han llevado a que en estos momentos los trabajadores convivan en la fábrica bajo una pluralidad de condiciones laborales y de escalas salariales, ha criticado el sindicato.
Por ello, exigen subidas salariales durante la vigencia del convenio; avences hacia la unificación de las diferentes escalas salariales que se aplican a distintos colectivos de la plantilla pese a realizar tareas similares; pluses; y licencias o permisos retribuidos.