Seguros de índice y márgenes podrían estabilizar la producción láctea

En un desarrollo público-privado encabezado por el INTA Rafaela, esta herramienta conjunta permitiría contrarrestar las pérdidas en las explotaciones, en tiempos de inundación o sequía.
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Resulta difícil para el tambero dejar de pensar en el precio, en lo que pasa ahora y en cómo se deteriora su empresa con el paso de los ordeños, sin embargo, en este negocio donde la ausencia de previsibilidad es protagonista, surgen alternativas de resguardo.
En estos últimos días se conoció el promedio pagado al productor según el Sistema de Gestión Integral de la Lechería Argentina, que quedó en 7,12 pesos por litro, varios centavos menos de lo esperado y alejando la expectativa de los ocho pesos para la leche que se está entregando en este mes.
A esto se sumó el nuevo impacto negativo de la cotización internacional de los lácteos, con -3,6 por ciento en el valor general y un golpe de 2,1 por ciento en negativo, hasta los 2.883 dólares por tonelada para la leche en polvo, alejándose cada vez más del piso de los tres mil.
Más allá de este contexto financiero, cabe recordar la influencia de la naturaleza en este negocio y sus impactos de años recientes entre inundaciones y sequía, con una seguidilla letal de los últimos cuatro veranos en la principal cuenca lechera nacional.
Promovida por la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, en el inicio de la semana, se hizo una presentación en Rafaela de un trabajo que lleva casi una década para poder amortiguar estos golpes del riesgo natural.
“Existe una herramienta, desarrollada desde el punto de vista del seguro desde el año 2008, en un convenio de colaboración con el INTA Rafaela, en la que se trata de presentar una versión distinta de lo que se conoce tradicionalmente en el campo, que son los que miden los daños después que se produce un efecto para indemnizar. Por eso para el tambo existe este elemento, de un seguro índice o paramétrico, donde no se mide directamente un daño sino un comportamiento basado en un índice de precipitación”, explicó a Agrofy News el Ing. Agr. Sergio Montini de Sancor Seguros.
Tomando como referencia a una estación meteorológica, la gran acumulación o merma de precipitaciones en gran escala tienen una consecuencia directa en la merma de la producción láctea, que se siente directamente en los costos de producción de manera abrupta, sobre todo en las reservas para la alimentación del ganado, ya que hay situaciones inevitables, demostrado esto en los últimos cinco años.
Entonces, el seguro índice se añade al seguro de márgenes. “Tomamos como antecedente el programa de márgenes que se aplica a la lechería en Estados Unidos, garantizando un nivel de utilidad que surge de la diferencia del precio de la leche y un vector de gastos de alimentación”, comenzó explicando la Lic. Laura Gastaldi, que como especialista en administración rural del INTA Rafaela armó un listado de margen que incluye los valores de granos de la Bolsa de Comercio de Rosario y el costo de oportunidad de la tierra.
El disparo de indemnizaciones cuando se perforen los números positivos tendría un monitoreo mensual de contrastación con el Siglea y la BCR, los cuales hoy por hoy no dejan de demostrar la volatilidad de precios que rigen a la economía en general.
“Nosotros no lo definimos o planteamos para que el tambero lo asuma, aunque son ellos los que deben interpretar la metodología de funcionamiento de las herramientas, que son distintas, novedosas, que no requiere de una medición de daño en forma individual, sino que permite asegurar o aglutinar a una gran zona sin tener especificidad de cada una de las producciones. Con esto podemos abarcar a todos los productores de una cuenca, para así poder bajar los costos del seguro a números inviables”, es por eso que Montini añade que “este tipo de coberturas deben ir de la mano de políticas de las provincias o la Nación, para permitir una producción láctea sustentable y estabilizada a lo largo del tiempo”, en lo que quizá se pueda invertir parte del Fondo de Emergencia Agropecuaria anual, para regularizar en parte a esta cadena, tomando casos de éxito que están demostrados a nivel global.
Gastaldi confirmó que ya están iniciadas las conversaciones con los Estados y de hecho hubo en la reunión de esta semana representantes de los gobiernos de Santa Fe y la Dirección Nacional de Lechería. Además, se está haciendo una encuesta en diversas cuencas sobre la predisposición al uso de estas herramientas por parte de los productores.
Los costos dependen mucho de la irregularidad climática de cada cuenca, pero no irían mucho más allá del uno por ciento de la facturación de cada tambo, con lo cual se entiende como posible una inversión estatal en este sentido, para evitar nuevos impactos del cambio climático en una de las economías regionales más importantes del campo argentino que no encontrará en esto la solución a todos sus problemas, pero si amortiguará el impacto.
 
 

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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