De las más de mil vacas que ingresaron hoy a Liniers, el 35% fueron lecheras, y varias de ellas llegaron con pintadas sobre el lomo en alusión a la proiblemática del sector. «S.O.S. tambos» y «Plan menos leche», ternías escrito los animales, en referencia al continuo cierre de establecimientos lecheros.
Al cóctel que significó las inundaciones y una fuerte sequía entre 2017 y 2018, agudizó la crisis la fuerte devaluación del peso de más del 100% en lo que va del año, además de la baja de los reintegros a las exportaciones y la vuelta de las retenciones. Además, los costos de la actividad, según los tamberos, se encuentran dolarizados en un 80%.
Según un informe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), entre septiembre de 2017 y el mes pasado, el precio al tambero se incrementó un 47,3%. Sin embargo, los costos de producción aumentaron 103% al pasar de $5 a $10. En este contexto, los tamberos acumulan ocho meses de pérdidas.