Suiza entregó hoy un donativo de 150 toneladas de leche en polvo que será destinada a programas sociales que atienden a niños, ancianos y mujeres embarazadas.
El general Raúl Castro proclamó en su discurso del 26 de julio de 2007, en Camagüey, que el objetivo principal de su gobierno era producir más leche.
Casi nueve años después, su propósito está sin solución y sobrevive de la caridad internacional de países como Suiza y Uruguay.
«¡Y hay que producir más leche! Es decir, que el objetivo principal es producir más leche para asegurar la que necesitan en primer lugar nuestros niños –estamos hablando de alimento fundamentalmente de niños, y de enfermos, con eso no se puede jugar tampoco–, incluso sin renunciar a la perspectiva de que otras personas puedan recibirlo en el futuro», dijo el General.
«Hay que borrarse de la mente eso de hasta los siete años. Llevamos 50 años diciendo que hasta los siete años. Hay que producir leche para que se la tome todo el que quiera tomarse un vaso de leche», dijo un eufórico Raúl en aquella ocasión.
Suiza entregó hoy un donativo de 150 toneladas de leche en polvo que será destinado a programas sociales que atienden a niños, ancianos y mujeres embarazadas, según informó la televisión estatal.
La embajadora de Suiza en Cuba, Anne Pascale Krauer, dijo que estas donaciones de leche «tienen más de 20 años» y es parte de la ayuda humanitaria de Suiza que tiene varias intervenciones mayormente en casos de emergencia y desastres naturales.
La donación será distribuida en hogares y casas de ancianos, escuelas internas de niños y entre personas contempladas en el sistema de atención a las familias en cinco provincias de la región oriental de la isla y en las occidentales Pinar del Río y Matanzas, según indicó el reporte televisivo.
La representante del Programa Mundial de Alimentos en Cuba, Laura Melo, explicó que el papel de esa agencia de Naciones Unidas es «apoyar los esfuerzos del Gobierno de Cuba para garantizar la seguridad alimentaria de los más vulnerables que en la isla que son muchas veces las personas mayores, los niños y las mujeres embarazadas».
Se hacía, como vemos, ese corre corre de leche para arriba y para abajo, con el encomiable objetivo de pasteurizar toda la leche
En su discurso de 2007, criticando la ineficacia y el derroche de leche en su distribución, Raúl Castro dijo:
«Se hacía, como vemos, ese corre corre de leche para arriba y para abajo, con el encomiable objetivo de pasteurizar toda la leche. Es una medida que resulta lógica y necesaria cuando se trata de núcleos urbanos de determinada magnitud –aunque en Cuba es costumbre generalizada hervirla de todas formas, pasteurizada o no–, por lo que se continuará acopiando y pasteurizando toda la leche necesaria para las ciudades. Pero no resulta viable que un camión o cientos de camiones viajen diariamente esas largas distancias para llevar unos pocos litros de leche hasta lugares que producen la suficiente para autoabastecerse».
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